𝗘𝘁𝗲́𝗿𝗲𝗼- "Extremadamente delicado y ligero, algo fuera de este mundo"
Narcissa Brown es una de las mejores agentes de SHIELD, (por no decir la mejor), fue utilizada en experimentos de pequeña por la "compañía rival" llamada Hydra, quienes le...
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El equipo de investigación había tenido mucha suerte cuando Andrew llegó al establecimiento, el abuelo de Narcissa era un rastreador en toda la palabra y él se había asegurado de encontrar la base en tiempo récord. Después de la misión de localización él le entregó fotos a Narcissa, para que pudiera ver dónde se encontraba, estaba situada en una playa, dentro de una montaña, para su fortuna de la montaña sobresalía una plataforma de carga, donde había un helicóptero aterrizado. Podría subir por ahí si se lo proponía.
—Gracias,—Dijo guardando las fotos en un archivero—. Esto es muy útil en verdad.
—No hay de que —. Mientras Narcissa estaba ocupada con los códigos el no podía dejar de mirarla, no podía dejar de pensar que era la réplica exacta de su madre.— Yo...
—No tienes que decirlo, estoy muy consiente que si hubieras podido nos habrías acogido a mi y a Johnatan —. Su abuelo asintió con tristeza en la cara, dándole la razón.— Bien, es hora de trabajar.
Narcissa se dió la media vuelta y salió de la habitación agradeciéndole al equipo, topándose con un hombro que le golpeó la frente.
—Lo siento — Se apresuró a decir el hombre—. ¿Estás bien?.
Narcissa se sobó la frente y rió al darse cuenta que era el mismo hombre del elevador. —Si, lo lamento, fue mi culpa.
—¡Vaya!, pues si tú eres la de los dos novios —. Le echó un vistazo a la puerta tras de ella e hizo una mueca—. ¿No estarán contigo, verdad?, me temo que no puedo contra dos al mismo tiempo.
Narcissa rió y negó.— Ellos no están aquí. Bueno, tengo trabajo que hacer, nos vemos.— El hombre saludo con la mano y Narcissa se apresuró a caminar hasta el ascensor, donde una mano lo detuvo nuevamente. —Maldición —. Dijo en voz baja.
—Se me olvidó que yo iba en la misma dirección.
Narcissa le sonrió forzadamente y ambos esperaron hasta descender al nivel principal, donde las puertas se abrieron y el hombre salió dándole una mirada por el rabillo del ojo. Si ella tenía suerte, —lo que últimamente no estaba a su favor—, él no sería un espía o informante de Ethan, que le comentaría en qué hotel se alojaba e incluso qué ropa traía puesta. Las puertas volvieron a cerrarse y el ascensor descendió hasta el piso subterráneo, donde Narcissa se subió a toda prisa a la camioneta y arrancó hacia la playa.
La carretera del acantilado le permitía ver lejanamente la base, donde varios helicópteros iban entrando en la zona, como si estuviesen en estado de emergencia. Narcissa pensó que o era el súper espía del ascensor, o Ethan les había comentado sobre su visita en el restaurante. Se acercó al bosque, donde podía ver las aspas de los helicópteros entrar y salir de la base. Se bajó de la camioneta y tomó su pluma táctica, no tenía intenciones de matar a nadie. Caminó despacio entre las hojas, ocasionando que algunas crujiesen bajo sus pies.
