CAPÍTULO 13

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22 de noviembre, 2021

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22 de noviembre, 2021

Después de derretirme ante la confesión, volvió a besarme y lo hizo tan, pero tan bien, que me cuestioné si realmente había tenido besos antes porque ninguno se sintió así.

Me dio más besos de despedida y conduje de regreso al edificio sintiéndome drogada y ansiosa de sus labios, ¿cómo no ocasioné un accidente? Ni puta idea, de milagro llegué viva. Han pasado tres días y me encuentro recostada en mi cama recordando la suavidad de sus manos, la fogosidad de sus labios y la dulzura de su mirada.

Suspiro.

—No creo que le cueste mucho conseguir las sensaciones que dijo —me informa Lexie—, ya andas suspirando.

Le lanzo un cojín y ríe.

—¿Qué? Solo digo la verdad —sigue riendo cubriéndose de mi ataque—, y no es algo malo, no hay un tiempo estipulado para enamorarte. A veces solo se da y ya, no te hagas lío.

—¿No será que aún estoy atontada por el orgasmo? —inquiero.

—Tienes la cara de atontada desde antes que él te tocara siquiera —replica—. No lo hagas ver difícil, Ada; te gusta, le gustas, tienen química sexual y sentimental, ¡joder! ¿Para qué detenerlo cuando pueden ser un remolino caliente de emociones?

Tocan el timbre y Lexie se levanta poniéndole pausa a la película que veíamos, una buena toma del trasero del actor queda congelada, río y me meto un puñado de palomitas en la boca.

Escucho la puerta abrirse y volver a cerrarse, los pasos se aproximan y definitivamente quien se encuentra en la puerta no es mi amiga.

—Lex dijo que tenía que alimentar a su perro y que debía irse pronto —advierte confundido.

¡Ni siquiera tiene un perro!

—Sí, ella obviamente quería dejarnos a solas —le digo haciéndole espacio a mi lado.

No balbuceaste, felicidades.

Sonríe alzando lo que trae en las manos y veo la cubeta.

—¿Te apetece?

—Es helado, por supuesto que sí.

Me lo alcanza y acerca quizá demasiado su rostro al mío, pero solo hace eso y se va a la cocina por cucharas.

Vuelve y se recuesta junto a mí, clava la mirada en la pantalla y me mira nuevamente.

—¿Qué andaban viendo, traviesas? —inquiere divertido y me sonrojo con rapidez recordando el trasero desnudo del chico.

Le quito una de las cucharas y empiezo a comer ignorando su pregunta. Saco la película para que el menú de netflix quede a la vista.

—Vale, haré como que no lo vi —suelta aún con una sonrisa en el rostro mientras se mete una cucharada de helado en la boca.

INEFABLE AMOR © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora