30 de septiembre, 2021
Todo tiene un límite: la paciencia, el buen humor, todo. Considero imposible que seas paciencioso cada segundo de tu maldita existencia o que andes de buen humor todo el jodido día.
Yo aguanto, aguanto cada flash, cada pregunta sacada de contexto, cada crítica e insulto, pero ellos están sobrepasando todos mis límites, absolutamente todos; sin embargo, no tengo permitido explotar en su delante, no puedo gritarles en la cara que se vayan, que me dejen en paz, ¡que necesito respirar sin tenerlos en mi campo visual!
Bajo con suavidad la taza de té; aunque, si soy sincera, me apetece dejarla caer con fuerza sobre la mesa. La gente a mi alrededor es ajena a mi guerra interna, cada quien está ensimismado en sus asuntos, los únicos pendientes de mí son los paparazzi que puedo ver a través del vidrio que me separa de la calle. Intentan llamar mi atención, lo sé porque percibo los movimientos de sus brazos a pesar de no estar observándolos; es ese sexto sentido que desarrollé para detectarlos.
Kary se encuentra frente a mí, con el cabello atado en una perfecta coleta, luce impecable y su rostro no denota preocupaciones mayores; hoy se tomó el día libre y accedió a salir conmigo, es raro encontrarla sin trabajo. No le imponen horarios, porque labora sin necesidad de asistir a una oficina; se encarga de las redes sociales de distintas empresas y ella misma organiza su tiempo según le parezca. Ha estado callada desde hace unos minutos, observa su celular y teclea. Mis dedos se entrelazan entre sí, lo voy a dejar ir, necesito decirlo en voz alta o va a matarme.
—Estoy harta de todo esto —suelto.
Mi amiga de la infancia alza la vista hacia mí y me mira con confusión.
—¿Harta? ¡Pero si tienes la vida perfecta, Adara! —exclama indignada.
¿Vida perfecta? Sí, eso es lo que vende mi representante.
—No es así de fácil, Kary, lo sabes —respondo con hastío.
—Bueno, pero yo no me quejaría. Vives rodeada de bombones, nadas en dinero y tu rostro empapela la ciudad; no, no solo la ciudad, ¡el mundo! Ya quisiera yo, ser tú.
Siento el flash otra vez y eso acaba con la poca paciencia que me quedaba.
—Te cambio esta mierda de vida si tanto quieres, quédate con los hijos de puta que te siguen hasta cuando te das un chapuzón en la piscina del hotel, con los imbéciles a los que no les importa cómo puedes sentirte y te tratan cual máquina de fotos.
»Quédate con la jodida imagen que venden de ti a los medios, con las relaciones armadas en las que estás obligada a fingir amor, con las críticas constantes aun cuando según todos eres la "chica perfecta"; te regalo todo esto, quédatelo que ya me harté de vivir en una burbuja, me cansé de ser el prototipo de persona que todos quieren que sea.
Inhalo conteniendo el resto porque sé que no es tan sencillo como suena, romper la burbuja es exponerme y aquello acabaría con mi carrera. Siento una lágrima deslizarse por mi mejilla, la seco con rabia.
—Vale, lo lamento. —Alcanza mi mano por encima de la mesa.
Tengo un nudo de emociones dentro, sé que no está bien guardar lo que siento, pero, como ya mencioné, no se me autoriza echarlo fuera; si estoy haciéndolo ahora es porque es Kary a quien le hablo.
Ser famosa era... tolerable al inicio, nunca me preocupó demasiado lo mucho que podía llegar a afectarme mientras me diera las oportunidades que necesitaba para cumplir mis metas. Actuar es aquello que me llena, que me apasiona y creía que para hacer lo que te gusta había que "sacrificarse"; pero... ¿hasta qué punto debe llegar ese sacrificio? Cuando me di cuenta de lo terrible que era la idea ya estaba muy metida como para salir sin que hubiera consecuencias.
«Soy un títere y ellos me manejan a su antojo, hago lo que les place y evito hacer lo que pueda enfadarlos»
—Yo... —esbozo una pequeña sonrisa que no llega a mis ojos. Intento engañarme a mí misma, pero no lo consigo—. No sé cuánto más pueda resistir, esto está acabando conmigo, Kary.
—Ya veremos, eres fuerte, ¿no? —me da una sonrisa radiante y suelta mi mano—. Debo irme, Adara, acaban de escribirme para una cita y estoy a nada de llegar tarde.
Frunzo el ceño ante su repentino cambio de actitud, pero asiento, no quiero interferir en los planes que surgieron en su día libre.
—Nos vemos, gracias por venir. —La abrazo—. Que te vaya bien en la cita.
Me sonríe, pero no es la sonrisa de la niña que creció junto a mí, hay algo más que no logro identificar. Sacudo la cabeza, he empezado a alucinar. Me quedo sola, con mis pensamientos atormentándome otra vez, quiero que termine... pero tengo tanto miedo.
Here we go agaaaain!
Holaaaa, tengo esta idea en la cabeza desde marzo del año pasado, he ido puliéndola hasta que ha terminado de agradarme y ¡aquí estoy!
Me emociona mucho todo esto, en serio espero les encante tanto como a mí <3 Tengo algunos capítulos listos y estoy editándolos, pronto empezaré a publicar.
Si llegaste hasta aquí, muchas gracias.
No olviden dejar sus votos y comentarios, me agrada leerlos; si les gusta pueden recomendarla y compartirla, me ayudaría muchísimo a que más personas conozcan a mi Adara.
Un abrazo a la distancia, que tengan felices lecturas.
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INEFABLE AMOR © [TERMINADA]
RomanceAdara Harmony nunca permitió que la fama fuera un obstáculo en su vida, supo manejar todo lo que conllevaba con tal de hacer realidad cada uno de sus muy ambiciosos sueños. Un escándalo, sin embargo, puede ser el último peldaño para dejar caer las c...