Capítulo 15

198 10 0
                                    

Capítulo Quince.

Xander James.

Era la viva imagen de mi padre.

Mientras me miraba en el espejo, vi el reflejo del cuadro de él sobre la cómoda. Su sonrisa deslumbrante y coqueta. Sus ojos de un intenso miel, algo simplemente difícil de imaginar.

Mi padre era muy atractivo, al igual que mi madre. Mi padre se enamoro perdidamente de la mujer que lo golpeó y que hizo que se humillara ante todos. Me miro a través del espejo y lo veo a él.

Mi boca cerrada en una fina línea, pero se notaban mis labios anchos y la barba de unas semanas decorando como un candado mi rostro.

Veo como unos brazos se deslizan por mi espalda hacia mi abdomen y me empujan, abrazándome contra un pecho voluminoso y cómodo. Me recuesto contra ella y sonrío al no poder verla completamente, es tan pequeña que mi cuerpo la cubre completa.

Asoma la mitad de su rostro sobre mi hombro y la veo elevar sus cejas y reírse con diversión, cambiando mi expresión inmediatamente. Una sonrisa empieza a surcar mis labios y genuinamente me río, apretando sus manos sobre mi torso desnudo, sintiendo la fría piel de sus dedos rozando mis abdominales.

Acaricio sus manos y acomodo la camisa en mis hombros, me giro aun entre sus brazos y la tomo, elevando su cuerpo al aire y ella gustosa rodea mis hombros con sus brazos delgados, deja sus piernas a cada lado de mi cuerpo y la siento sonreír contra mi barbilla.

-¿De verdad me voy a comer todo este bombón?-me río mientras siento el fuego caliente subir por mi cuello hasta mis orejas. Acaricio la piel expuesta de su cadera y agacho la barbilla, mirándola fijamente, perdiendo.

Sus ojos están brillantes, tanto que opaca a las mismas estrellas y tan grises como las nubes un día que prospera lluvia.

Se que intenta hacerme olvidar lo que pasó hace un rato. No he sonreído desde que salimos de la casa del Coronel. Lo único que pude ser capaz de hacer, fue despedirme de Dulce y tomar la mano de mi rubia, entrelazando nuestros dedos y atraerla hacia mí, mientras caminaba a mi coche.

-Gracias por hacerme feliz en tan poco tiempo.

Ella me besa la mandíbula y luego saca una de sus manos de mi cuello y toca mi mejilla, acariciando la piel áspera de mi barba, beso su palma y la observo completamente fascinado.

-Pues estoy muy feliz de hacerte feliz a ti, eso acaba de sonar raro, en fin. Me gusta mucho estar contigo, aparte, me gusta verte así, sin tanta ropa encima y bueno, tengo que comentar que me encantaría verte con el traje de marino-mueve sus cejas con coquetería- Dicen que los marinos son sexys, ¿Lo son? Espero que sí, porque me gustaría presumir que tengo a un pedazo de hombre a mi deposición-y sigue parloteando mientras sonríe como una maniática y me acaricia la mejilla.

Me hace muy feliz tenerla junto a mi.

(...)

Aprieto la mano de Solar mientras seguimos caminando por la zona aérea militar, veo a unos cuantos uniformados frente a dos ataúd y una gran bandera de estados unidos sobre ella, las flores y fotos de todos nosotros como el grupo que hacíamos.

Al detenerme frente a los dos ataúd, me pongo recto y suelto la mano de Solar para ponerla sobre mi frente y la otra sobre mi corazón, me saco el casco y lo pongo bajo mi antebrazo, me giro arrastrando mis pies y camino en posición lineal hasta mi ex grupo de camaradas que me saludan con tristeza.

El coronel estaba tomando la mano pequeña de mi dulzura con un vestido suelto color negro y un una coleta, ordenando su lacio cabello. Ella al verme se suelta y camina con lentitud, atravesando y esquivando a algunos militares que se detienen frente a los ataúd. Me acuclillo y la cojo entre mis brazos, mientras camino a donde deje a Solar.

Entrelazo nuestros dedos y beso su frente.

Veo como el coronel se acerca a mi y me dedica un saludo formal, asiente a Solar y se saca el gorro poniéndolo bajo su brazo. Me quedo mirando sus medallas decorando su pectoral y suspiro.

-¿Tenían familia?-siento a Solar tensar su cuerpo y mirarme de reojo. Mantengo mi rostro inexpresivo abrazando el cuerpo pequeño de Dulce contra mi.

-No, solo uno tenía una novia. Él iba a pedirle matrimonio ayer en la tarde...

Jadeo.

Al frente todos, llego una chica corriendo, que se arrodilló frente al ataúd y se puso a llorar fuertemente, estremeciéndome por dentro por la tristeza y el dolor. Yo pase algo similar.

La chica deja caer su cabeza sobre la pequeña mesa en donde reposa la gran caja de madera, y veo como su espalda tiembla. Sus gritos y lamentos se escuchan por toda el área militar y el Coronel da un paso al frente, para acercarse a la mujer, pero lo freno inmediatamente.

-Espera... ¿Dónde lo encontraron y quién lo asesino?-el coronel me observa y Dulce saca su cabeza que reposaba entre mi cuello y mira a Solar. Sus manos se cierran y abren, estirando sus brazos a mi rubia, se la paso a Solar y me cruzo de brazos girando mi torso al coronel. Veo al capitán caminar ante nosotros con expresión seria, la misma de siempre y cuando está cerca, pone su mano sobre su frente y asiente con su cabeza en mi dirección.

-Capitán Jonh.

-Comandante Xander y Coronel Jimmy.

Mi coronel asiente y me mira respondiendo mi pregunta.

-Lo encontramos frente al espejo, con un traje elegante, una pequeña flor blanca en su bolsillo de enfrente de su camisa y la caja con los anillos dentro de su bolsillo delantero. Fue el mismo que asesino a tu familia anterior, y el mismo que anda asustando al grupo.

Suspiro ruidosamente y la mano de Solar se posa en mi espalda baja, Jonh se percata y eleva una ceja en mi dirección, ruedo los ojos y le levanto el dedo de en medio aun con los brazos cruzados.

-¿Causas de muerte?-pregunto acercándome al cuerpo de mi rubia, y pasó un brazo sobre sus hombros acercando su cuerpo al mío.

-Bala en la cabeza.

Dios mío. La misma causa de muerte que ex mujer y mi hijo.

-Vamos a encontrar a ese desgraciado.

-Lo sé.

(...)

-¡Atención! Marquen-la bala resuenan con fuerza contra mis oídos. Aprieto mi brazo sobre los hombros de Solar al sentirla saltar.

La bandera sobre el ataúd fue doblada por todos sus compañeros y como su jefe de Misiones, me dan la oportunidad de pasar adelante y enterrrar su medalla en la parte inferior de la caja. En ambas.

Me alejó de Solar con las medallas entre mis dedos y camino recto hasta las dos, mirando sus fotos de reojo.

Las medallas fueron colocadas sobre la parte inferior y con ambos puños, impacto mis manos y está se adhiere a la madera. Las trompetas suenan.

-¡Honor!-pongo mi mano sobre mi sien y miró hacia el cielo.

Prometo vengarme de sus muerte.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora