La historia que nunca quisimos

18. Encerradas

Jessie

Se podría decir que estábamos teniendo una cita de esas cursis que se ven en las películas.

Parecida a la de Mi primer beso, cuando la chica perdió la virginidad con una manta tendida en el césped de un monte donde se ve unas bonitas vistas de noche y un idiota a su lado.

Pero tenía que admitir que tenía una parte de bonito, y que se lo había currado.

- ¿Contenta con mi regalo de cumpleaños? - Me pregunta con su media sonrisa.

- Si me compras un Burger King imposible no estarlo.

Que buena había estado la cena, aunque mi lado pervertido estaba esperando al postre...

Y parecía que el suyo también.

- Me alegro entonces.

Seguido, se acerca a mí y me besa suavemente, nuestras bocas sabían a menta suave por los chicles que había comprado Devin.

El estar conmigo le iba a acabar haciendo más inteligente.

Pongo mi mano en su nuca haciendo más apasionado el beso, y cuando él se acerca más a mí, tumbandome sobre la manta y yendo hacia mi cuello...

Suena el puto móvil.

Joder, ¿quién tenía que molestarme en este momento?

Resoplo y al ver que es Michelle decido responderle.

Es a la única que le tengo prioridad, ni a mi madre le hubiera contestado.

- ¿Qué coño quieres?

- ¡Jessie! Tía, ayuda, te necesitamos - Habla agitada, parece que está teniendo un ataque de ansiedad y apenas puede respirar.

- ¿Michi? ¿Qué mierdas pasa?

Michelle

Horas antes...

- ¿Las demás van a venir? - Me pregunta Lucy mientras coge bebidas y hace palomitas para ver algo juntas.

- Jessie está de cita.

- Y Ashley ha dicho que esta vez pasa - Responde ella haciendo una mueca.

Nuestra amiga no solía rechazar ninguna quedada, al contrario, era la que siempre podía sino era porque ya tuviese otros planes.

Pero sabíamos que últimamente estaba desanimada y solo quería quedarse en la cama, distraída leyendo o haciendo cualquier cosa... Simplemente lo aceptabamos.

- Pues solo tú y yo, pequeña Lucy - anuncio quitándome la sudadera de Jack que llevaba puesta y quedándome solo en la camiseta corta que tenía debajo.

- ¿Hace cuánto que no pasaba esto?

Se sienta a mi lado sonriente, poniendo el bol de palomitas en sus piernas.

- Entre que Jessie siempre está pegada a mí y Ashley a ti...

- Es más bien al revés - Me interrumpe y rie.

- Bueno, tienes razón. Pues casi desde que nos seguíamos llevando con Bea.

- ¡Joder! Entonces esto hay que celebrarlo, la primera tarde desde hace mucho tiempo del dúo M&L - Exclama animada y rio cogiendo un puñado de palomitas.

- ¿Sabes como podríamos celebrarlo?

- ¡Con helado!

- Estaba pensando en alcohol.