Capitulo LII

1.4K 172 20
                                    

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼

Fue cuando Obito estaba finalizando de acomodar la habitación una hora después de que Hashirama se fuera y curará los chupetones y marcas que había dejado el Alfa Senju así como cambiarse a su ropa del diario, que alguien vino a tocar la puerta.

Atandose el pelo rápidamente en un moño desordenado con un listón rojo, abrió la puerta "Buenas noches Madara" Obito le sonrió al Alfa de ojos negros.

"Podemos hablar mi Angel" Madara le dijo con una pequeña sonrisa, una ligera sorpresa e ira pasaron por sus ojos.

Obito parpadeo "¿A estas horas?" pregunto algo confundido ya que eran alrededor de las tres de la mañana.

Madara se mordió el labio con nerviosismo "si, si es posible Obito-Tenshi"

Obito asintió y siguió a Madara.

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼

Terminaron llegando a los bordes de la aldea, profundizando un poco en el bosque hasta que Madara se detuvo y miró a Obito con ojos serios y sin que se diera cuenta lo enjauló contra un árbol, un brazo a cada lado de su cabeza.

"Madara" Obito empezó.

"¿Porque tienes otro aroma sobre ti?"

Los ojos de Obito se abrieron con sorpresa al darse cuenta de eso, si Obito hubiera tenido más tiempo habría sido capaz de ducharse, pero se vio interrumpido por la llegada de Madara, en otras palabras el hombre podría saber que Hashirama vino a verlo.

"Yo-"

Unos labios bloquearon sus palabras.

El Alfa empezó a besarlo acariciando su cuello y Obito comprendió que el hombre quería eliminar el olor del otro Alfa, osea Hashirama.

Obito gimió cuando mordieron su labio inferior y una lengua se deslizó en su boca, reclamando sin piedad y sin darle la oportunidad de dar batalla.

De un momento a otro Madara se separó y se agacho junto a su oído mordiendo el lóbulo de su oreja haciéndolo gemir otra vez.

"Eres Mio y de nadie más mi precioso Beta"

Obito se sintió mareado por un momento y manos grandes y fuertes lo tomaron por los muslos y lo alzaron con facilidad, instintivamente sus piernas rodearon la cintura del Alfa.

Obito sintió como lo cargaron contra el árbol y dos manos se dirigieron hacia su trasero apretando con fuerza provocando un fuerte gemido que fue ahogado por el beso húmedo que le estaba dando Madara.

Poco a poco esas peligrosas manos se fueron adentrando por su camisa, deshaciéndose de la faja bermellón que siempre usaba y tirándola a un lado, su camisa se abrió mostrando su abdomen y pechos todavía tiernos ya que todavía no había tenido su primer celo y es algo que agradece ya que tiene muchos planes todavía.

La boca de Madara se dirigió hacia abajo, mordiendo levemente su cuello, haciéndolo gemir mientras movía su cadera levemente contra Madara sintiendo la dura erección del Alfa contra su trasero, el Alfa siguió bajando dejando marcas sobre su clavícula y sus manos recorrían su espalda.

De repente el Uchiha se detuvo y Obito lo miró con ojos húmedos, notando claramente como el hombre estaba mirando sus pechos, más en específico sus bonitos pezones rosados.

Y cuando iba a hablar el Alfa mordió un pezón con fuerza, mientras que sus dedos apretaban el otro.

"Madara" Obito gimió, sus manos jalando el cabello del Uchiha sacando un del gruñido Alfa "Ma-"

"Entonces dijo que si" voces extranjeras lo regresaron a la realidad tanto a él como al Alfa. Obito miró con los ojos abiertos a través de los árboles viendo a dos hombres civiles que caminaban hacia el otro lado.

"Así es, fue complicado sin embargo, aceptó el negocio" le contestó el otro y siguieron caminando, alejándose de ellos dos sin darse cuenta de su presencia.

Regresando en sí mismo, Obito salto alejándose de Madara y tomando la faja roja que había tirado el Alfa hace un rato, se acomodo su camisa y se la ato.

Tan pronto como se terminó de arreglar dos brazos lo atrajeron en un abrazo posesivo y un aliento caliente invadió su cuello poniéndolo nervioso "¿A donde crees que vas?"

Obito se estremeció al escuchar el tono ronco y oscuro del Alfa, que claramente se notaba No satisfecho con esta situación.

Y Obito lo sabía mejor, esta no era una situación en la cual podía enfrentarse y luchar, no, claro que no...

Esta es una situación de huida.

"T-te veo después" Obito tartamudeo sonrojado y nervioso, tiró con fuerza los brazos de Madara, se giró y le dio un beso en la mejilla rápidamente "Te veo en el Clan" dijo apresuradamente notando los ojos oscuros del Alfa y desapareció en un destello.

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼

Aterrizó bruscamente en el patio trasero de su casa, suspiro y trato de controlar su corazón, entró a su hogar pasando por la sala y-

"Shishou"

Obito lo miro y gimió de frustración "Hola Itama" dijo cansado.

Itama solo lo miro con los ojos entrecerrados y olfateo un poco antes de reírse a carcajadas "casi te agarran verdad Shishou" el joven Alfa lo miró con ojos divertidos.

El ojo de Obito tembló antes de que le arrojara una docena de Kunais al Senju y subiera las escaleras a su habitación, tirándose en su cama y enterrando su cara en las almohadas tratando de ocultar los nervios y la vergüenza que sentía.

Obito realmente no lo entendía, tanto Hashirama como Madara le provocan emociones que él nunca sintió antes, en especial el hecho de que lo pusieran nervioso, algo que ni siquiera en sus batallas más feroces ha sentido alguna vez.

"Maldita sea" Obito suspiro "Que semana más agitada"

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼

Interludio de Itama

Tan pronto como el sol comenzó a salir Itama se encontraba entrando a su casa, Tobirama estaba sentado leyendo en su futón y Hashirama estaba...

"¿Qué le pasa?" preguntó Itama confundido observando a su hermano que estaba envuelto completamente en una manta verde y su rostro enterrado en una almohada, su cabello regado por todos lados e incluso podía escuchar suaves ronquidos.

"Está feliz" dijo Tobirama mirándolo brevemente "creo que se encontró con tu Shishou"

"Entonces por eso estaba así de nervioso eh" Itama dijo con una sonrisa y miró a Tobirama "Ni-san..me ayudas con unos sellos" puso sus mejores ojos de cachorro sin embargo, no afectaron a Tobirama.

"¿te los dio el?" prunto Tobirama e Itama noto claramente la emoción en su voz, casi se rió al saber que su Ni-san le gustaba experimentar con los sellos que su Shishou le entregaba y por lo que sabía cada vez que hiban a casa de Shishou si Ni-san siempre leía sus libros sobre Fuinjutsu.

Itama asintió con un puchero.

Tobirama se levantó y se salió junto con Itama de la habitación dejando atrás a un Alfa completamente feliz.

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼


Uniendo lo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora