La historia que nunca quisimos

38. Serpiente

Jessie

Mientras mis amigas estaban con sus ocupadas vidas más su tiempo demasiado largo de estudio por querer ser una científica, una psicóloga y una abogada...

Yo estaba rascandome la barriga, literalmente.

Aunque después cuando me quedase pobre no agradecería el haber querido dedicarme a ser fotógrafa, ahora sí lo hacía y mucho.

Además, me iría a vivir con Michelle que será millonaria, no hay ningún problema.

Pero se que no pasará porque seré la mejor fotógrafa de todas, ¡o paparazzi!

Se de alguien que me daría todo el dinero del mundo por unas fotos de Harry Styles... Y aparte lo tenía, la puta rica de Lucy.

Así que con cero preocupaciones, me seguía rascando la barriga mientras miro instagram.

Hasta que recibo un WhatsApp de Yonki😒, es decir, Devin.

"Ya he terminado de estudiar, ¿nos vemos?"

Dice su mensaje.

"Ah, ¿soy el segundo plato?

" Al contrario, eres el premio ;)"

Se me dibuja una sonrisa rodando los ojos y acepto salir con este idiota, me había cansado de estar sola y aburrida en casa.

Aunque estar tirada en el sofá rascandote la barriga fuese muy cómodo.

...

Me puse lo primero que pillé cuando Devin ya estaba en mi puerta, pasaba de arreglarme antes de tiempo.

Por lo cual protestó y solo sumó un punto más para que la próxima vez lo vuelva a hacer.

Pero con un beso se había relajado, era demasiado fácil quitarle el enfado.

- ¿Y qué quieres? - Pregunta refiriéndose a qué podemos hacer, o qué quiero comer...

Pero yo inconscientemente suelto lo que realmente quiero.

- Pues quiero una serpiente.

- ¿Una serpiente? ¿Estás loca? - Pregunta mirándome algo escandalizado.

- No, simplemente son la hostia.

- Me parece que estas demasiado obsesionada con Riverdale... ¿No sería mejor una de las chupas de cuero? Aunque sean caras de cojones.

Niego con la cabeza.

- No es por obsesión, simplemente me gusta, no todo el mundo tiene una serpiente al igual que se tiene un perro o un gato... Y quiero marcar diferencia.

- No tranquila, si diferente ya eres... - Bromea ganandose un puñetazo en el brazo por mi parte - ¡Porque eres única! ¡Imprescindible en mi vida! - Dramatiza como si fuese todo un romeo, haciéndome reír.

- Pues tú no lo eres tanto en la mía, así que cuidadito con lo que dices - Digo señalandole con el dedo.

- ¿Ah no? Y ahora quien te regalará una serpiente...

Mis ojos se agrandan.

- ¿Me vas a regalar una? - Pregunto ilusionada.

- No se yo, pero sin duda alguien imprescindible en tu vida lo haría...

- Y un idiota enamorado de mí también, ¡y vaya que causalidad que tú eres uno! - Exclamo y es él el que acaba riendo, perdiendo el juego.

- Primero veré donde puedo conseguir una - Dice pensativo.

Mi corazón salta con la idea y me animo mucho más.

¡¿IBA A PODER TENER UNA SERPIENTE?!

- Fácil, igual que la droga, hablas con un amigo de Axel y listo.

Rie y pasa un brazo por mis hombros.

- Axel mola mucho.

- Que suerte tiene Ashley, ya me podría haber tocado a mí un novio que molase tanto... Seguro que así tendría una serpiente en el mismo día.

- Conmigo en el mismo día no... Pero la tendrás - Habla en serio y mirándome a los ojos.

Mi corazón no se puede resistir a derretirse, y sonrio por lo tierno que puede llegar a ser.

- ¡Seremos los mejores padres que una serpiente puede tener! - Digo sonriente y le doy un beso en agradecimiento por aguantarme y consentirme tanto aún siendo "especial".