Capítulo 5

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Capítulo cinco.

Xander James

Unas semanas después.

Los gritos que se hacían audibles eran demasiado aterradores, tanto que la piel se me puso de gallina y respire hondo tratando de no botar ninguna lágrima.

Varias mujeres asesinadas y secuestradas para cualquier causa estúpida. Me daba pavor ver lo que les hacían cuando me entregaban los informes, incluso me da hasta miedo seguir con mi búsqueda de Solar.

Sé que tengo un montón de enemigos detrás de mi, y por una vez me asuste. Pensar que mis enemigos hayan seguido el rastro de Solar y la hayan capturado y hecho cosas que hasta me dan escalofríos, se me retuerce el estómago.

Suelto un suspiro y sostengo el arma con fuerza contra mi pecho y antebrazo, la alzo y apunto directo al guardia que goza de los gritos de la mujer detrás de la gran puerta sellada. Apunto con rabia hacia él y disparo, el disparo silencioso hizo que mis camaradas observarán al hombre. Unos guardias que son del mismo grupo se acercaron y empezaron a revisar el área.

-Izquierda, alza y dispara-doy la ordeno disparando a otro guardia, me oculto tras las murallas que tapan el paso a la habitación. Los gritos de la mujer se detienen y se escuchan un rato después los sollozos y golpes desde adentro. La sangre me hierve y enojado salgo del muro botando las balas y disparo a todos los guardias. Mi equipo sale un rato después boquiabierto.

Los ignoro y abro la puerta sellada de una patada y agarro al hombre de la nuca que estaba con un gran palo de béisbol entre sus manos y lo estampo contra la pared, doblo sus manos para hacerlo tirar el palo al suelo y golpeo su cabeza contra mi rodilla dejándolo inconsciente, me volteo a ver a la mujer y disparo al hombre mientras observo a mi grupo ayudar a la mujer.

Me causa tristeza ver el cuerpo cubierto de marcas moradas y sangre esparcida por varias áreas de su cuerpo. Cierro los ojos y veo como la ayudan. Uno del grupo pasa su brazo detrás de su espalda y sus piernas, para cargarla, ella se queja en voz baja y mi compañero le dice algo que la hace sonreír y caer dormida.

Salgo de la habitación y sigo caminando por el pasillo con dos armas entre mis manos. Al rato siento que gran parte de mi grupo me sigue y dispara a sus costados.

El sonido de unos pasos detrás de nosotros me alertó. La respiración acelerada y el arma siendo cargada. Todas nuestras armas tenían silenciador, un claro indicio de que el que nos seguía no pertenecía a nosotros.

Me giro repentinamente disparando detrás de ellos. Ellos se giran con la boca abierta y observan al guardia agonizar en el suelo, hago una mueca y le disparo en la cabeza.

Uno de los de mi grupo me observa y observa el cuerpo, arruga su frente y señala con su dedo, soltando el arma.

-¿Cómo... Cómo hiciste eso? Usted... estabas mirando al frente y... wow-empieza a balbucear.

Decido rodar los ojos y seguir caminando.

Y así seguimos, hasta que nos encontramos a un gran grupo de guardias en la salida y la furia me consume.

Tendría una grave suspensión luego de este altercado. Mi coronel sabía de mis problemas de control y mi impulsividad. No me iba a quedar de brazos cruzados mientras veo a estos imbéciles mirándome.

El que estaba en medio de todo da un paso al frente y se ríe con gracia. Lo observo alzando una ceja y suelto el arma acercándome mientras me quito los auriculares. Escucho el grito de mi coronel decirme que no haga una estupidez, pero lo ignoro y camino seguro hasta pararme en frente del hombre, notando la gran tensión entre nosotros dando el primer golpe en su clavícula, él retrocede tosiendo y se apoya contra la pared.

Otro hombre se me acerca golpeandome el costado izquierdo de mi cuerpo, recibo el puñetazo en la cara y con rabia golpeo su rostro con mi cabeza. Mi rodilla se encuentra con su entrepierna y él adolorido se gira, aprovecho de subirme sobre él para golpearlo en el rostro.

Miro de reojo a mi equipo hacer lo mismo, golpeando y peleando a puño limpio. Uno de mis hombres aún sostiene a la última mujer que rescatamos, estaba tratando de protegerla en la esquina de la habitación. Uno de los guardias se acerco a mi compañero con una navaja en la mano. Me levanto con rapidez y corro tecleando al hombre, caímos al suelo y la navaja sale disparada hacia la nada. Con mi codo golpeo su cara y con mi mano cubriendo su cara, doy un golpe en su manzana de Adan y listo.

Cuando todo se quedo en silencio, observo a mi grupo masajearse algunas partes de su cuerpo y quejarse del dolor.

-¿Están todos bien?

Mi pregunta resulta ser estúpida porque todos empiezan a quejarse en voz alta e insultarme. La mujer que estaba en los brazos de mi compañero empieza a despertar y se aprieta contra el cuerpo de mi camarada, que la recibe con gusto y la alza del suelo, ayudándola a ponerse de pie.

-Vamos a casa-digo levantándome del cuerpo inerte abajo de mí, suelto un quejido cuando siento el dolor en mi pierna y la miro de reojo.

Una mancha vizcosa empieza a formarse en el pantalón gris y la miro más de cerca. Mierda... es sangre. No me di cuenta que me habían herido.

Paso una pierna sobre el cuerpo del hombre y me encamino a recoger mis armas, las recojo con un quejido adolorido.

Uno de mis cámaras se me acerca cauteloso, limpiando su labio con la camisa alzada, mostrando su abdomen. Cuando lo limpia, observa mi pierna de reojo y levanta un brazo para pasarlo por mi hombro y ayudarme a ponerme en pie.

-Comandante, pido autorización para ayudarlo-pide mientras me empuja para caminar a la puerta que está abierta de par en par y la puerta del helicóptero me muestra la mirada preocupada de Jonh.

Sonrío seductoramente.

Este rueda sus ojos y yo aparto mis ojos de él, para fijarme en el chico apoyado en mi costado.

-Denegado, teniente.

Él asiente y me suelta para caminar a la puerta alzando los brazos al aire.

-Lo intenté.

Jonh solo se ríe y se acerca a ayudarme. Lo recibo y me cargo sobre el poniendo una mano sobre su pecho.

-Hola, guapo-este deja de cargarme y me empuja-¿Encontraste algo?-pregunto dejando de bromear. Me enderezo y camino normal dejando de agonizar como supuestamente lo estaba haciendo.

-Sí, pero hay algo que no me cuadra...¿Para que quieres información de esa mujer? ¿Te hizo algo? Porque no encontré nada malo en ella. Su expediente está limpio y su vida es completamente movida, solo que su mamá es un poco rara y tiene una obsesión con llamar a sus hijos como planetas...y también que su hija se llame Solar, por el sistema solar-Sonrío risueño, ignorando la mirada fulminante de mi coronel.

Empiezo a saltar en mi lugar y grito eufórico. Jonh se detiene a mirarme con rareza y le sonrío contento.

-La encontré, Jonh.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora