INFIEL 〰️YOONMIN〰️

51

7:30 pm

El feliz matrimonio Kim alistaban los últimos detalles, la comida ya había llegado, cortesía de la señora Soora, la cual había puesto a entera disposición su restaurante y a sus mejores chefs, apreciaba mucho a Jimin, a pesar de conocerlo escasamente aquel jovencito le agrado desde el primer momento en que hablaron, y por ello quería darle un detalle de su parte y que mejor que uno de los platillos exclusivos de su restaurante, los cuales no eran para nada económicos, no por nada poseía una de las cadenas más grandes de restaurantes en toda Corea.

— ¡Kim Namjoon! No toques nada, deja que los señores se encarguen, por algo les estoy pagando — reprendió Soora.

Kim Soora no era de esas señoras superficiales las cuales se creían las reinas del mundo, no, ella era una mujer sencilla, humilde, porque no olvidaba sus inicios, no olvidaba lo difícil que fue conseguir todo lo que ahora posee, desde que el padre de Namjoon los abandonó se planteó una meta, y esa era que a su pequeño niño destructivo no le faltara nada, ella sería madre y padre para su pequeño, ahora, no tan pequeño, retoño

Pero ahora mismo, al ver cómo su hijo rompía toda la vajilla que tocaba no tuvo más opción que decirle de una manera más sutil que no se metiera.

Namjoon algo sonrojado acató la orden de su madre y se fue al interior de su gran casa, iría a hacerle compañía a su esposo.

Al entrar se dirigió a la sala donde pudo divisar a su Jinnie sentado mientras leía un libro, probablemente el último que él le había obsequiado en su cumpleaños número 33.

— Mamá ya te reprendió ¿verdad? — se burló Jin mientras cerraba su libro.

— ¿Cómo...

— Somos almas gemelas, aunque suene cursi mi alma esta conectada a la tuya Monni~ — dijo dulcemente, mientras abría sus brazos para que su esposo se acercara a él.

Nam no se hizo de rogar y tomó asiento a un lado de Jin para luego recostar su cabeza sobre el regazo, teniendo sumo cuidado con el vientre abultadito de de este, Jin por su parte dejaba leves caricias en el cabello de su moreno.

— Aún no se como disculparme, tengo un discurso anotado que logré sacarlo de algunos vídeos de YouTube.

Jin soltó una carcajada y simplemente negó con su cabeza.

— Amor, tiene que ser algo que tu sientas, algo que salga de aquí — señalo el pecho de Namjoon — las mejores disculpas no requieren de muchas palabras, aveces la intención es lo que más cuenta — dicho eso sonrió.

El moreno sonrió y se levantó cuidadosamente del regazo de su esposo, posó su vista en el perfecto rostro de Jin y empezó a examinarlo cuidadosamente, acercó sus manos hasta una de las mejillas contrarias y empezó a dejar leves caricias, Namjoon agradecía todos los días de su vida al destino, por haberle guardado tan tremendo regalo, Jin era simplemente perfecto sabia usar las palabras correctas para hacerlo sentir reconfortado y seguro.

— Te amo — dijo antes de juntar sus labios con los de Jin en un beso cálido y tierno.

Soora veía todo desde el umbral de la puerta nostálgica, sin duda le hacía muy feliz ver a su hijo sonreír genuinamente, pero... su bebé destructor ya era todo un hombre, uno muy apuesto y caballeroso, pareciera que fue tan solo hace unos días en los que este llegaba llorando porque Kim Taehyung le hacía jugarretas infantiles para alejarlo de su Jinnie, ahora ya estaba casado y muy pronto formaría una familia.

Y aquellos pensamientos que tanto la abrumaron en las últimas semanas llegaron, ella se quedará sola, se había dicho a sí misma que después del nacimiento de su nieta se iría de la casa de su hijo, no quería ser mal tercio en la linda familia que su hijo estaba creando.