– ¡¿PERO QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO?! –Michelle se plantó en medio de la escena haciendo resonar su voz, lo que al instante detuvo todo, al fin y al cabo era su casa. Y no, no estaba Mark con ella–– Este idiota me agarró a golpes, yo me estaba divirtiendo.
– ¡LA ESTABAS ACOSANDO! –yo lograba oír, pero no ver– ME VAS A PERDONAR PERO TE SUGERIRÍA CONTROLAR LA CLASE DE GENTE QUE VIENE A TU CASA.
– Jessica, te sacaré de aquí ahora mismo –Mark se dignó a aparecer de pronto y me abrazó cubriéndome con su cuerpo rápidamente, dispuesto a protegerme, claro, ahora–
– No tan rápido. –me negué a seguir avanzando luego de que él había caminado hacia la puerta conmigo entre sus brazos– Quiero saber quién fue el chico que SÍ estuvo ahí para ayudarme.
– No te voy a dejar aquí ni un minuto más, nos vamos.
– ¡Ya te dije que no! No vengas a hacerte el héroe ahora –me separé de él y me puse en posición desafiante–
– Soy responsable de todo lo que te pase porque viniste conmigo, no cometeré más errores, ¿oíste? Así que ahora no te haré caso, camina por favor o…
– ¿O qué? A ver, ¿qué? Puedo hacer lo que yo quiera Mark Blair, no te metas con mi libertad.
– Te lo dije –me tomó de la cintura y me acomodó en su hombro, sí, como un costal. Malditos imbéciles, ¿se creen con derecho a todo por tener más fuerza?–
– BÁJAME INMEDIATAMENTE –hizo caso omiso a mis palabras y caminó conmigo hacia el auto– MARK ROBERT BLAIR ANDERSON ESTÁS EN SERIOS PROBLEMAS. ¡IDIOTA NO ME IGNORES! ¿SABES? YO NO ME METÍ CUANDO ESTABAS BAILANDO CON MICHELLE.
– Eso fue un grave error, lo sé, pero aun así no es lo mismo –se detuvo, por lo que deduje que llegamos al auto, abrió la puerta, y me acomodó en el asiento, luego cerró la puerta para ir a sentarse tras el volante–
– Te odio –me puse el cinturón de seguridad y me crucé de brazos molesta, mirando fijamente hacia adelante–
– ¿Para qué te engañas? Eso no es cierto –echó a andar el auto–
Me irrita profundamente porque sé que tiene la boca llena de razón, así que me limité a callar mientras él manejaba, manteniendo mi actitud orgullosa. ¿Cree que puede irse a bailar con otra mientras a mí casi me… y luego sacarme de ahí a la fuerza? Este chico está bastante perdido. Y lo peor es que no puedo decir “Al fin me irá a dejar a casa y no tendré que volver a verle la cara.” porque el desgraciado vive al lado, es mi compañero y además… me gusta, sí, y aunque estoy enojada sé que no podría estar un maldito día sin él. Lo odio por haberse convertido en alguien tan importante.
– ¿Me vas a contar qué pasó? –seguí mirando por la ventana como si no lo hubiera oído– Escucha, sé que debí estar ahí pero cuando acabó la canción Michelle me retuvo y me pidió una canción más, fue estúpido aceptar porque yo debía estar contigo pero ya sabes que tengo un corazón de abuela y… cuando vi que dos chicos estaban golpeándose tan cerca de ti y tú estabas tan asustada yo te juro que corrí hacia ti entonces había tanta gente que me impedía pasar…
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Señorita Smith
JugendliteraturLas decepciones amorosas son de esas cosas que no pasan de moda. ¿Quién no ha sufrido por amor? Yo sí, y Jessica también. Jessica Smith es una adolescente de 17 años que tiene el corazón roto. Aunque tuvo un novio, sus experiencias amorosas no han...