Capítulo 11

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Capítulo Once.

Xander James.

Es difícil de pensar. Se que será difícil mantener una relación más que amistad con Solar, no será algo fácil. Tengo enemigos a donde sea que mire. Todos mis enemigos en cualquier momento me van a encontrar y van a matar a toda mi debilidad.

Bajo la mirada a mi manos entrelazadas con las de mi rubia y la observo sobre mis pestañas húmedas, ella me sonríe.

No puedo creer que por primera vez encontré mi felicidad, luego de siete años solo, sin la mínima necesidad de una mujer, encontré a una que hace que mi mundo tiemble como un gran terremoto. Sus ojos, sus labios... ella es perfecta.

-Te seré sincero con mis sentimientos. No estoy seguro si quieres tener algo conmigo... pero me encantaría, sin embargo ahora sabes lo peligroso que es y prefiero que decidas por ti misma, no quiero tener algo que tú no aceptes. A mi me gustas mucho, Solar, tanto que no puedo respirar completamente cuando me sonríes de la misma manera que lo estás haciendo ahora-ella se sonroja cuando pico su mejilla con mi dedo-Sabes que tengo millones de enemigos a mi alrededor y se que dentro de poco serás una debilidad hermosa para mi, y no te quiero perder tan pronto. No quiero ser egoísta, prefiero que me des tu decisión. No quiero que te sientas presionada, solo di un si o un no, no me molestara lo que decidas...

No me molestara, pero si me dolerá. Porque es una mujer muy importante para mí. Puede que cuando nos conocimos no hayamos conversado más de seis o nueve palabras, pero sus ojos... Fue todo de ella lo que me hizo caer a sus pies. Lo hizo con tanta rapidez que cuando se fue, sentí que mi corazón se salía de mi pecho por la tristeza del momento.

Fue amor a primera vista.

-Sí quiero. Sé que conlleva muchos peligros, pero me encantaría arriesgarme contigo...

—Es muy pronto. Tú y yo todavía nos estamos conociendo, es extraño que todo se haya dado tan rápido, pero realmente quiero intentarlo contigo.

Mi rubia baja su mirada a la foto entre sus dedos y la mueve con nerviosismo. Pongo mi otra mano sobre las suyas y la detengo, ella me observa con los ojos cristalinos.

Sus ojos son más bellos que las mismas constelaciones, tan hermosos que no puedo ni describir con palabras lo hermosos y cautivadores que son.

—¿Cree... Crees que a tu esposa le moleste que hagas esto?

-Reese ya murió-digo tomando aire-aunque me haya dolido en su momento, tengo derecho a volver a ser feliz. Ella lo desearía de todo corazón, y quiero cumplir con eso. Reese fue mi amiga antes de ser mi esposa, y eso es ahora, una amiga muy especial, la cual amo con todo mi corazón, pero que también entiende que yo debo ser feliz y lo haré, cueste lo que cueste.

Me quedo mirando el perfil de Solar. Su nariz respingona y una leve protuberancia sobre ella, sus labios abultados y sus ojos achinados por la luz del sol que llega justo a su rostro. La tomo de las manos para que vuelva a mirarme y sonrío cuando lo hace sonrojada hasta las orejas.

-Lo entiendo.

Suspiro, relajando mi corazón.

Veo como las nubes grises empiezan a moverse de la costa dando paso al gran sol y una sombra se nos pone sobre la cabeza. Al mirar el muelle, me encuentro a algunos cadetes dando un paseo con sus uniformes, con lentes y el gorro bajo su brazo.

Ellos al verme, ponen su mano sobre su frente y siguen caminando cuando asiento con la cabeza. Solar se ríe a mí costado y me clava un codo en mi cintura.

-¿En qué trabajas realmente?-me pregunta, mientras se acurruca en mi brazo, meto nuestras manos juntas a mi bolsillo y se apoya sobre mi hombro, beso su cabello y apoyo mi mejilla en su cabeza.

-Después de que pasara todo eso, me retiré del ejército y como era uno de los mejores, mi coronel me dio un cargo en la marina, ya que su hijo se estaba retirando-dejo salir un bufido-Al final soy Vicealmirante de la armada.

Ella me observa desde abajo y le sonrío, besando nuevamente su cabello. Pego mi nariz a su cabello e inhalo su exquisito aroma a bebés.

-¿Pero porque siempre estás lastimado? No pensé que ser marino conllevaba salir con heridas de bala o navaja-dice abultando su labio inferior y encogiendo sus hombros.

Bufo.

-Mi coronel sabía que yo no era de los que se quedaban sentados detrás de un escritorio sin hacer nada, así que cada semana me llama para una misión... no te puedo decir, porque firme un contrato de confidencialidad, así que solo diré que misiones peligrosas y todo eso.

-Entonces eres un ex militar retirado del ejército, y ahora un marino comandante... Wow. Nunca creí que tendría un... -se queda en silencio y se acurruca cada vez más contra mí.

Me río mientras paso un brazo por su espalda y la agarro de la cintura, estrechando su cuerpo cálido y delicado contra él mío. Su rostro se torno de un leve carmín que me hace sonreír y besar sus mofletes.

-Nunca creí que tendría un... ¿Qué ibas a decir después? -ella niega avergonzada y me cambia el tema, hablando de lo lindo que se ve el mar.

-¿Eres cantante?-asiente emocionada y se separa de mis brazos para subir sus piernas sobre el banco y sentarse modo indio mientras me mira—Cuéntame, ¿Qué papel tienes en tu banda? ¿Cómo se llama?

-Soy la cantante principal de la banda, también la que escribe las canciones y la que toca la guitarra-Me siento apoyando la espalda sobre el respaldo y la miro cruzando mis brazos, interesante—Se llama Metanoia.

Su voz es dulce, pero a la vez tiene ese toque grave que me gusta muchísimo.

-Somos una banda compuesta por cinco: Kellam, él baterista, Anson, él bajista, Kay, él señor amo del teclado, Raelynn es la bajista y cantante, y yo, Sistema solar soy la que toca la guitarra, canta y compone canciones-mueve su cabello de su hombro. Alza y baja sus cejas, sonriendo con diversión.

Y así pasa la tarde, con ella hablando sin parar, contándome anécdotas, chiste de su grupo y como se sintió al estar dentro de algo tan grande y lindo. También me contó acerca de su enamoramiento que tuvo con Anson y luego cambió de tema cuando vio mi expresión seria. Me interesó tanto hablar con ella que reí como nunca antes lo había hecho.

Y me gustó mucho más.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora