Jessie
- Admiteme de quien son los mensajes - Le susurro sobre los labios.
- ¿De verdad tienes que sacar el tema ahora? - Pregunta con la voz agitada.
- Es para enfadarte... - Respondo con una sonrisa pícara acariciando sus abdominales.
- Eres mala.
- Muy mala - saboreo las palabras y me humedezco los labios, volviendole loco y haciendo que no pueda aguantar más las ganas de mí.
Me coge de ambas piernas y clava con fuerza sus dedos en mi piel.
Las enlazo a su cintura y le beso con pasión, restregando nuestras partes bajas.
Deja que ambos nos caigamos sobre la cama y yo sigo con mi juego.
- ¿Y tú? ¿Eres un chico malo? - Le susurro al oído - No me estarás poniendo los cuernos...
Coge ambas de mis muñecas colocandolas a los lados de mi cabeza y me mira a los ojos.
- No Jessie, joder - Dice totalmente serio.
Se ve tan sexy desde aquí de esa manera...
- Joder es lo que te hago yo a ti.
Consigo causar una sonrisa en su rostro rojo por la rabia.
- Ahora quien te va a joder soy yo a ti - Asegura besandome de nuevo sin soltar el agarre de mis muñecas.
Le muerdo el labio fuertemente y acabo sonriendo sobre ellos.
Él se lame la reciente herida sin preocuparse por ella, no era la primera y ni mucho menos sería la última.
Bajando nuestra ropa interior hasta los tobillos, se mete dentro de mí y entierra su rostro en mi cuello.
Escucho sus gruñidos de placer mezclandose con mis gemidos.
- ¿Así es como me jodes? Pues vaya... - Le provoco, y causa efecto.
Las venas se marcan en su brazo por la tensión y empieza a darme más rápido, más duro, más fuerte.
Así es como me pone a mil...
Le tiro del pelo para hacer que me mire, y acercar nuestras bocas.
Entre jadeos nos besamos, jugamos con la lengua del otro a la vez que estamos por llegar al orgasmo.
Si lo que siempre causabamos antes de follar rabiosamente era una guerra, el final de nuestros cuerpos desnudos y agotados era la paz.
...
Después de varias repeticiones Devin va a la cocina a por algo de agua, y justo cuando no está...
Suena una notificación.
El móvil está al lado mía, y sin esforzarme, puedo ver perfectamente de quien se trata.
Fijando la vista detenidamente, leo el usuario de Instagram en la pantalla y todo mi cuerpo se queda parado y confundido en ese momento.
El propietario del móvil entra por la puerta y me mira tranquilo, sin saber que yo ya soy consciente de la persona misteriosa.
Pero entre nosotros un secreto, o mejor dicho, un reproche, no dura mucho. Y sin aguantar más, lo suelto.
- ¿Por qué Noah es la que te envía mensajes?
Devin
Me quedo quieto.
¿Cómo respondía ahora yo a eso?
- No deberías de haberme cogido el móvil - Es lo único que se me ocurre para intentar escapar de esta.
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La historia que nunca quisimos
Romance⭒ Segunda Parte de "La historia que nunca tuvimos" ⭒ En la primera parte os conté una historia de amor, de sueños que jamás sucedieron. Esta vez será más cercano a la realidad. Leeréis rastros de un corazón roto y un alma perdida tras haber acabado...