Capítulo 1

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Capítulo uno

12 de abril, 2018.

Xander

El emisor estaba sonando con una música lenta y el exquisito viento con olor a mar me llegó a las fosas nasales.

Era una maravilla sentir el exquisito olor y la calma del mar.

Me levanto de la cama y camino hasta que me detengo enfrente de las ventanas que dan al balcón, escabullo una mano bajo mi camisa y me toco el estómago.

Sonrío.

La chica había sido difícil de encontrar, era como un pequeño barco a la deriva. Era una cosa de segundos, ella me emocionaba y luego toda esa emoción bajaba y quedaba la resignación.

Me aclaro la garganta y vuelvo a tocar  mi pecho por debajo de mi camisa, cierro los ojos, solo concentrando mi mente en la corriente marina que azota contra mi cara.

Te voy a encontrar, Solar Blake
En algún momento lo haré.

Nunca me había detenido a pensar en el que iba a pasar después de que la encontrara. Tal vez me haría su amigo, o solo un conocido que solo quería agradecer. Era patético.

Abro mis ojos, contemplando mi reflejo a través del ventanal, hasta que veo al capitán Jonh acercarse a mi y detenerse a mi lado con su rostro serio y sus cejas fruncidas.

-¿Qué sucede, capitán? -pregunte burlón, sonriendo de lado. Él solo tuerce sus ojos y hace una mueca.

¿Acaba de sonreír? Estoy impresionado, eso no me lo esperaba, ni menos a estas horas. Yo era el único que madrugada y se quedaba mirando el amanecer subiendo al final del mar. Una imagen hermosa y mágica.

Una recuerdo viene a mi mente. Mis manos sobre el vientre redondo e hinchado de mi ex mujer con ella apoyada contra mi pecho, sonriendo y disfrutando del aire marino acariciando su rostro. Cierro mis manos en puños y suspiro.

Jonh a mi lado ve mis puños apretados y aprieta sus labios en una fina línea.

-¿Es que de verdad tiene un aficción con levantarse temprano todos los días? Déjeme dormir, vicealmirante, por favor -dice con voz lastimera dándome una sonrisa floja. Mi humor vuelve a la normalidad y me rió en silencio dándole una mirada a todos mis cámaras sobre sus camas apoyados sobre sus codos y escudriñarme con la mirada.

Raros.

-No me pida mucho, capitán. Puede que le cumpla su pedido... -él se vuelve completamente a mi lado y me observa entre sorprendido y emocionado.

Sabía que no me querían en el barco.

-¿Por qué lo dice?

Buena pregunta, la verdad es que le comentaría que cometería la locura de viajar a mi país y volvería a obsesionarme con la búsqueda de la chica de ojos plateados. Pero eso sería hasta patético para todos los que me observan y guardaban silencio.

Por respeto, por eso lo hacían. Era su superior.

Sonrío y achico mis ojos con una sonrisa deslumbrante.

-Eso no es asunto suyo, capitán-comento dándome vuelta y pasando por su lado, golpeando mi mano sobre su hombro y me dirijo al bar.

Unas copas me hacían falta. Era la única manera de poder recordar sus bellos ojos, sus labios y su sonrisa. La recordaba completamente, pero cuando bebía, era algo mucho mejor, la recordaba con un anhelo que hasta a mi me asustaba.

Mi cuerpo reaccionaba de una manera completamente diferente. Ninguna mujer después de lo paso hace muchos años pudo hacer reaccionar mi cuerpo de ésta forma, incluso es mucho más intensa que antes.

Cuando llegó al bar, le pido al camarero una botella de vino, él me la trae a los minutos después con una copa, me sirve y se va.

Me siento al lado del ventanal y bebo de la copa de vino, saboreando su sabor en mi lengua y recordando sus labios rojos y carnosos. Cierro los ojos y respiro profundamente.

Aún recuerdo sus ojos grises chocar profundamente contra los míos, como si mirara mi alma, me tenía fascinado. La deseaba como un loco. Muchos dirían que estoy loco por obsesionarme de una mujer que no conozco, pero... ella con solo mirarme y sonreirme de esa manera. Caí. Caí cómo un adolescente.

Cálmate.

Jonh aparte de ser mi amigo es el capitán de la Star. Él es el hermano menor de mi ex mujer, y quien me apoyo en mis tiempos difíciles, él que me levanto y me dio ánimos de más. Era una de las personas más especiales y uno más de los que me quedan.

La Star era el barco más grande; con grandes armaduras, potente como el motor de un auto nuevo, veloz y fuerte. Blindado con armaduras de último modelo y un diseño completamente diferente.

Matengo mi rostro suave y sigo bebiendo de la copa de vino de un trago y luego me vuelvo a servir un poco más. El bar estaba despejado, solo se escuchaba las olas reventar y la leve música relajante de por medio.

Una bella balada favorita de mi madre empieza sonar en los altavoces. Sonrío ante el recuerdo de su cuerpo meciendose contra el de mi papá, en un baile romántico y apasionado.

Yo en algún momento desee que eso me pasara. Lo hizo.

Me pasó.

Pero lo perdí...

Sin importar que el camarero me mire, me inclino en el sofá y me muevo sobre el mismo lugar, cerrando los ojos y disfrutando de la bella música filtrandose a través de mis oídos.

Muevo mi cuerpo casi al compás del valz y sonrío tristemente abrazando la copa entre mis manos y bebo un poco. Un escalofrío recorre mi cuerpo al sentirme libre y feliz. Ellos estarían orgullos de verme feliz, ellos se lo merecen y se merecen mucho más.

La canción termina y me detengo lentamente. Abro mis ojos con lentitud y observo al camarero mirarme y alzar su copa de whisky y beber de él.

Que buen sujeto.

Una aventura se acerca, y estoy completamente preparado para ello.

Te encontraré, Solar Blake, y está vez te tendré solo para mí. Lo juro.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora