34. Buenos amigos (tíos)

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Ashley

El sábado el grupo de WhatsApp mío y de las chicas estaba muerto, extrañamente, ninguna daba señal.

Lucy me imagino que estaría intentando poner en orden todo el huracán que había aparecido en su vida perfecta, mientras que las otras dos estarían en sus casas en videollamada o con sus novios.

Axel y yo decidimos dar una vuelta con los skates aprovechando que el frío seguía pero el día era soleado.

Cuando me acerco hacia él en el punto donde habíamos quedado en reunirnos, le veo con un gorro.

Sonrio al ver que se trata del nuevo.

- Todo un hellboy - Le doy un suave beso de saludo.

- Y tú mi ghostgirl - sonrie sobre mis labios y se sube sobre su tabla para empezar a manejarla.

Yo hago lo mismo siguiéndole y notando la suave brisa del viento en mi cara.

Me encantaba esa sensación.

...

- ¿Qué tal está Lucy? - Me pregunta cuando paramos a descansar, sentados en un banco.

- No me ha mandando ningún mensaje, pero supongo que lo estará hablando con toda su familia y pensando cada detalle, buscando el lado positivo de esta situación - Aseguro por como conozco a mi mejor amiga.

Axel sonrie y asiente lentamente.

- ¿Crees que lo tendrá?

Trago saliva, sinceramente, por muy bien que la conociera, a esa pregunta no le sabía la respuesta.

Lucy deseaba ser madre y tener hijos, lo había tenido claro desde siempre.

A diferencia de Jessie y Michelle que no querían en absoluto, y yo no lo negaba ni confirmaba, solo se lo dejaba a la Ashley del futuro.

¿Pero un bebé a los dieciocho? A veces habíamos bromeado con ello, pero estaba claro que jamás había sido una opción seria.

Y ahora, sin embargo, sí lo era.

- No lo se... Mientras ella lo decida y esté contenta, será lo mejor.

- Bueno, si lo tiene, aquí tendrá a sus maravillosos tíos para enseñarle a hacer skate antes que a andar - Bromea con una amplia sonrisa egocéntrica, pasando un brazo por mis hombros.

Rio fuertemente y le miro con ojos brillantes.

Aunque llevasemos poco, me gustaba que hablara de planes futuros juntos.

Me gustaba imaginarme un futuro con él y que todo resultase tan cómodo y sencillo.

- Por supuesto - Aseguro y me levanto de un salto volviendo a coger el skate - ¡A ver si me pillas, hellboy!

- ¡Ya me verás delante tuya, ghostgirl!

Jessie

Cuando llegamos a la casa de Lucy y esperamos a que nos abra, Michelle y yo nos miramos la una a la otra.

Sin ninguna sonrisa, ni la mención de una broma.

El audio de Lucy diciéndonos que tenía que contarnos algo importante no nos permitía mantener un humor cómico.

Nuestra amiga sonaba muy seria en comparación con como siempre habla ella, que parece la voz de un personaje de dibujo animado que vomita arcoiris.

La causante de nuestro nerviosismo nos abre la puerta y abraza fuertemente, Ashley está a su lado y hace lo mismo.

La expresión de la pelinegra también es seria, lo que nos confirma que no es ninguna broma aunque supiesemos que la de pelos rizados jamás bromearía de esta manera, aparte de que no sería capaz.

La historia que nunca quisimos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora