Capitulo XVIII

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"¿Quién es el pequeño alfa Obito-chan?" Su madre pregunta mientras mira el cuerpo magullado de Itama que Obito acaba de colocar en el sofá.


"Es el niño terco que te dije hace tiempo Okaa-san" dice Obito mientras sana los moretones en el brazo del pequeño alfa con su Ninjutsu médico.


"Oh, ese niño terco que queria ser tu alumno cariño" dijo su madre sentándose en el sofá detrás de Obito.


"El mismo" confirmó Obito colocando su mano que brillaba en verde pálido en la frente de Itama.


"..Shishou" murmuró Itama soñoliento despertando gracias al jutsu de Obito.


"Bienvenido al mundo de los vivos chico" dijo Obito con sarcasmo mientras se sentaba junto a su madre en el otro sofá.


"Eh" el niño se levantó de golpe y miró a su alrededor "Shishou..¿dónde estamos?" dijo Itama mirando su sala de estar para detener su mirada sobre su madre.


"En mi casa"


"¿Cómo te llamas pequeño alfa?" Su madre le sonrió a Itama y el niño balbuceó incoherencias con un sonrojo haciendo suspirar a Obito.


"El es Senju Itama Okaa-san tiene nueve años, bueno casi diez" dijo Obito ignorando los ojos abiertos del niño y el como su madre parpadeó con sorpresa " y es mi alumno"


"Oh" su madre sonrió y aplaudió felizmente "Mucho gusto Tama-chan soy Kyomi, la madre de Obito y me alegra conocerte finalmente"


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"¡NO ESPERE KAKUZU-SAN! ¡ESO NO SE DOBLA DE ESA MANERA!"


Levantó la vista de su escritorio y miró hacia el patio a través del gran ventanal, Obito realmente tenía razón, juntar a esos dos para entrenar fue una muy buena idea. Había tardado un tiempo en que Itama consiguiera otra misión en solitario, así que Obito no desaprovecho la oportunidad cuando le dieron una de mensajeria y lo ayudó para terminarla una semana antes, así que el niño tendrá siete días de entrenamiento en Tanzaku-gai.


Se levantó de su asiento poniendo los documentos en una carpeta y abrió la ventana, dirigiéndose hacia el patio donde estaban Itama y el furioso Kakuzu.


"vuelve aquí pequeño Senju" susurro Kakuzu con ojos brillantes que gritaban asesinato.


"¡NO ESPERA! ¿DE DONDE DIABLOS SACASTE ESA COSA?" gritó itama con un chillido esquivando un enorme hacha.


"Corre pequeño alfa, corre"


"¡SHISHOU!" El niño se iluminó visiblemente cuando vio a Obito antes de soltar un chillido cuando Kakuzu le lanzó Senbon venenosos "¿PORQUE DIABLOS ESTAN ENOJADO SENPAI?" Itama le gritó a Obito que estaba parado al borde del campo examinando el contenido de la carpeta.


"Al parecer el precio de los costales de arroz disminuyó" dijo Obito sin levantar la vista de sus documentos.


Itama lo miró con ojos abiertos "¡¿SOLO POR ESO?!"


"si, Kakuzu había invertido en eso y bueno solo consiguió un aumento del 13% en ganancias en vez del 20% que él quería"


Itama le dio una mirada exasperada "¡PERO-"


"Jutsu de invocación"


"¡NO ESPERE SENPAI! ¡LOS BUITRES NO!"


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"Cariño"


"¿Si Okaa-san?" Obito abrió los ojos despertando de su siesta ligera mientras su madre le peinaba el cabello, que le sobrepasaba levemente los hombros, tenía un estilo que le recordaba a cuando estuvo entrenando con Madara cuando tenía 14 años.


Su madre recogió suavemente su cabello en una coleta alta "bien, te vez mucho mejor así Obito-chan" ella murmuró colocando el cepillo a un lado, se levanto y abrió el bahul a los pies de su cama, saco un pergamino negro con lineas doradas y se sentó frente a Obito "No creo que lo sepas cariño pero mi madre era una Kunoichi, su nombre era Uchiha Asami ella era una beta" dijo su madre con suavidad "ella sufrio una herida muy grave durante una misión, una herida que le costo tener hijos"


Obito toma la mano de su madre con suavidad dándole un apoyo silencioso.


"De hecho fue un milagro que se embarazara de mi, durante su embarazo tu abuelo la cuido y dejó de lado las misiones y la Guerra, prefiriendo estar con su esposa y cuidarla, ya que era muy probable que perdiera a su bebe" ella se mordió el labio por un momento "luego nací y años después me dijeron que era una Omega, obviamente mi padre le dijo al clan que era una beta débil para evitar llamar la atención de otros" ella se inclinó y tocó la mejilla de Obito "a mi se me prohibió ser Shinobi por ser Omega Obito y por eso, cuanto me dijeron que tu eras uno, yo...yo no quise quitarte esa oportunidad porque a diferencia de mi o el resto tu eres especial, se que tienes secretos, se que tienes miedos y objetivos en la vida" ella le sonrió y tomo el pergamino negro de su regazo "y quiero que los cumplas" tomo las manos de Obito y lo coloco alrededor del pergamino.


"Okaa-san yo-"


"Shhh" su madre lo interrumpió colocando su dedo sobre sus labios "esto que te estoy entregando perteneció a tu abuela y yo quiero que lo tengas"


"Gracias" Obito murmuró con una sonrisa mirando con detenimiento su regalo "¿Que es por cierto?"


Su madre sonrió misteriosamente "Es el contrato de invocación de tu abuela"


Obito levantó una ceja "¿Y qué es lo que Invoca Okaa-san?" pregunto


La sonrisa de su madre se ensanchó "Panteras cariño"


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"Shishou"


"¿Si Itama?" Obito levanta la vista del pergamino que estaba escribiendo y mira a su alumno que llegó de visita a Tanzaku el día de ayer para entrenar y se iría mañana a mediodía.


El niño se mordió el labio y apretó el dobladillo de su Yukata verde oscuro-un regalo de la madre de Obito por el cumpleaños número 10 de Itama "Quiero que me enseñes el arte de la estafa y el robo" dijo con los ojos brillando en fuego y determinación.


Bueno...eso claramente no se lo esperaba.


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Uniendo lo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora