𝗘𝘁𝗲́𝗿𝗲𝗼- "Extremadamente delicado y ligero, algo fuera de este mundo"
Narcissa Brown es una de las mejores agentes de SHIELD, (por no decir la mejor), fue utilizada en experimentos de pequeña por la "compañía rival" llamada Hydra, quienes le...
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Narcissa salió de la habitación con dolor de cabeza, esforzándose lo más posible para ocultarlo bajó las escaleras, se encontró con que todos se estaban preparando, lo que la dejó muy extrañada.
—¿A dónde irán? —. Todos la miraron, sin saber muy bien si deberían responder a su pregunta.
—Iremos a una misión.
—¿Sin mi? —. Su tono sonaba indignado, como si consideraran que no estaba capacitada —. Iré a alistarme.
—Tu no irás —. Le dijo el hombre que creía su nombre era Sam, no había interactuado nada con él, al instante sus cejas se juntaron.
—¿Cómo por qué? —. Preguntó a la defensiva.
—Lo siento Cissy pero no podrás ir esta vez, además de que aún no te recuperas.
—Eso nunca me ha impedido trabajar Romanoff —. La pelirroja se dió cuenta del tono de sus palabras, haciéndole saber que estaba enojada con ella.
—Son órdenes de Fury, lo siento Nina —. Los puños de Narcissa se apretaron cuando escuchó que la orden la había dado Fury, se dió media vuelta y se marchó, diciendo cosas como; ojo loco, parchado, pirata calvo, ciego de mierda, entre otras cosas.
Los demás se apresuraron en salir de la casa, temiendo que si tardaban demasiado tal vez la chica se apareciera para hacer una escena.
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Narcissa se puso con cuidado su conjunto, consistía en un pantalón de mezclilla, un suéter negro suelto con cuello de tortuga y chaqueta del mismo color, no estaba muy segura de lo que iba a hacer, pero ese sentimiento solamente no se iba y se quedaba anclado en ella, como las garras de un León, se miró en el espejo y se maquilló un poco, estando presentable. Ocultó las grandes ojeras que siempre estaban de intrusas debajo de sus ojos marrones, contorneó su nariz, enchinó sus pestañas, se puso algo de rubor y un labial color rojo mate. Pensó en cambiar su chaqueta por un abrigo y viendo el gran ventanal decidió que sería una buena opción, afuera estaba lloviendo a cántaros, y se podía sentir desde el interior de la casa que estaba haciendo frío. Cambió su chaqueta por un abrigo negro largo hasta los muslos, tomó una bufanda del mismo color y se puso sus botines.
