20. Flor marchita

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Emma

- ¿Nos puedes recoger a Michelle y a mí?

- Claro, ¿dónde estáis?

- En... Comisaria.

Esa fue la llamada que habíamos tenido Ashley y yo hace unos 30 minutos, ahora, al fin les había podido sacar firmando como si fuese su hermana mayor.

Menos mal que el policía que tenía guardia esta noche parecía cansado y no estaba muy puesto en su trabajo, y no puso ninguna pega.

El rostro de Lucy y Jessie, cuando las vi en la entrada al llegar, era muy distinto el uno al de la otra.

La primera estaba totalmente blanca y no dejaba de morder sus uñas, mientras la segunda no podía dejar de reír, aunque lo intentase, una sonrisa se quedaba en su cara.

- Es que... Joder, las primeras criminales del grupo - Le comentaba a la de pelos rizados y reía más, mientras la otra le miraba sin ningún rastro de risa.

Cuando las dos protagonistas de la noche salieron, Lucy se abrazó fuertemente a ellas, y seguido comenzó a regañarles como si de su madre se tratase.

- ¡¿Qué habéis hecho?!

- Eso, haberme avisado jo - Comenta Jessie risueña.

Yo solo asisto a la conversación de esas amigas con una sonrisa, aunque hubiesemos coincidido poco, conocía a cada una mejor de lo que se suponían por todo lo que me contaba Ashley de ellas.

Eran muy buenas, "las mejores" como decía Ash - aparte de que todas eran puto preciosas - y me alegraba pensar que mi amiga estuviese siempre cuidada y querida por ellas.

Pero sin embargo, Michelle me había estado escribiendo estos últimos días de lo triste que la veían, y que no sabían cómo animarla aún intentándolo las tres.

Había decidido hablar con ella, sabía que conmigo si se abriría, ese era el punto fuerte de nuestra amistad: Desahogarnos con la otra.

Nos entendíamos a la perfección, en todos los casos siempre lo habíamos hecho, y esta vez también sería así.

- Mama I'm love with a criminal - Canto pasando un brazo por los hombros de la pelinegra, le quedaba muy bien su nuevo cambio de look.

Ella me da una media sonrisa y me agradece que haya venido a por ellas.

- No es nada, pero ahora te vienes a mi casa.

Alza una ceja y al ver mi mirada fija, entiende el motivo de ello.

Suspira y asiente, abrazandose a mí.

Parecía cansada, pero también sabía que después de todo lo ocurrido había entrado en razón de que lo mejor era soltar todo lo que llevaba guardandose.

Ash es una chica inteligente y fuerte, acabaría superando este bajón como ya lo hizo una vez.

Ashley

¿Cómo le explicas a tu madre que has empeorado y necesitas de nuevo ayuda psicológica?

Que te vuelves a sentir mal, vacía, y ya no solo física, sino también emocionalmente.

Esas preguntas habían estado en mi cabeza durante estos días, pero Emma, como siempre, me dio la mano y me animó a dar el paso y buscarles una respuesta.

- Ni siquiera le he dicho que lo he dejado con Noah... Y se puede decir que eso es el principio de todo.

- Pues también se lo tendrás que decir - Afirma y se me escapa un suspiro - Ashley, la gente que te quiere merece saber lo mal que te sientes, porque solo te queremos ayudar. Además, si una vez funcionó, otra también lo hará.

Asiento lentamente.

Era lo mejor, ya había confiado en mi madre y Martha y aquello funcionó con éxito, necesitaba hacerlo otra vez.

Con el corazón en la garganta, me atrevo a enviarle el poema que escribí la otra noche.

Se titulaba: "¿Es normal?" y en él explicaba todo mi interior, mis sentimientos de estas samanas, lo que nadie ve.

El no creer motivos para sentir esta profunda tristeza, la manera de intentar evadirla pero quedandose en vano al soltar las lágrimas todas las noches hasta quedarme dormida...

Ya tenía mi propia respuesta: No, no era normal y no me estaba haciendo bien.

Y por eso estaba dando este gran paso, dándole a enviar aquel mensaje.

...

Al día siguiente, hablé con mi madre.

Decidimos que volvería a ir a ver a Martha.

Se lo comuniqué a Lucy, Michelle y Jessie, y les pareció genial, ellas también veían que fuese lo mejor.

También recibía mensajes de Emma y Marta diciéndome que era muy fuerte y que podría de nuevo con ello.

"No se... Creo que ya no queda ni un pétalo de girasol en mí"

Le envío a "Martita🌻"

"Por supuesto que hay rastros. Puede que el que tenías se haya marchitado, pero aún quedan las semillas de otro y ahora solo necesitas regalarlas ♡"

Sonrio al leer ese mensaje y me lo pongo en favoritos.

Todos los conceptos de nuestros girasoles me gustaban y sacaban lo mejor de mí.

Tras hablar con ella me di cuenta que tenía razón, que ahora era una flor marchita pero volvería a levantarme siendo regada por mi psicóloga, y me volvería a ver preciosa.

Comenzaba de cero.

...

El último pensamiento sobre ti

Mi madre me dice que nunca le cuento nada, pero que siempre
me lo nota en la cara

Y al igual que en sus días
veía mi sonrisa mientras te hablaba,
y le acabé diciendo lo feliz que me hacías

Estos días me ha notado apagada,
y le he acabado contando el final de esta historia

El daño que me has hecho,
y el que puede que yo
te haya hecho a ti

Como te tuve que dejar ir,
y ahora me cuesta seguir

Le he contado todo lo ocurrido,
igual que un día, ilusionada,
le conté lo mucho que me gustabas
y como no podía dejar de pensar en ti

Pero eso ha pasado y todo ha cambiado

Me he prohibido volver a pensar en lo que dijimos o dejamos de decir, y ahora me obligo a pensar, por primera vez, en mí.

- - -

Y así comienza el florecimiento de Ashley :)

Os prometo que a partir de ahora todo no será tan triste ni sobre el mismo tema, porque os recuerdo que...

En esta novela los única protagonista no era Ash, también sus queridas amigas;)

Pd: Espero que os haya gustado el escrito del final, es muy personal e importante para mí, basado en la realidad.

La historia que nunca quisimos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora