28. No me digas que...

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Lucy

El primer día de la vuelta de las vacaciones de Navidad tuve que faltar, me encontraba fatal.

Seguramente sería la resaca, aunque hubiese bebido poco, mi cuerpo no estaba hecho para el alcohol.

Mis padres tenían que trabajar al igual que mis hermanos. Mi madre se ofreció a cogerse el día de descanso para cuidarme, pero Harry se adelantó y dijo que él faltaría a la universidad para cuidar de mí, que los primeros días después de las vacaciones no solían hacer mucho.

Lo que hizo que mis padres miraran con mejores ojos a mi querido novio, y a mí estar más animada y feliz.

Aunque por ello los vómitos aún así no terminaban de irse.

- Lo siento... - Me vuelvo a disculpar.

Me sentía culpable de que tuviese que agarrarme del pelo y aguantar incluso esto tan desagradable.

- No te disculpes más, en serio, ¿acaso tu has querido estar así? - Niego con la cabeza, como si fuese una niña que está siendo regañada - Pero yo si he elegido estar aquí contigo, porque me gusta cuidarte.

Sus palabras me hacen sonreír, era experto en hacer latir a mi corazón alegremente.

Decidimos coger un cubo por si vuelvo a querer vomitar, no tener que correr hacia el baño.

Y así más seguros, nos ponemos a hacer un maratón de películas Disney.

- Es lo que siempre hago cuando me pongo malísima, como con el primer día del periodo - Le explico a Harry acomodandome en sus piernas.

Él me sonrie y empieza a acariciarme el pelo.

- Tal vez es eso, o que comiste algo que te sentó mal.

Asiento y me sale una sonrisa por sentir sus caricias en mi pelo mientras veo como se dibuja el castillo de Disney en la pantalla.

Toda una fantasía.

- O... Te lo estás inventando todo para quedarte en tu casa viendo Disney con tu novio- Bromea y yo me quejo.

- Oye nooo.

Él rie y me da un beso en la mejilla, luego alza la barbilla para indicarme que la película está por comenzar.

Sonrio ampliamente y le presto atención a la televisión, vuelve a reír, seguramente por mi ilusión de niña pequeña.

Ashley

La pequeña Lucy había faltado a clases por la resaca, de verdad que su aguante era todo lo contrario al mío.

- Simplemente algunas estamos hechas para beber... - Comienza a decir Michelle

- Y otras lo están para ser las madres del grupo - Finaliza Jessie y rio dándoles la razón.

En solo un día que no estaba Lucy para cuidarnos, Michelle se le había revelado a una profesora, Jessie le había metido un puñetazo al chico con el que estuvo discutiendo por WhatsApp la noche antes de entrar al año nuevo y yo me había saltado unas cuantas clases para estar enrollandome con Axel.

Eran cosas que las podías definir como: La hostia. Pero para tener ese efecto debían de suceder pocas veces, y esas veces era cuando Lucy faltaba y no estaba para controlarnos y cuidarnos.

- Bueno, ¿os venís a verla después de clases? - Propongo.

- Que va, tengo que seguir con mi misión de descubrir que me intenta ocultar Devin - Responde Jessie y rio negando con la cabeza.

- Va a venir Jack a casa - Anuncia Michelle sonriente.

Ambas nos sorprendemos y alegramos, a mi amiga le había costado poder llegar a algo tan simple como llevar a tu novio a casa por la mente fija (y antigua) de sus padres, pero al fin lo había conseguido y se demostraba en su amplia sonrisa.

Yo por mi parte todavía no le había dicho a los míos que estaba en otra relación, pero creo que lo podían sospechar por la sonrisa tonta que a veces me delataba al estar mirando la pantalla del móvil, y también por algunas fotos que habían podido ver en redes sociales de Axel y mías.

Mis padres eran todo lo contrario a los de Michelle.

- Pues nada, aquí se demuestra quien cuidará de mamá cuando esté viejita - Bromeo y ellas ríen.

Las tres acabamos decidiendo que iré yo sola a ver a nuestra mommy, pero que le daré recuerdos de parte de ambas.

...

- ¡Eh! Venga, devuelvemelo

El graciosillo de mi novio me había quitado mi gorro negro que tenía bordado Lil Peep, y se lo había acabado poniendo él.

La verdad le quedaba muy bien...

- Quizás cuando me llegue el mío de Hellboy, mientras me quedaré este - Responde a mis quejas con una sonrisilla.

- Acepta que a mí me queda mejor - Digo egocéntrica y rio.

- Eso jamás - Empieza a correr y yo voy detrás suya para intentar volver a coger mi gorro.

Me acabo subiendo a su espalda y haciéndole pagar por hacerme correr, poniéndole las manos en los ojos para que no pueda ver.

- Bueno, si caigo, caerás conmigo - Comienza a dar vueltas mareandonos a ambos.

- ¡Muy poético pero no en esta situación! - Me quejo pero rio agarrandome fuerte a él - ¡Axel ya! - Grito cuando no puedo más y me bajo de sus espaldas apoyando de nuevo los pies en el suelo, algo mareada.

Él, vacilante, me roba un beso.

- Perdón, culpa del mareo - Bromea con una sonrisa traviesa, la cual me hace reír.

Me acaba devolviendo mi gorro y ahora sí, nos centramos en llegar a la casa de mi mejor amiga.

...

- Solo han sucedido un par de cositas... - Le comento a Lucy mirando hacia un lado con una sonrisilla.

Al fin habíamos llegado a su casa y me había preguntado por todo lo que habíamos hecho en el día.

Harry estaba por irse justo cuando nosotros entrábamos, lo cual hizo que se fuera más tranquilo al ver que su novia enferma se quedaba con nosotros.

- A ver, ¿que habéis hecho? - Suena a toda una madre.

Le acabo contando cada cosa sin tener más remedio, esta vez no nos ganamos ninguna una regañina porque no es nada del otro mundo, ya está acostumbrada.

- Por cierto, Michelle tenía tarde familiar con Jack y Jessie está intentando resolver un conflicto con Devin, que supuestamente ya estaba resuelto pero... Bueno, ya les conoces. Pero esperan que te mejores, te echamos de menos.

La de pelos rizados sonrie ampliamente y entiende que no hayan podido venir.

- Pero hablemos de ti, ¿cómo estás?

- Algo mejor, de vez en cuando vomito pero al haber descansado he recargado las pilas - Explica asintiendo.

- A ver si te has quedado embarazada - Bromea mi novio, el cual está apoyado en una de las paredes moradas de la habitación de Lucy.

Ambas reímos hasta que veo el rostro blanco de mi mejor amiga, y su risa apagada al completo.

- Lucy no me digas que...

- Te lo tengo que decir. La última vez no usamos preservativo - Se da cuenta justo cuando se lleva una mano a la boca y sale corriendo al baño para vomitar.

La historia que nunca quisimos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora