Melodía Egocéntrica [Cap. 25]

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Maia

Observo los mensajes de mi celular mientras como un poco de fruta picada. Hayley se ha estado divirtiendo con la chica nueva. He querido preguntarle como es físicamente pero mi ego no me permite sacar mis verdaderos sentimientos. La tesis y los trabajos de la universidad me tienen más ocupada de lo normal que ni ganas de responderle me da, como hoy, que no pude avisarle que no llegaría temprano como habíamos quedado, pero me había quedado dormida por haber salido anoche con unos amigos del trabajo a beber. A veces quisiera que Hayley también se divertiera como lo hago yo, pero no lo hace, se mantiene encerrada en su estudio trabajando en su música mientras mantiene su atención puesta en mi, aunque yo no haga lo mismo que ella.

Recibo otro mensaje de Hayley mientras los anteriores los había dejado en visto. Recojo los platos y los pongo en el lavavajillas tratando de no divagar mi mente. Pero mientras los platos comienzan a lavarse mi mente comienza a trabajar, invadiendome pensamientos nada positivos en la cabeza.

"¿Como será esa chica Amy?"

"¿Será alta y voluptuosa?"

"¿Al pasar tantas horas juntas comenzarán a sentir atracción mutuamente?"

No, no puedo pensar eso. Ella tenía un novio quien la engañó, y Hayley solo tiene ojos para mi. ¿Por qué de repente se me ocurren este tipo de pensamientos? Pero sobre todo...

"¿Por qué si amo con locura a Hayley no puedo expresarle realmente cómo me siento y lo loca que me pone el solo pensar que pudiera estar con alguien más o si alguien se fija en ella?"

Tomo el celular leyendo los nuevos mensajes que mi novia a dejado para mi.

Hayley: 🥺 me visteaste
Hayley: amor, ¿por qué no me respondes?, tengo tantas cosas que contarte pero no puedo si solo me lees y no me dices nada.
Hayley: quiero saber si nos podremos ver hoy. Te extraño
Hayley: 👀🍿

Me gusta cuando deja mensaje lindos para mi aunque no le responda y sobre todo, no lo merezca. Siempre he sentido que no la merezco, que alguien tan dulce y amable como ella debería estar con alguien que la cuide y que comparta sus gustos y su pasión, pero... el simple hecho de que eso pueda suceder me llena de enojo, rabia y celos.
Decido escribirle sabiendo muy bien que ella está al otro lado observando la pantalla mientras espera mi respuesta.

Yo: puaj... deja de mirar fijamente mi Chat acosadora.

Hayley responde casi al instante. La conozco demasiado bien como para poder saber sus acciones.

Hayley: ¿cómo sabías que me quese mirando el celular? ¿Puedes verme a través de la pantalla? 😮

Yo: acabas de responder en fracción de segundos y podía ver tu conexión, boba ¿no te avergüenza acosar a tu novia?

Hayley: no se le puede decir acoso si es mi novia 😏

Yo: tienes suerte de que te ame, no te demandare

Hayley: me gusta cuando me dices que me amas.
Hayley: pero dime, ¿nos veremos hoy? Tiene mucho tiempo que no nos vemos, ya quiero llenarte de besos, mimos y sobre todo quiero abrazarte y estar aunque solo sea unas horas a tu lado.

Yo: iré más tarde, ayer salí con unos amigos y estaba demasiado cansada para levantarme temprano, por eso no llegué como habíamos acordado.
Yo: ya llegaré cuando tenga que llegar. Nos vemos.

Hayley: Te esperaré mi amor ♥️

También quiero verla, me muero de ganas de verla y besarla y sobre todo que me haga olvidar y reír con cada locura que se le ocurre. Cuando siento su piel con la mía me hace sentir viva, llena y completamente plena, me olvido de todo y todos mis problemas se desvanecen. Estar con ella me ha abierto a conocer lo que en realidad es la felicidad y el amor, pero no puedo, no puedo cambiar mis planes por todo esto que estoy sintiendo, ni mi manera de pensar o lo que quiero lograr en la vida.

"NADA ES PARA SIEMPRE"

Es lo que siempre le digo y me repito constantemente. Ahora estamos juntas, pero el futuro es incierto.
Ella es el amor de mi vida pero siento que en el transcurso del tiempo no tendré suficiente tiempo para ella, y se convertirá en un obstáculo en mis metas. Llevo dándole vuelta a esto por meses, pero no se que decirle, ni que excusa poner para que no me siga esperando más. Ella tiene su mundo, sus metas y su carrera en la música, y se perfectamente que sus amigos me odian porque ella dejaría todo por mi si se lo pidiera, ella lo haría sin titubear y todos ellos palñirian. Pero por muy tonto que suene, la amo si, pero no la quiero a mi lado. No ahora.

Tomo mis cosas sin pensar nada más, si lo hago probablemente terminaré con dolor de cabeza y sin ganas de querer verla. Pido un Uber y envió un mensaje diciéndole que voy para allá.
El camino se hace largo y cuando llego al departamento no espero toparme con una chica de piernas largas, piel blanca y visiblemente suave, con un cabello ondulado color cobrizo que la hacía lucir hermosa. Al igual que yo, ella se sorprende y me mira de pies a cabeza.

Es mucho más alta que yo, así que tengo que levantar el rostro para poder hablarle.
Trato de sonreírle y está lo más natural que puedo, pero esto provoca que ella me mire con desconcierto, me presento e intuyo que ya se dio cuenta de mi sordera (no tan grave) por las señas que hago al momento de hablar. A diferencia de Hayley, a mi si me gusta hablar.

Es más que obvio que no me esperaba, y por su evidente sorpresa puedo sospechar que ella trae algo más y no descansaré hasta lograr saber lo que es.

Me adelanto a los hechos y le hago la pregunta que resolverá mis dudas.

— ¿Te gusta Ethan?

– Ah!!

— Pregunte si te gusta Ethan — le vuelvo a repetir

Su desconcierto me dice que no se lo esperaba y posiblemente no le atraiga como la mayoría de chicas que han pasado por este apartamento y a quienes a cada una les he hecho la misma pregunta. Pero para eso tendré que asegurarme 100%. Hay algo raro en ella y solo se que no me gusta nada.

Al entrar a la habitación de Hayley ella me recibe lanzándose a mi con una gran sonrisa y a besarme el rostro tal y como lo esperaba. Beso sus labios parandome de puntillas proclamando la mía mientras la rodeó con mis brazos pegandome a ella. Hayley es mía, se que ella es mía y no lo será de nadie más por muy egoísta que suene.

En esos instantes los pensamientos sobre dejarla ir se desvanecen y la proclamo mía.

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En la foto de arriba aparece Amy.

¿Y si hacemos música?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora