Capitulo II

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Obito tarda una semana en saber que su madre se llama Kyomi Uchiha, una amable mujer civil pequeña y bonita. Con grandes ojos negros como la noche, aunque si se observaba contra la luz se podian ver pequeñas motas de color azul en ellos. Tenia un largo cabello negro que caia en suavez rizos hasta el final de su espalda y siempre vestia Kimonos, que a pesar de verse sencillos a simple vista eran de la tela más suave. 

Ella era hija de un anciano importante, algo que se notaba por las costosas telas que usaban en sus ropas o lo amplio que era la casa donde vivian y penosamente tarda diez días más en saber que su Rinnegan siempre ha estado activo en sus ojos desde su nacimiento.

Las razones por las que tardó tanto tiempo en averiguarlo fue  porque uno; debido a que nunca sintió que sus bobinas de Chakra se agotaran, o dolieran por el consumo diario del Doujutsu. Por lo tanto, Obito debe de tener unas cantidades ridículas de Chakra para nunca sufrir nada de eso y dos; parecia que ni a su madre o abuelo les importaba que Obito tuviera un Doujutsu legendario, algo que seria sin duda usado y aprovechado por muchos otros más.

Hubo unos golpes en la puerta principal de la pequeña casa en que vivía Obito y su madre madre se giro con atención,  el pequeño Uchiha moviéndose como pudo en la cuna puesta en la sala de estar trato de observar al invitado, ya que por raro que suene en estas casi tres semanas que lleva aquí su madre no ha tenido ni una sola visita.

Unas voces se escuchan y después se trasladan más cerca de el "Otou-san ¿como salio todo en la junta del consejo?" la figura de su madre se asoma sobre él y lo toma en brazos. Lo lleva al sofá y lo acomoda en su pecho. Obito puede sentir como el corazón de su madre late con nerviosismo y temor.

"Salio como esperabamos Kyomi" una voz sabia y masculina responde generando que su madre se relaje y suspire de alivio.

"Gracias Otou-san, ahora mi pequeño Obito estará a salvo" Su madre lo abrazó contra su pecho y sollozó de felicidad , su rostro se veia iluminado y aliviado. Como si un gran peso se hubiera quitado de sus hombros "¿Quieres sostener a Obito-chan, Otou-san?"

"Me gustaría, no lo he visto desde su nacimiento" su madre se levanta con sumo cuidado, todavia con su pequeño rostro enterrado en su pecho, por lo que le es imposible ver al hombre que es su abuelo.

Ella lo pone de manera suave en unos brazos gruesos y tensos, los cuales lo envuenven de manera protectora"Les dije en la reunión que Obito nació enfermizo, con una severa sensibilidad al Chakra como un efecto secundario de un envenenamiento durante tu visita a la capital, eso impedirá las visitas por un tiempo y el hecho de que averiguen sobre sus ojos, también nos dará tiempo para idear unos planes de contingencia para proteger a mi nieto" Obito se siente conmovido por el hecho de que sus familia haya ido tan lejos para protegerlo del resto del Clan.

El pequeño Uchiha levanta el rostro, tanto como le permite su cuello fragil y sensible y observa a su abuelo con ojos entrecerrados, tratando de aclarar su visión. 

Era un hombre con cabello largo, con mucho más blanco que negro el cual le llegaba por debajo de los hombros, con una pequeña barba puntiaguda en su barbilla y unos ojos negros cansados que lo miraban con suavidad "Obito Uchiha, mi nieto" Lo alza en el aire con sus manos fuertes y tensas mirandolo con una sonrisa "Sin duda alguna seras alguien muy fuerte en un futuro y espero con ansias vivir lo suficiente para verte vencer y conquistar" Obito sin poder evitarlo sonrie alegremente y se rie aun mas cuando siente los Chakras de su Madre y Abuelo vibrar con sorpresa.

"Se que seras grande en un futuro nieto mio"

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Obito se dio cuenta de que entre las risas y los mimos de su madre y su abuelo...él bajó la guardia.

Se siente seguro, tan protegido y amado. 

Se olvidó de sus instintos básicos Shinobis. Algo que necesitaba rectificar urgentemente.

Primero necesitaba saber su ubicación.

Obito tiene muchas teorías, él sabe que está en un lugar donde hay Uchihas, su madre y su abuelo lo son claramente. Tal vez una aldea remota, ¿Konoha existe al menos?, tal vez un complejo o simplemente huyeron y lo están criando en un lugar seguro debido a su Rinnegan, lastimosamente se da cuenta de que no podrá confirmar su ubicación hasta dentro de unos años porque obviamente que él no saldrá de casa hasta que apague su Rinnegan por voluntad propia.

Lo único que sabe es que por los grandes árboles que ha visto a través de las ventanas de su casa, es que el se encuentra en el país del Fuego...al menos es un comienzo.

Obito se sorprende cuando unos brazos ancianos lo agarran e interrumpen sus pensamientos "Hola Obito-chan ¿Extrañaste a tu Oji-chan?" su abuelo lo carga y hace unas ridículas muecas que hacen reír a Obito "ven nieto mío, tu Okaa-san saldrá a por comestibles mientras te cuido" dijo mientras lo llevaba a la sala para ponerlo en su corral.

Esta no es la primera vez que su abuelo se acerca de esta manera hacia él y Obito lo sabe perfectamente..su abuelo es un Shinobi.

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Segundo, necesita saber su estado.

Obito durante un día en los brazos de su madre aprovecha a mirarse en el espejo y...está aturdido. A pesar de tener solo siete meses, Obito es bonito y delicado y adorable. Nótese el sarcasmo. Incluso con la grasa de bebe, Obito puede notar que la mandíbula gruesa que el tuvo, disminuyo y se volvió un poco más suave, Su cabello negro en el mejor de los casos apenas le llega por debajo de la oreja pero, Obito puede notar que su cabello anteriormente puntiagudo e indomable ahora es más suave y manejable.

Probablemente lo obtuvo de su nueva madre. Ignorando el Rinnegan en sus ojos, puede notar que sin duda son más grandes; más redondos que almendrados. Obito se centra en sus pestañas que son más largas de lo que alguna vez recuerda.

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Obito es un bebe bonito y adorable y..dejémoslo ahí. Obito no quiere frustrarse tan rápido, pasemos al siguiente punto.

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Tercero necesitaba urgentemente saber la época en la que había nacido.

El problema es que hasta ahora no sabe nada. No puede leer libros para confirmar las fechas, no hay cheques para leer firmas y datos y obviamente no puede subirse al escritorio de su abuelo para leer documentos.

El tercer punto quedará pendiente por ahora...además está haciendo algo muy importante en este momento.

"Eso es cariño, ven Obito-Kun ven con Okaa-san" Ella lo animó desde el otro lado de la sala de estar para que Obito diera sus primeros pasos.

Si Obito tuviera que decir quienes son sus personas favoritas serían su Okaa-san y su Oji-san.

Obito se tambaleó sobre sus piernas regordetas antes de dar un pequeño paso, seguido de dos y luego tres "Vamos Obito-Kun, tu puedes cariño" Obito casi llegaba a su madre "Ven, ven" ella le extendió lo brazos y lo atrapo cuando cayó sobre ella "estoy tan orgullosa de ti" Obito finalmente se derrite en su abrazo y sonríe ignorando conscientemente el olor dulce que su madre expulsa.

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Obito tiene un año cuando su madre lo lleva al engawa, lo acomoda en su regazo y empieza a enseñarle a decir más palabras y tratar de leer e identificar algunos colores y números.

algo que él ya sabe. 

Sin embargo, Obito; un ex alumno de Uchiha Madara, el cual lo golpeaba hasta aprender adsolutamente todo puede notar algunas cosas más en la escritura que ella le enseña.

Como si pareciera más anticuado.

"¡Oh dios!" ella exclamó mientras restregaba su rostro con el de Obito "Mi niño es un genio, mi Obito-kun es un genio" su madre empezó a besar su rostro y arrullarlo con felicidad "estoy tan feliz de saber que con tu mente prodigiosa serás capaz de protegerte en un futuro mi niño"

"Te quiero Okaa-san" Obito solo abraza a su madre que salta de felicidad y se derrite en su calor

"Yo tambien te amo cariño"

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Uniendo lo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora