Capitulo XXX

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Tobirama Interludio

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Tiempo atrás

Tobirama sabía que algo estaba mal.

Lo sabía desde el momento en que Itama regresó de aquella misión con el Clan Aburame hace meses.

Lo sabía cuando su hermano desistió en aprender sanación y se concentró en las áreas Shinobis que su padre quería.

Y por último lo sabía cuando Itama comenzó a tardar un poco más de lo debido durante sus misiones-algunas veces incluso la sangre pintaba su armadura y escurría por los suelos cuando regresaba a casa, pero a Itama no le importo y actuó como normalmente lo haría.

Luego un día Itama regresó de su entrenamiento en el bosque con una enorme sonrisa en su rostro infantil y unos ojos brillantes-debajo de las mangas de su Yukata sus nudillos sangraban.

(No es hasta un mes después de aquel dia, que Tobirama se da cuenta de la tela verde amarrada en la muñeca de su hermano, una tela que tenía el mismo tipo de costura que la de su anija)

Inconscientemente Tobirama había bajado la guardia alrededor de Itama nuevamente.

Sin embargo, tres semanas después de ese suceso. Hashirama empieza a escaparse al río que se encuentra en la frontera del Clan, cerca del límite de las tierras Uchiha.

Cuando nota que Butsuma pone su ojo en Hashirama por esas acciones, Tobirama toma a su Anija como prioridad número uno y deja a Itama sin vigilancia.

(Tobirama al concentrarse en Hashirama no nota como la sonrisa amable de Itama se vuelve aguda o sus escapes fuera del complejo,Tampoco nota los sellos recien tallados delicadamente en el escritorio de su hermano menor o los pergaminos extra que trae de cada misión o los ligeros rasguños y cortadas en su piel)

Mientras Tobirama observa a Hashirama hablar alegremente con el otro niño-el alfa Uchiha desde lo alto de un árbol, casi se cae del árbol cuando pensó por un momento haber sentido dos chakras al otro lado del río, siendo uno de ellos desconocido y el otro de...Itama.

Pero Itama estaba en el complejo, él fue quien me despidió cuando vine a cuidar de Anija.

Tobirama sacude su cabeza bruscamente y se concentra buscando el chakra de Itama, cuando lo encuentra dentro del complejo el alivio inunda su alma, piensa que fue una ilusión y lo deja a un lado de su mente pensando que es mejor ignorarlo.

Tobirama regresa a la realidad al escuchar la ruidosa risa de su hermano, una pequeña sonrisa invadió su rostro normalmente estoico sin poder evitarlo.

Anija esta bien.

Viendo que su hermano estaba bien Tobirama se gira y salta silenciosamente del árbol dirigiéndose hacia el complejo nuevamente para ayudar a su hermano menor con su Taijutsu.

(Mientras Tobirama corre a toda velocidad de regreso al complejo no se da cuenta de cómo su hermano menor carga en su hombro el cuerpo inconsciente de un niño y como lo esconde en unos arbustos lejos del río, colocando un genjutsu sobre él antes de retirarse saltando hacia los árboles al doble de velocidad que Tobirama.)

“Tobirama-ni ¿como te fue?, ¿estas bien?, ¿sucedió algo?” Itama lo invade con preguntas cuando entra a la casa y Tobirama contesta todas y cada una de ellas con una calma impresionante.

Uniendo lo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora