22| "¡Quédate quieto, Peter!" (ii)

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El plan era este, esperarían cinco minutos más hasta que se abriese la puerta

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El plan era este, esperarían cinco minutos más hasta que se abriese la puerta. Peter tenía un horario para cada cosa que se debía hacer en el día, se suponía, que a esta hora él estaría trabajando en mejorar el suero. Como si lo hubiesen raptado para hacer de rata de laboratorio. Aunque la realidad se acercaba mucho a eso.

—No me puedo creer que esta sea mi primer misión —. Se jaló el cabello y dejó salir un grito ronco de frustración —. Fury me ha confiado esto y la he cagado.

—¿Con esa boca besas a tu madre?

—No tengo madre —. Narcissa levantó las cejas.

Jaja, yo tampoco —. Peter trató de aguantarse la risa que amenazaba a con salir de su caja torácica pero al final no sirvió de nada. Narcissa miró su reloj y se paró del suelo —. Ya vienen.

Las pisadas no tardaron en hacer eco en el pasillo, esas fueron las únicas audibles así que supuso que era solo un tipo.

—¡Niño! —. Los golpes se hicieron presentes en la puerta de metal —. Aquí está tu comida.

Narcissa le hizo señas a Peter de que se quedase pegado a la pared y eso fue lo que ambos hicieron. La puerta se abrió lentamente y el guardia se confundió cuando no vió a Peter detrás de esta.

—Niño —. Dió pasos por el laboratorio hasta la mesa donde se suponía que se encontraba el suero y dejó ahí la bandeja.

Narcissa le hizo señas a Peter de que esperase afuera, ambos caminaron de puntillas en direcciones opuestas. Ella hacía el guardia y Peter fuera del laboratorio.

—En el baño, quizá —. Narcissa le hizo una llave rápida al cuello, el hombre se puso rojo casi al instante mientras golpeaba los brazos de Cissy en un débil intento por conseguir aire.

—Shh, shh, es hora de dormir capitán pantaloncillos.

Tomó las llaves que colgaban de su cinturón y salió del laboratorio cerrando la puerta detrás de ella con llave.

—Ahora, todo está a oscuras, tú te quedarás detrás de mi en todo momento. ¿entendido?

—Si, está bien —. Narcissa sacó su pistola pero no encendió la linterna y comenzó a andar con Peter detrás de ella —. Ellos tienen mi traje.

—¿Dónde?

—No lo sé, no he salido de ese laboratorio en días —. La chica sintió un pinchazo de remordimiento por haberse alegrado de que no fuese a las vacaciones y suspiró.

—Lo buscaré.

Narcissa veía a todos lados, asegurándose de que el paso estuviese libre para avanzar.

Agente Brown, ¿Qué está pasando allí adentro? No tengo visualización.

—Yo tampoco. El objetivo está a salvo señor, nos movemos para traslado.

Etéreo | Bucky Barnes, Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora