Lucy
Después de mi insistencia, Ashley y Harry se acabaron yendo.
Mis padres estaban por llegar y me quería enfrentar a ellos yo sola, aunque supiese que sin mi mejor amiga y novio delante la conversación podía ser más intensa y con el tono más duro...
- ¿Qué tal estás, cariño? - Me pregunta mamá dándome un beso en la frente.
- Tengo algo que deciros... - Digo mirándole a los ojos y al momento bajando la mirada a mis manos.
Ella llama a mi padre para que venga y ambos se sienta delante mía, intrigados.
- Cuéntanos, pequeña - Dice él con su mítica sonrisa
Las palabras se quedan atascadas en mi garganta, y sin poder aguantarlo, una lagrima silenciosa cae por mi mejilla.
- ¿Ha pasado algo con Harry? ¿Habéis discutido? - Preguntan preocupados.
Yo niego con la cabeza sin atreverme a mirarles.
- ¿Lucy? ¿Qué ocurre? - Insiste mi madre buscando mi mirada.
Cojo aire y mirándoles a los dos, veo que es el momento de soltarlo.
- Me he quedado embarazada.
Ambos me miran, sin decir nada, serios.
Su silencio me mata.
- Decir algo, porfavor - Les pido en un sollozo.
Mi padre tose buscando las palabras, pero mi madre no tiene ese problema, todo lo contrario...
- ¿Y ahora qué, Lucy Smith? ¿Qué piensas hacer con un bebé? Has sido una completa irresponsable, nosotros no te hemos enseñado eso.
Mis ojos lagrimosos arden, y mi vista se nubla por tantas lágrimas acumuladas.
- Te hemos enseñado a valorarte y a no darle tu cuerpo a un hombre...
- ¡Ambos quisimos! No es solo su culpa - Grito parando el camino por donde iba.
- ¡Igualmente siempre te hemos recordado el tema de la protección! Hemos confiado plenamente en vosotros dos, hemos apoyado totalmente lo vuestro... Y así nos lo devuelves tú - sigue relatando.
Sus palabras sientan como cuchillos que se clavan en mi estómago.
- Siempre puedo abortar...
- ¿Matarlo? Ni de broma. Ni - de - broma - Repite convencida - Ahora vas a pagar con las consecuencias.
- ¡Pero mamá!
- ¡Si eres tan mayorcita para follar sin condón eres mayor para tener a un niño! - Grita dando un golpe en la mesa del salón.
Me niego a decir nada más.
Parece que nuestra decisión, la que debíamos tomar Harry y yo, ya ha tenido la palabra final por mi madre.
- ¿Harry lo sabe? - Pregunta mi padre y asiento lentamente - Supongo que ya se estará buscando un trabajo, ¿no?
Me encojo de hombros, negando con la cabeza lentamente.
- No... No lo se, no hemos hablado eso - Tartamudeo.
No quería que Harry dejase de estudiar por esto, su sueño era ser juez y estoy segura de que será uno de los mejores.
Nuestro error no puede intervenir en eso, pero también estudiar y trabajar a la vez... Definitivamente se nos venía todo encima.
- Pues tendréis que hablarlo pronto, voy a pedir cita para la primera revisión - Vuelve a hablar mi madre, tajante.
Asiento sin querer soltar ninguna palabra más, con demasiado cansancio para ello...
Con el único deseo de ir a mi cama y quedarme profundamente dormida, y despertarme con la noticia de que todo había sido un mal sueño.
Pero todo estaba hablado y decidido, como decía mi madre: Tenía que pagar con las consecuencias.
Ya no había vuelta atrás.
Harry
Al momento que Jack me avisó de que ya no estaba con Michelle y su familia, le pedí reunirnos para hablar.
Necesitaba contárselo a alguien, desahogarme y no ser el único que seguía sin creérselo.
Ambos estábamos ahora en el banco del jardín delantero de su casa, sintiendo el fuerte viento del anochecer.
Le había contado la última y gran noticia.
- Joder tío... ¿Y que vais a hacer? - suelta mirándome a los ojos, con los suyos azules profundos.
- Lo que Lucy decida lo aceptaré.
- ¿Pero tú qué quieres? Harry un puto niño no es una broma.
- Lo se Jack, lo se... Pero también se que esto solo iba a acabar pasando con ella, y que se ha adelantado unos cuantos años, pero si es con ella no está todo mal - Respondo serio.
Mi mejor amigo mantiene mi mirada y asiente lentamente, suspirando.
- ¿No tienes miedo?
Ahora el que suspira soy yo, después de soltar una risa sin gracia.
- Estoy cagado, tío. Pero es lo que hay.
Me da una media sonrisa y una palmada en el hombro.
- Pues nada hermano, Conrad y yo te ayudaremos a cambiar pañales - Bromea y no puedo evitar reír.
Algunos dirían que era demasiado pronto para hacer bromas, pero, ¿para qué llorar por lo que no se puede cambiar?
Solo te queda aceptarlo y si es posible, reírte de ello.
ESTÁS LEYENDO
La historia que nunca quisimos
Romance⭒ Segunda Parte de "La historia que nunca tuvimos" ⭒ En la primera parte os conté una historia de amor, de sueños que jamás sucedieron. Esta vez será más cercano a la realidad. Leeréis rastros de un corazón roto y un alma perdida tras haber acabado...