Capítulo 35: Malas impresiones

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"¡No puede ser que ni siquiera me haya escrito un maldito mensaje!", pensaba Jessica tras haber despertado temprano el sábado por la mañana. Al parecer había estado inconsciente por bastantes horas, el estrés de la situación la había colapsado haciéndola caer en un bloqueo mental que le hizo dormir profundamente; al menos así pudo olvidar lo que había pasado... por un momento.

Se quedó mirando un instante a la nada ¿Por qué él no la siguió? Ah, es que "no le importó", eso era lo que Jessica pensaba. Chequeó otra vez el celular, estaba muy molesta, no quería verlo ni hablar con él, pero le rompía aún más el corazón sentir que Mark no hacía nada por recuperarla, y que ella se había vuelto a equivocar. De pronto llegó el mensaje que tanto había esperado pero, ¿por qué ahora?

"Mark: Mi amor, por favor...

Mark: Deja de ignorarme, tenemos que hablar."

¿Ignorarlo? Si hasta parecía que él la había estado ignorando. Debatió dentro de sí acerca de responderle, pero otro mensaje impidió que tomara una decisión.

"Carlos: Hola, Jessica.

Carlos: Necesito hablar contigo, respóndeme lo antes posible, por favor, es URGENTE."

*Llamada entrante: Lucas.

Aparentemente todos querían hablar con ella hoy, aunque realmente no tenía ganas de contestarle a nadie. Dejó el celular a un lado y se fijó en la manta verde que la cubría tan bien, recordó que Lucas había estado allí, se había portado bien, mejor de lo que ella esperaba.

*Llamada entrante: Lucas.

Decidió dejar entrar la segunda llamada, Lucas se merecía un "gracias" mínimo.

-Lucas... -dijo inmediatamente después de contestar, restregando su cara con la mano libre-

-Buen día, mi Jess, ¿cómo amaneciste?

-Pues al menos amanecí.

-Supongo que es una buena noticia por ahora.

-Si tú lo dices...

-Jess, ¿crees que pueda verte hoy?

-¿Hoy? La verdad no lo creo, Lucas, no quiero más problemas. Además no me siento muy animada y pensaba ir a casa de Michelle.

-Entiendo que confíes más en ella, después de todo ha sido siempre tu mejor amiga y no te ha traicionado nunca...

-Claro... -respondió insegura y un poco sarcástica- Y es curioso que ambas tengamos el corazón roto al mismo tiempo.

-Pero difícilmente te vas a sentir más animada si vas con ella entonces, y quizás tampoco le animes mucho tú a ella, ¿no crees?

-Puede que tengas razón, será mejor que me quede en casa; y tampoco es buena idea que vengas, no quiero que Mark te vea llegar y arme un escándalo.

-De ninguna manera, mandaré un taxi por ti en una hora y nos veremos en el café de siempre... Aún existe, ¿no?

-Sí, pero...

-Confío en que una hora será tiempo suficiente, no me dejes plantado, ¿sí? Por favor... Nos vemos allá, te estaré esperando.

Esa llamada fue tan inesperada y corta que no le dio tiempo de reaccionar. Ahora tenía solamente una hora para arreglar el desastre que veía en el espejo.

*

Del otro lado de la historia, Mark no había logrado pegar sus ojos azules por más de 30 minutos en toda la noche. El de Lucas parecía un buen plan, casi perfectamente armado, y tan de película que el solo hecho de acusarlo sin pruebas iba a delatarlo simplemente como un fanático de la ficción, pero alguna falla, algún clavo suelto, algo debía haber que le permitiera demostrar que las cosas no habían sido casualidad. Precisaba pensar y actuar con mucha prudencia para no poner en alerta a Lucas, claramente alguien más lo estaba ayudando a sabotear su relación pero, ¿quién? ¿Acaso alguien sabía de su repentino encuentro con Sara el día anterior? ¿Había mandado Lucas a alguien para que le siguiera? ¿Desde qué teléfono le mandaron las fotos a Jessica? Todo era muy confuso incluso para saber por dónde empezar, lo único que no dudaba es que tendría que actuar rápido.

-¿Mark? -la voz de July tras la puerta de la habitación junto con tres golpes seguidos lo desconcentra repentinamente- ¿Hermanito? (...) ¿Por qué está asegurada?

-Ay, ¿qué pasa?

-Te buscan afuera...

-¿Qué? -abre la puerta rápidamente luego de pegar un salto desde la cama- ¿Quién es, July? ¡¿Es Jessy?!

-Cálmate... -responde al verlo casi encima de ella dispuesto a bajar a toda velocidad- No es Jessy.

-Ah... -vuelve a sentarse en la cama con decepción- Entonces, ¿quién es?

-No lo sé... Un chico que dice que necesita hablar contigo.

-Como sea, dile que estoy ocupado, que ahora no puedo, ¿sí?

-Pero, Mark... Está afuera y...

-Juliana, por favor, tengo que ocuparme de algo más importante, hazme el favor de decirle eso. Ah, y pregúntale el nombre, para luego averiguar qué quería.

-Como quieras, pero después hablaremos tú y yo...

*

-Me alegra tanto que de verdad hayas venido, sigues siendo la misma chica que no falla a pesar de todo.

-Seré honesta contigo, Lucas, no tenía ganas de venir.

-Pero lo hiciste... Y te lo agradezco mucho.

-Yo... Vine porque quería aprovechar de agradecerte personalmente por cómo te comportaste conmigo ayer por la tarde, no puedo negar que fuiste un auténtico caballero y... Nada, gracias, no sé qué hago aquí... -balbucea la última frase haciéndola confusa al oído de Lucas quien la comprende solo cuando ve a Jessica levantarse de su asiento con la intención de marcharse-

-¡No! Hey... -la toma suavemente del brazo haciéndola quedar quieta en la silla- Tranquila, no pasa nada, no tienes que avergonzarte, solo quiero hablar un poco, y si no quieres hablar, al menos compartir un café contigo... como amigos. Te conozco demasiado y sé que estás destruida aunque quieras fingir que no te importa.

-Y yo también te conozco, Lucas, y sé que debes estar feliz con todo esto, ¿no? Querías separarme de Mark, pues ahí lo tienes, ya está.

-No es como crees, no te voy a negar que lo detesto y que haría lo que fuera necesario para que vuelvas conmigo, pero no a costa de verte así...

-¿Y qué esperabas? Hace casi un año mi ex novio al que sentía que amaba con todo mi corazón, me abandonó de un día a otro para irse a New York; a los meses llegó un chico que me pintó todo de rosa, y caí, nuevamente como una ESTÚPIDA CAÍ, Y ME ROMPIÓ EL CORAZÓN MÁS DE LO QUE PENSÉ QUE FUERA POSIBLE, ME VIO LA CARA DE IMBÉCIL Y TRITURÓ LOS PEDAZOS QUE YA TÚ HABÍAS DEJADO ROTOS... -elevó la voz considerablemente al punto de llamar la atención de la poca gente y el personal que se encontraba en la cafetería- Resulta que ahora estoy hablando con mi ex, que por cierto ahora quiere volver conmigo, acerca de mis problemas sentimentales; ¿y a ti te extraña verme "así"?

-A ver, Jess, yo entiendo que estés así, que estés muy enojada y confundida porque todo ha pasado en poco tiempo. Y la verdad es que no quiero que hablemos de Mark ni de nuestra antigua relación, solo quiero ayudar a que te distraigas un poco, es lo mínimo que puedo hacer.

-Te lo agradezco, pero con lo que hiciste ayer es suficiente, de verdad, no quise ser grosera, discúlpame. Ahora solo quiero irme a casa.

-Está bien... Yo te llevo a casa... pero luego de tomarnos estos cafés que acaban de llegar, te pedí tu favorito, no me olvido de las cosas que te gustan. No vas a decirle que no a ese delicioso café que está frente a ti, ¿verdad?

*

Burlando las preguntas de su hermana, Mark salió de casa logrando además evadir el tema de la cena, ya que por lo visto su padre se había tomado el día anterior libre para organizar todo y hoy se encontraba trabajando fuera de casa. Dejando con la palabra en la boca a July, como casi de costumbre, pasó por fuera de la casa de su adorada Jessy. Sintió un fuerte deseo de tocar a la puerta y ser recibido por ella con un beso, o simplemente poder abrazarla y que todo estuviera bien, que hubiera sido nada más que un mal sueño, pero para eso necesitaba darle explicaciones convincentes, y eso era lo que iba a hacer.

Siguió caminando en línea recta, y con su objetivo fijo tomó un taxi en la cuadra siguiente, no había tiempo que perder, cada minuto sin ella dolía más que el anterior, ni siquiera se imaginaba cómo podría ser no sentir esos labios suaves nunca más, no poder verla reír tan dulcemente, y que la felicidad que había conocido durara tan ridículamente poco.

Señorita SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora