Uniendo lo Perdido

Capítulo XXIII

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼

Obito estaba conmocionado.

No por el hecho de ver a Hashirama nuevamente, él sabía que el Alfa estaba en la aldea desde antes que él llegara con su madre y Kakuzu. Prácticamente pudo sentirlo a millas de distancia. E incluso si Obito hubiera querido pudo haber sellado su chakra con sellos y ocultarse fácilmente en las sombras y evitar por completo a Hashirama.

Pero él no lo hizo.

Algo dentro de él le dijo que no lo hiciera, ¿tal vez su instinto? y Obito siempre ha escuchado a su instinto, ese mismo instinto que le salvó la vida varias veces en el pasado.

Hashirama lo acaba de colocar suavemente en el suelo después de haberlo hecho girar en el aire sin embargo, nunca quitó las manos de su cintura y lo mira con tanta adoración que Obito no puede evitar el pequeño sonrojo en su rostro. Jamás nadie lo miró de esa forma, tal vez su madre pero esto fue diferente.

Obito no necesito leer el chakra de Hashirama para saber que brillaba en amor por él y Obito estaba conmocionado por esto ya que nunca nadie se había enamorado de él en su primer vida.

Él era el que siempre corría detrás de los demás pero ahora, son los demás quienes corren detrás de Obito y eso se sentía tan bien.

Esto no era como cuando estaba enamorado de Rin y corría detrás de ella como un cachorro, solo para que no fuera correspondido hasta el día de su muerte y a pesar de que Obito no quería rendirse con ella incluso cuando estaba encerrado en aquella cueva…

Era Doloroso

Dolia porque Obito no era tonto, no importa cuan igenuo o amable fuera, él sabia que Rin estaba enamorada de Kakashi desde el primer momento y Obito nunca tuvo oportunidad

Pero ahora, ser amado por alguien de una manera romántica y pura como la de Hashirama se sentía agradable.

Obito sonríe sin poder evitar estar muy feliz por este suceso  "Yo también te extrañe Hashirama"

El Alfa se inclina y acaricia suavemente la mejilla de Obito.

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼

Obito se paró pacientemente afuera del local de Dangos esperando a Hashirama que pidió una orden extra para sus hermanos.

Poco después de que se saludaran, Obito dejó que Hashirama lo arrastrara a través de los puestos y juegos sacándole una sonrisa y un sonrojo de vez en cuando. 

Hashirama le sonrió desde dentro del local y siguió hablando con el mesero.

Obito tararea una vieja canción de su madre y observa la calle poblada de gente, todos estaban felices, algunas parejas por aquí, otras familias por allá, niños corriendo con dulces y juguetes.

Sin embargo, mientras observaba, su vista llegó hasta una banca solitaria de madera localizada detrás de los puestos de comida.

sobre ella, una tela blanca que Obito reconoció.

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲

Obito se rió alegremente de las ocurrencias de Hashirama, mientras el Senju hacía pucheros y pucheros contándole acerca del malvado de su hermano menor que le prohibió comer dulces, diciendo que ya era lo suficiente hiperactivo sin dulces y que no quería vivir con una bola de energía que no lo dejara dormir y hacer sus actividades en paz.

Obito dejo de reir cuando una mano se deslizó en su cintura y lo atrajo hacia el cuerpo del alfa mayor, Obito parpadeo y miro a Hashirama, sorprendiendose al darse cuenta que el puchero y las sonrisas se borraron por completo dejando un rostro serio que miraba con ojos endurecidos, casi asesinos a los Betas que lo miraban desde el otro lado de la calle.

Obito sabía que esos Betas lo observaban desde hace un rato pero él eligió ignorarlos, Obito ya se había acostumbrado a esas miradas desde hace años. Internamente se pregunta que si el recibe estas cantidades de miradas lascivas cuando su aroma está reducido y escondido detrás de él de un Beta común, ¿Cómo será cuando su aroma Omega se libere por completo? se estremece al solo pensarlo.

“Los omegas masculinos se consideran prácticamente extintos cariño” dijo su madre con voz suave “Los Omegas masculinos fueron considerados como las mejores parejas para Lideres de Clan, ya que tenían la habilidad única de producir hijos con los mejores genes de ambos padres y eso fue aprovechado por los Clanes Shinobis sin embargo, eso no fue en lo único en que se destacaban” su madre sonrió tristemente “los Omegas Masculinos eran hermosos, el mundo los consideraba el pináculo de la belleza y esa fue su maldición porque como te había dicho hace un tiempo a los civiles y nobles solo les interesa la belleza y la posición….supongo que ya tendrás una idea de lo que les paso” su madre lo miró con ojos húmedos

El brazo en su cintura se apretó, posiblemente ante el ligero estremecimiento que tuvo hace unos momentos  y Obito pudo sentir claramente el enojo de Hashirama, el Alfa debió pensar que tembló debido a las miradas lascivas que recibió.

 “Sabías que el ultimo Omega masculino registrado fue la esposa de Tajima-sama, su nombre era Uchiha Haruki”

Obito alzó la mirada y Observó los ojos asesinos de Hashirama, cuando el Senju sintió su mirada dejó de ver a aquellos betas y miro los ojos negros de Obito.

“Se dice que eso fue lo que generó el odio de Senju Butsuma por Tajima-sama, al parecer el Senju quería a Haruki-sama para que se volviera su esposa y pudieran obtener un mayor estatus en el mundo de la política”

Hashirama sonrió y sus ojos brillaron con amor y posesividad..

“Haruki-sama era hermoso casi divino, el tenia una piel blanca y cremosa como la tuya cariño, tenia grandes ojos morado oscuro y un cabello negro lacio que le llegaba a la espalda baja, el siempre se vestia con hermosos Kimonos azules que resaltaban sus rasgos, el era pequeño como tu Obito-chan, era delgado y con cintura estrecha, Tajima-sama lo adoraba y veneraba como no tienes idea cariño”

Hashirama se inclinó para que sus ojos quedaran a la misma altura y le susurro “¿puedo Hime?” Obito no sabía a qué se refiere el Alfa pero, confiaba en Hashirama lo suficiente para saber que él nunca lo lastimaría.

“Debido a la escasa cantidad de Omegas masculinos, estos desde el nacimiento tienen como destinados a dos alfas fuertes y poderosos que sean capaz de protegerlo tanto a él como a los cachorros que tengan en un futuro”

“Haz lo que quieras Hashirama” Obito susurro dulcemente mirando los encantadores ojos marrones.

El alfa sonrió.

Obito podia jurar que vio algo oscuro y posesivo en aquella dulce sonrisa y eso le encanto.

y en un parpadeo el poderoso alfa sostuvo a Obito entre sus brazos, al estilo nupcial.

“Si te soy sincera cariño, con el poder y habilidad que tú posees en este momento, no me sorprendería si tus alfas destinados son las personas mas fuertes del mundo dentro de unos años” su madre sonrió

Unos segundos después la multitud de civiles creció y cuando la gente se dispersó nuevamente tanto el Omega como el Alfa habían desaparecido dejando atrás solo la pequeña rosa azul que el Omega llevaba en su cabello.

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼