Melodía de preguntas incomodas [Cap. 29]

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Hayley

"Se fueron solos, pero no debería de importarme."

"¿Qué estarán haciendo?"

"Ethan es conocido por su fama de seductor y Casanova."

"Será que están...... no Hayley, no pienses nada de eso..... Aaaahh!"

Mi mente seguía divagando mientras íbamos camino a casa, por suerte Maia estaba absorta de nuevo en sus pensamientos y no se había fijado en mi en todo el camino, de reojo la observaba lo curiosa y linda que se miraba tras el volante, por su altura había tenido que poner un cojín para poder manejar, era en verdad adorable, al menos ante mis ojos siempre me lo habia parecido. Ya me había acostumbrado a su personalidad cambiante, a que después de reconciliarnos y pasarla bien juntas ella se volviera un poco distante y fría, como si le diera mucha vueltas a su cabeza teniendo tantas cosas que descifrar en su mente, o al menos así es como la veía. Había desechado la idea de preguntarle qué es lo que le pasaba, ya que antes cuando lo había hecho las respuestas eran las mismas.

"Nada."

"Tengo trabajos que hacer."

"La tesis me absorbe."

O en todo caso la que más me dolía.

"Que te importa."

Llegamos a mi departamento pensando en que bajaría y estaría conmigo un poco más, se voltea hacia mi para estirar su brazo y abrirme la puerta para que baje haciéndome una pregunta que hace que se me erice la piel.

<<— Hayley, ¿crees que sea una buena novia?

– ¿Por qué me lo preguntas? Si no hubiera sido por el mal entendido en la cafetería no hubiéramos discutido, además crei que ya lo habíamos arreglado y estábamos bien.>>

Puedo ver como sus manos aprietan el volante, suspira y luego voltea hacia mi hablando por señas.

<<— ¿Vas a responder mi pregunta o no?

— No sé lo que es ser una buena novia, porque no creo que lo sea.

— No estamos hablando de ti, ¡Demonios! — comienza a alterarse haciendo tocar el claxon cuando golpea el volante — por una sola vez. No estamos. Hablando. De ti.

— Bien. Si a eso te refieres me gustaría que al menos me dieras los buenos días o un Hola mi amor, por muy cansada que estés, y por lo que veo no irás a trabajar.

— No iré ni a la escuela, es mi día libre.>>

Me miente, se que esta de cruda por irse con sus amigos de fiesta en la noche, pero no digo nada para no hacer más grande el problema.

<< — Además en la facultad tomaron un puente de varios días

— ¿Ya fuiste por tus estudios?

— No me cambies la conversación Hayley, preocúpate en ti, no en mi ahora y será mejor que tengamos esta conversación después, no quiero conducir molesta

— ¿Ya no me quieres?

— Bajate Hayley, hablemos luego. >>

Me bajo del auto con el corazón hecho añicos mientras siento que la vida se me va en esa discusión, no se cuál sea su problema, le doy su espacio, la apoyo en todo lo que puedo pero aun así no le es suficiente. Mi mente comienza a dar vueltas buscando el momento en el cual caímos a esto. He dejado todo por ella, mis padres, los cuales me dieron la espalda al enterarse que era lesbiana y estaba enamorada de una chica, mi madre le rogaba a mi hermano que me convenciera de dejarla y así podría quedarme en casa mientras mi padre echaba todas mis cosas en una maleta.

Maia es mi punto débil, se ha convertido en mi talón de aquiles y ahora con esa actitud fría y arrogante, solo debo prepararme para lo peor. Pero me asusta, me asusta perderla, temo no poder seguir adelante si ella no se encuentra a mi lado.

No sé en qué momento entre a mi departamento, solo se que estaba completamente sola, era la única alma en este enorme lugar lo que hizo que explotara por completo. Camino hacia la sala tomando el florero que estaba cerca del sillón estrellandolo al piso, luego tomo la lámpara haciendo lo mismo comenzando a lanzar cojines y todo lo que se me ponía en frente.
Me dirijo a la cocina buscando en la alacena alguna botella de licor pero no encuentro nada, decido adentrarme al cuarto de Ethan tomando dos de sus botellas que escondía en su buro. Comienzo a beber manteniendo la vista fija en la ventana, puedo ver los relámpagos cuartear el cielo, abro las ventanas dejando entrar el aire frío y la lluvia inundar los sillones y el suelo. Nada me importa en este momento. No sé cuánto tiempo pasa pero de repente siento como insano me jala para después tomarme en brazos, el rostro de Ethan aparece ante mi con el seño fruncido y con la mirada preocupada. Esta bastante molesto moviendo sus labios a lo que parece estar gritando, como si pudiera escucharle, lo que provoca que suelte una pequeña risa haciéndolo enfadar aún más. Me lleva a mi cuarto comenzando a sacarme con una toalla, trata de hablarme en lenguaje de señas pero estoy demasiado borracha como para responderle. Amy aparece por la puerta y me tapo el rostro para que no me vea así. Las lágrimas aparecen una vez más en esta fria noche sintiendo como la mano de Ethan toca mi cabeza mientras me encuentro sumida en mi propia miseria.

¿Y si hacemos música?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora