El Cerezo Uchiha

Capítulo #29 / Ishigakure

Primer beso

Sentí como acariciaban mi cabello retirándolo de mi rostro. Me revolví tratando de esconderme de la luz sin abrir los ojos.

-¡Buenos días, Sakura!

Sasuke dejo mi cabello para acariciar mi mejilla, tome las sábanas y me las puse en la cabeza.

-Se supone que tu eres la que se levanta temprano.

Gemí abriendo los ojos pero los volví a cerrar instantáneamente. La luz era muy fuerte, aproveche para sentarme y restregarme los ojos.

-¡Buenos días cariño!-dije aún adormilada.

Me tense al darme cuenta de mis palabras. Sabía que Sasuke no iba con las palabras cursis.

-Tranquila, es extraño pero me gusta.

Senti mariposas. No sabía si algún día pasaría este sentimiento pero por el momento estaba tan presente como cuando era niña. Había una diferencia ahora era su esposa y su mujer. Repase el lugar, todas las velas habían sido apagadas pero aún quedaba el olor a manzana y canela en el aire. También al parecer había llegado el desayuno pero estaba intacto.

-¿No has desayunado?

-Te estaba esperando

Me relaje y subí mis brazos estirándome pero se me olvidó la sábana la cual resbaló de mis pechos y callo libremente a mi ombligo.

-Intentas provocarme

Levante rápidamente la sábana pero Sasuke la tomo y la volvió a quitar, posicionándose encima de mi al mismo tiempo que metía una pierna entre las mías.

-¡Sasuke- kun!- dije sonrojándose hasta las orejas.

-La verdad es que se me antojaba otra cosa para el desayuno.

Su rodia empezó a torturar mi clítoris. Busque sus labios para ahogar mis gemidos. Sasuke se detuvo.

-¡Maldición!

🍅🍅🍅🍅🍅🍅🍅🍅🍅🍅

Sakura se había quedado profundamente dormida, sentía su respiración golpeando mi pecho desnudo. Nunca la había visto tan quieta, en las pocas noches que llevaba viéndola dormir. Ella se removía pero hoy estaba muy tranquila. Yo como siempre tenía el sueño muy ligero y aunque estaba cansado no podía conciliar el sueño. Pensé en mi vida que se había consumido en la venganza, me había dejado poder pero también un alma vacía. Ahora era mi viaje de redencion que ya había empezado mucho antes pero que a el se había unido alguien a quien siempre quize que me acompañará y llenara el vacío que habia dejado la muerte de mi clan. Con Sakura todo empezaba de nuevo, podía comenzar a reconstruir mi vida y quizá había sido un poco descuidado al apresurarme. Sólo esperaba que ella se estuviera cuidando porque de lo contrario habría en este momento un nuevo integrante del clan creciendo en su vientre.

-Sakura- dije susurrando dándole un toque en la frente

Gracias por la nueva vida y el futuro impredecible pero feliz. Toque su mejilla deleitándome de la suavidad de su piel, pero más aún podía sentir el placer que había sentido al hacerla el amor. Era una electricidad no como la de mi naturaleza o la electricidad que sentía al tener un arma en mis manos. Era algo nuevo y por fin lo entendía. Ni con todo lo que un día me hizo feliz, las shurikens, las katanas y el poder de ser invencible se comparaba a lo que me habían dado esta noche...

Desperté con unos pequeños toques en la puerta, me removí pero me detuve al ver la pequeña mano que continuaba en mi pecho.

-¡El desayuno¡