El Cerezo Uchiha

Capítulo #51/ Iwagakure

Escape

Nos habían escoltado hasta la salida varios shinobi de élite, por orden de Kurotsuchi. Lo esperába de cierta manera luego de ver su exagerada reacción. Ella estaba involucrada en ello y ahora sólo confirmaba mis sospechas.

Sakura sin embargo parecia demaciado tranquila y conocía esa mirada.

—¿Que sucede?—pregubte curioso por su proceder.

Ella me miró y contenía una sonrisa.

—Ya lo verás pero busquemos un lugar apartado, ya que estarán vigilando su frontera por si se nos ocurre entrar de nuevo.

Rápidamente buscamos un lugar apartado, una curva en medio de la nada mientras comenzaba a oscurecer. No podimos encender una fogata por qué seríamos un blanco perfecto para uno de sus shinobi puesto que aún continuabamos en su territorio. Estábamos de manos atadas hasta que volviera la respuesta de Kakashi y este nos diera luz verde o nos pidiera retirarnos.

Dudaba que Sakura quisiera lo segundo, ella era demaciado terca y tenía ahora que pensar en un plan para entrar sin ser reconocidos mientras de alguna manera los vigilaramos de lejos. Tenía que Kurotsuchi cambiara la ubicación de los cautivos y es más daba por hecho tal cosa.

Sakura hizo una posición de manos y una pequeña babosa apareció demaciado pequeña a las que estaba acostumbrado.  Luego de unos segundos escuchando al pequeño animal me quedó claro que había una babosa colada en el despacho de Kurotsuchi, enganchada por debajo de su gorro de Hokage y me alegre por tener una esposa tan inteligente. Ni a mí se me hubiese ocurrido.

—¿Eso es todo?—pregunto Sakura al cabo de unos momentos. Sabíamos que Kurotsuchi estaba nerviosa y muy pensativa en su oficina. Esperaba también una llamada de Kakashi pues sabía que no podíamos movernos sin su autorización. Había cerrado la ciudad para el matrimonio Uchiha y también tenía órdenes de irnos con todo si nos veía por allí.

—Eso es todo...

Interrumpió su conversación cuando vi que estaba a punto de desparecer.

—Podriaa escuchar si piensa cambiar de Posición a los reclusos.

La pequeña babosa asintió. Aun no había nada claro al respecto por lo que veía pero por el rostro duro de Sakura sabía que ella también creía que fuera una inminente posibilidad.

Los siguientes días fueron un borrón. Esperábamos una respuesta por parte de Kakashi más está se tardaba más de la cuenta. Las reservas de comida comenzaban a escasear por mantenernos escondidos en aquella fría cueva. Había pensado en salir a pescar la río más cercano y usar mi naturaleza rayo para hacerlos, más en el momento que puse un pie afuera me di cuenta del patrullaje que mantenían los shinobis de la país de la tierra.

Esa noche fue considerablemente más fría y aun que nos acurrucamos compartiendo calor. Sakura le tomo mucho tiempo calentarse, estaba muy helada y me sentí mal por ella al haberla traído en un viaje que cada día se volvía más largo. Con ese pensamiento mel dormí y cuando desperté el halcón estaba en la curva gruñendo y picoteando mi capa para que despertara.

El ave estaba de muy mal humor y no entendía porque hasta que el mismo se dio la vuelta y tomo una flecha.

—¡Malditos!—murmure partiendo en dos la flecha. Si había una oportunidad de dejar todo como estaba, ya no. No me iría de la aldea hasta descubrir a Kurotsuchi frente a todas las aldeas.