Capítulo 12: "Ojos azules"

133 8 9
                                    


No sé por qué Mark últimamente se está juntando tanto con esa tal Sara, pero no me gusta nada todo eso. Tal vez se cansó de mí y se fue con una más fácil, todos son iguales. Lo bueno es que no alcancé a ilusionarme tanto. A veces creo que definitivamente esto del amor no es para mí.

- ¿Dónde crees que vas? –su voz interrumpió mis conclusiones–

- A la escuela, ¿dónde más? –me volteé y lo observé mientras cerraba la reja–

- ¿Por qué te ibas sin mí?

- ¿Por qué irme contigo?

- Veo que alguien amaneció de malas. ¿Qué pasó? –se acercó a mi lado–

- Nada. –dudaba si irme con él o no, estaba haciendo una estúpida demostración de celos y no correspondía–

- ¿Segura?

-Sí, solo que salí un poco más temprano hoy. –sonreí falsamente, no voy a aumentar su ego dándole a saber mis celos–

- Bueno, suerte que te veo, ¿nos vamos?

- Claro.

Casi no hablé durante todo el camino, aunque no pude evitar reír de ciertas cosas que Mark decía. Me comporté muy pensativa y observadora, ¿alguna vez se han salido del mundo por un momento al mirar algo que les atrae? Así era mirar los ojos de Mark, era otro mundo, si los veías con detención podías distinguir las varias tonalidades de azul que habían en ellos y…

- Jessica, ¿me estás oyendo?

- No, lo siento –miré hacia el suelo y reí–

- ¿Entonces?

- Pienso muchas estupideces la mayoría del tiempo.

- ¿Algún día sabré todo lo que hay en esa cabecita?

- Puede ser, pero nunca terminarás de conocerme.

- Entonces nunca voy a aburrirme de ti –me apegó a él y besó mi cabeza–

- Quién sabe…

- Jessy, creo que nuestro puesto está ocupado… –tenía una sonrisa tonta en mi rostro, desvié la mirada hacia donde solíamos sentarnos y divisé una figura conocida sentada sobre la mesa, mi sonrisa desapareció–

- ¿Me das un minuto? Voy y vuelvo, espérame aquí.

- No demores mucho –me sonrió y me dirigí a la chica que estaba de espalda–

- Disculpa, ¿te vas a sentar acá? –al parecer la tomé por sorpresa provocando que se volteara a mirarme–

- No realmente.

- ¿Entonces podrías mover tus cosas a otro lado, por favor?

- ¿Por qué me tratas así? ¿Ya ni siquiera merezco tu saludo?

- No voy a discutir contigo por qué hago lo que hago.

- Quiero hablar.

- ¿Ahora que ya salí de ese hoyo en el que me dejó Lucas? ¿Qué quieres decirme? ¿Qué soy una maldita egoísta? Porque te recuerdo que eso ya me lo dijiste.

- Jess, por favor, tú sabes que no quise…

- Michelle, ya basta, estoy tratando de dejar el pasado en el lugar que le corresponde, muy atrás.

- Me alegro de que ya estés mejor, siempre lamenté haberte perdido por una estupidez.

- No me vengas con eso ahora, ¿acaso tus amiguitos ya se cansaron de ti?

Señorita SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora