01| "Shield"

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El sonido del despertador retumbó por todo el departamento, haciendo que Narcissa cayera de la cama

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El sonido del despertador retumbó por todo el departamento, haciendo que Narcissa cayera de la cama.

—AHHH, estúpido despertador—.Aún en el suelo su mano torpe le dió golpes al aparato hasta que dejó de sonar.

Se levantó del suelo y tomó la camiseta para ponérsela, después cayó en cuenta.

—Ay mierda—.Un quejido salió de su cama y ella se alejó hacia el baño espantada.— Mierda, mierda, mierda.

Cuando entró al baño las pisadas se hicieron presentes en la habitación, pisadas que curiosamente también iban dirigidas al baño.

—¿Puedo usar tu baño?— Preguntó una voz desde el otro lado.

—Ehhh... ¡No!, yo lo voy a usar, necesito que te vayas—. Miró a su alrededor mientras se pasaba las manos por el corto cabello.

—Solo déjame usar tu baño Cissy.

—¿Cissy?, no me llames Cissy.

—Pero si tú me dijiste que te llamara así anoche—. Un puchero se hizo presente en los labios de Johnatan, quien aún seguía detrás de la puerta.

Narcissa se agarró la cabeza, demasiado adolorida por la resaca y se dijo a sí misma "Prometo jamás volver a beber". Cosa que obviamente no cumpliría ya lo había dicho demasiadas veces. Demasiadas.

—Johnatan vete, tengo que ir a trabajar.

—¿Si sabes que trabajamos donde mismo, verdad?—. Narcissa soltó un suspiro mientras se sobaba el puente de la nariz.— Bien, me iré—. Las pisadas de alejaron y Johnatan comenzó a recoger sus cosas pero se acercó nuevamente a la puerta.—Oye cissy...

—¿Qué?—. Preguntó en tono fuerte.

—¿Me regresas mi playera?.

Narcissa se miró y después se quitó la playera, quedando solo en bragas, la sacó rápidamente por la puerta y después la cerró de nuevo.

     Vaya mañana.

—Gracias...

Narcissa espero hasta escuchar la puerta principal cerrarse para poder dejar salir el suspiro que ya le estaba comenzando a molestar.

¿Ahora que le diría a Stephany? Le acaba de decir que le gusta Johnatan.

Recogió rápidamente su cuarto y después se duchó y alistó para ir a trabajar, con lentes, porque el más mínimo rayo de sol le jodia la cabeza.
Y claro, el café y la aspirina no pueden faltar, pero esta vez no había aspirina, mala suerte.

Tomó un taxi hasta allá ya que ciertamente no se encuentra en condiciones para conducir, las instalaciones de Shield se hicieron presentes unos minutos más tarde, Narcissa le pagó al taxista y entró al edificio. Al entrar no saludó a nadie, algo para nada raro tomando en cuenta la cara de zombie y la forma en la que camina.

—¿Mal día?.

—Shhh, no grites—. Coulson se rió por lo bajo y le entregó una aspirina.— Ay Dios mío no sabes cuanto te amo.

—O claro que lo sé—. Ambos caminaron hacia la base central, si los veían a ambos de lejos todo parecía ir bien, hasta se podría decir que Coulson iba dando pequeños saltitos.

En esos momentos Coulson era como un poni, y Narcissa... bueno ella, ella está existiendo, lo que ya es un gran logro.

Ambos entraron a la sala de conferencias para su junta con Fury, que aún no llegaba, Narcissa se sentó un un sofá en la esquina de la sala y de ahí ya no se movió. Unos minutos más tarde tres figuras entraron en la sala de conferencias y tomaron asiento delante de Coulson, al otro lado de la mesa.

—¿Y Cissy?—. Coulson apuntó al otro lado de la sala, donde Narcissa estaba desparramada en el sillón sin mover un solo músculo.

—¿Está dormida?—. Preguntó una voz clara.

—No, yo digo que está muerta—. Dijo alguien más en un tono más duro.

—Soldado—. Al instante Narcissa abrió los ojos y se puso en posición de saludo militar.

—¡Estoy despierta!, estoy despierta...—. Se tambaleó un poco y se quitó los lentes para tallarse los ojos, que a este punto ya estaban de un color rojo.— Estoy bien, bien, avísame cuando venga Fury—. Narcissa se desparramó otra vez en el sillón y cuando abrió los ojos se paró a toda prisa lo que casi hace que se caiga.— Mierda, buenos días jefe.

—¿Buenos?, pareces un zombie Brown,
ya siéntate antes de que te despida.

—Si señor.

Se sentó a un lado de Coulson y este le entregó unas gotas para los ojos que no dudó ni un segundo en ponerse, Coulson es como la farmacia personal de Narcissa. Fury solo negó con la cabeza mientras se sobaba el puente de la nariz y dejó salir un suspiro.

—¿De verdad será ella?, no tienes a alguien... no sé...

—¿Mejor?.

—¿Quieren ayuda o no? Ella es lo mejor que tenemos—. Los hombres desconocidos intercambiaron miradas y no les quedó nada más que resignarse— Cissy.

—Si jefe.

—Ellos son James Barnes y Steve Rogers, a partir de hoy trabajarás con ellos.

—¿Haciendo qué... exactamente?—. La única palabra que cruzaba la mente de los dos hombres de la barba era niña, y algo más como; estúpida, infantil, incapacitada, en fin, nada de lo que tuviera que preocuparse.

—Robaron un chip con códigos nucleares y el escudo del capitán Rogers.

—¿Un escudo?—. Preguntó confundida.

—¿Acaso vives debajo de un roca? Por todos los dioses.—Dijo el de cabello oscuro, quien decía ser James Barnes.

—No, yo vivo en los—

—No lo digas—. Coulson solo negó con la cabeza mientras su mano tapaba la boca de Narcissa.— No.

Ella solo asintió y él quitó la mano lentamente.

—Bien, ¿cuándo empezamos a trabajar?

—Mira niña, no te ofendas pero, él,— Señaló al hombre junto a él—. es en capitán América, y yo, tengo un brazo de metal, ¿qué tienes tú?.

—Bucky...—Le llamó Steve.

—No, déjalo Steve, escuchemos lo que tiene Cissy para decir—. Fury se cruzó de brazos con una sonrisa en la cara.

—Mira, ¿Barnes, verdad?, yo, soy Narcissa Brown, la mejor agente de Shield y lo mejor que vas a encontrar para hallar esos códigos nucleares que en primer lugar, ¿cómo mierdas es que robaron códigos nucleares?, ¿qué mierda Fury?, en segunda... tengo un extenuante y difícil entrenamiento militar desde que tengo cinco años así que, ¿sabes que corre por mis venas en estos momentos?.

—¿Analgésicos?—. Preguntó Coulson.

—¿Alcohol?—. Le siguió Fury.

—No están ayudando, suero, eso es lo que corre por mis venas, un maldito suero. ¿Entendido babyboy?z

Una sonrisa se extendió por la cara de Fury, Rogers y Barnes solo se dejaron caer en el respaldo de su silla mientras que Narcissa mastica un chicle que sacó de la bolsa de Coulson.

Coulson tiene de todo.

Etéreo | Bucky Barnes, Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora