Michelle
Todo comenzó por las palabras de mi hermano pequeño, Ades.
- Hermanita, ¿y tú? ¿Qué quieres para Navidad?
Me pilló por sorpresa, apenas estaba atendiendo a la conversación de él y mis padres porque estaba hablando por WhatsApp con Jack.
Pero entonces, una idea pasó por mi cabeza, y aunque sabía que a mis padres no les iba a gustar, quería probar hasta donde llegaba el buen espíritu navideño en esta familia.
- Que papá y mamá le den una oportunidad a Jack.
- Ya empezamos... - suspira mi madre.
- ¿Eso es lo qué quieres? ¿Nada más? - Ladea la cabeza mi hermano.
- Nada más, solo pido eso.
Mis padres se miran entre ellos.
No me jodais, es una muy buena oferta el ahorraros dinero en regalos de mierda con solo aceptar una comida con tu yerno.
- Pues si Michelle solo pide esa única cosa, ¿deberíais de regalarsela, no? Ella es buena hermana, y saca muy buenas notas - El pequeño se abraza a mí y me sale una sonrisa.
Ambos miramos a nuestros padres, los que tienen la última palabra.
- Está bien, que venga el 25 a pasar la tarde con nosotros en casa.
...
Ahora, 25 de diciembre, Jack y yo hablabamos en la puerta de mi casa, él apunto de entrar e ir a por todas para ganarse la aceptación de mi familia.
Sabía que sería fácil, no tenía que fingir. Era un buen chico de verdad aunque no lo pareciese con su aspecto de fuckboy.
El cual me volvía loca, para que negarlo.
- ¿Estas preparado? - Pregunto apoyando mi mano en el manillar de la puerta.
- Claro, les voy a encantar tanto como a su hija - Me guiña un ojo estando tranquilo, sin ningún nervio.
- Bueno, espero que no le gustes hasta ese punto - Digo riendo y abro la puerta.
Anuncio que ya estamos en casa, a continuación, vienen mis padres a la entrada, uno al lado del otro.
Mi madre es la primera en presentarse, y mi novio se adelanta a ella, dándole dos besos en la mejilla educadamente con una sonrisa.
Con mi padre ambos estrechan la mano fuertemente, mirándose a los ojos.
- Encantado - Dice él y yo no puedo apartar mis ojos de los tres, como si temiera que en cualquier momento alguno soltase una bomba.
Jack cuelga su chaqueta marrón en el perchero, quedándose solo con su jersey de cuello negro y sus vaqueros.
Mi madre se fija en el collar dorado que lleva puesto.
- Es muy bonito - halaga cogiendo la chapa circular que va con el collar.
- Gracias señora, es de mi abuela, siempre lo llevo puesto.
Levanta su mirada a los ojos de mi novio y se queda mirándole, tal vez buscando algún brillo de vacile, pero al no encontrar ninguno, una sonrisa se dibuja en su rostro.
- Me puedes llamar por mi nombre.
Mi novio asiente y yo sonrio ampliamente, cogiendo su mano para salir ya de esta situación.
- Bueno, voy a presentarle a Ades, estará viciado con su nueva PlayStation.
Nos metemos por el pasillo para ir hacia la habitación de mi hermano.
- ¿Qué tal he estado?
- Genial, y ellos también, no han sido muy cabrones.
Rie por lo último y toco en la puerta, como no contesta, la abro suponiendo que no ha escuchado nada por tener los cascos puestos, y así era.
- ¡Ades! - se los quito y el me mira algo asustado porque no me esperaba - ya está aquí Jack.
- Hey, ¿qué tal? - Le saluda animadamente.
- Jugando con mi regalo, ¿queréis jugar conmigo?
- Yo claro, pero tu hermana... Es mejor que no, es una tramposa - Responde sonriendo divertido.
- Te vas a enterar - Le desafio con la mirada haciéndole reír a él y a mi hermano.
...
Estuvimos jugando unas partidas del nuevo juego de mi hermano y le gané a ambos, ¡sin hacer trampas!
Al parecer se habían llevado muy bien, Ades le miraba con ojos brillantes y chocaban los puños cuando el otro ganaba.
Mi madre entra en la habitación y se queda mirándonos con una sonrisa.
- ¿Alguien quiere galletas y chocolate caliente?
- ¡Yo! - salta el pequeño y corre hacia la cocina.
- ¿Michi, Jack, vosotros queréis? - Pregunta amablemente.
Ambos nos miramos y asentimos, yendo tras ellos.
- ¿Jack, tú nos vas a acompañar a ver las luces? - Pregunta Ades sonriente, comiéndose otra galleta.
- Bueno, eso no depende de mí...
Mi hermano y yo miramos a nuestros padres.
- Porfa porfa porfa - Insiste el enano y yo sonrio, ya no era la única contra ellos.
- Si su madre le deja, claro, que se venga y cenamos fuera - Acepta mi padre y mi hermano grita celebrandolo.
- Me cae muy bien, ¡es súper guay! - Me susurra a mí y sonrio mirándole.
Sabía que se ganaría el corazón del resto de los de esta casa.
...
Después de dar un paseo viendo las luces y cenar en un restaurante, donde mi novio por suerte traía dinero y al ofrecerse a pagar eso solo le sumó puntos, volvimos a casa.
Ades se despidió de él con un fuerte abrazo y pidiendole que volviera pronto para jugar juntos, y mis padres le dieron las buenas noches y le dijeron que tuviese cuidado conduciendo.
Yo me despedí de él con un beso cuando todos se metieron en la casa y un fuerte abrazo.
Estaba muy feliz.
- Sabía que me amarían - Dice con una amplia sonrisa.
- Yo también lo sabía - asiento y le vuelvo a besar, ya dejando que se vaya.
Cuando entro a casa, mis padres me piden que vaya al salón para hablar con ellos.
Me siento en el hueco del sofá que han dejado en medio para mí y les miro, algo nerviosa.
- Bueno, entonces... ¿Qué os ha parecido?
Ellos dos se miran y luego me miran a mí.
- Te queremos pedir perdón por haberle juzgado sin conocerlo - Habla mi madre, apoyando su mano en mi rodilla.
- Sin duda, las apariencias engañan. Es un buen chico y está claro que tu hermano está encantado con él...
Rio y asiento ilusionada, sabía que entrarían en razón.
- Es bienvenido a casa siempre que quiera - Anuncian y yo les abrazo fuertemente.
Había sido el mejor día de Navidad que podía desear.
ESTÁS LEYENDO
La historia que nunca quisimos
Romance⭒ Segunda Parte de "La historia que nunca tuvimos" ⭒ En la primera parte os conté una historia de amor, de sueños que jamás sucedieron. Esta vez será más cercano a la realidad. Leeréis rastros de un corazón roto y un alma perdida tras haber acabado...