Capítulo 36

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Capítulo Treinta y seis.

Xander James.

Estaba acorralado.

Varios guardias nos rodearon por detrás y por delante, cubriendo el cuerpo del desgraciado. El otro hombre también estaba en la pequeña habitación, apoyado en su bastón y mirándome finalmente con sus grandes ojos.

-Suelta el arma-me pide apuntando con su bastón. Me resisto y tiemblo cuando escucho el quejido de Solar entre los brazos de su padrino. La ira comenzó a recorrer mi cuerpo y arrojó el arma al suelo.

Miró de reojo a mi grupo y les pido que dejen las ramas en el suelo, ellos se resisten, pero me obedecen y miran asustados a su alrededor. Cuando el padrino de Solar sale de la oscuridad, veo los hermosos ojos de mi mujer humedecidos y su bonito vestido favorito destrozado y sucio.

Hijo de puta.

Su cabello estaba suelto, desordenado y tenía grandes hematomas en sus mejillas, también tenía una herida en su labio que estaba cubierta de sangre, sus manos estaban detrás de su espalda y su cuerpo temblaba.

Abro la boca y comienzo a hablar en rumano, todas las palabras que le enseñe hace una semana atrás.

-Te iubesc-se que reconoció la palabra, ya que esa fue la primera palabra que quería que le enseñara. Sus ojos se cristalizan y las lágrimas se deslizan de sus sucias mejillas-Ai încredere în mine-su cabeza se mueve mientras al asentir y miro ahora al confundido de su padrino empujar el cuchillo cada vez más cerca del cuello de mi mujer.

(Te amo) (Confía en mí)

-Yo tam...

Y la fuerte cachetada resuena en toda la habitación, suelto un gruñido furioso y me acerco a él, pero las grandes manos de los guardias me detienen.

Me siento débil. Pienso en un plan b y lo único que viene a mi cabeza es sacar la navaja que tengo escondida en mi cinturón y tirarla hasta insertarla justo en medio de la cabeza de su padrino, sin embargo, puedo dañar a mi mujer si lo intento.

-Así que tu eres Xander-dice el viejo con el bastón acercándose a mí. Lo espero con los puños cerrados y trago saliva. Miro nuevamente los ojos de mi rubia y la encuentro llorando y mirándome de la misma forma con la que yo lo hago.

Mis labios comienzan a temblar y me acerco dos paso a donde se encuentra el hombre, y lo tomo de la camisa mientras lo empujó contra la pared. Los brazos de los guardias me separaron de él y me retuerzo entre ellos, poniendo fuerzas.

Y mientras más lo pienso, más ganas me dan de arruinar sus planes. Así que de un rápido movimiento sacó la navaja oculta en mi cinturón y la lanzó a la cabeza del padrino de Solar. Todos jadean en la habitación cuando la cuchilla es insertada en su cabeza y este cae al suelo, dejando caer la cuchilla haciendo un ruido que opaca toda la silenciosa habitación.

Y aquí mismo comienza la acción.

Con más furia recorriendo mi cuerpo, me enfrenté al viejo Thom Roux, golpeando y peleando, por un momento me doy cuenta que más soldados llegan al área y dispararon. Raelynn se dirige corriendo a sostener a Solar entre sus brazos, y la abraza mientras acaricia su cabello.

Cuando todo queda en silencio, solo escuchando la respiración agitada de algunos de mis soldados, rasco mi nuca con nerviosismo y agacho mi cabeza mirando mis zapatos.

Me da vergüenza acercarme a mi mujer, cuando yo fui el que provocó que la secuestraran. Tal vez ella ya no me ame de la misma forma y me culpe como siempre lo han hecho personas que ni siquiera conozco.

Cierro los ojos y doy una mirada a mi alrededor. Algunos de mis soldados siguen revisando el área y me encuentro con jonh quien me asiente con la cabeza y a mi coronel tomarse el brazo como si le doliera.

¿Y si Solar ya no quiero estar...?

Detengo mis pensamientos cuando unas cálidas manos tomaron mi rostro y me obligan a mirarla. Sus ojos aguados me miran dejándome sin respiración, mi pulso comienza a ir a una velocidad completamente impresionante, y de lo único que soy capaz de hacer es abrir la boca para formular algunas palabras coherentes pero estas son interrumpidas por los gruesos labios de mi mujer, besandome apasionadamente.

Dejo caer mi casco al suelo y mis manos van inmediatamente a su cintura, para presionarla contra mi cuerpo, sintiendo sus manos tirar de mi cabello anhelando un poco más de mis besos contra su deliciosa boca. Me pierdo por unos segundos cuando siento su lengua abrirse camino dentro de mi boca y jadeo dentro de su boca disfrutando más que nunca de su muestra de afecto.

Muerdo sus labios y me separo con la respiración agitada mientras la rodeo con mis brazos y escondo mi cabeza en la curva de su cuello. Veo de reojo a mi coronel y a jonh que miran en nuestra dirección con los ojos bien abiertos y sorprendidos.

-Hierba mala nunca muere-musita Raelynn acomodando su cabello suelto, a su lado Kellam suelta una risa y Anson solo alza las cejas y mira el cuerpo del padrino Solar en un charco de sangre.

Kay suspira con exageración y lo veo al igual que Solar le da una mirada interrogante.

-No me jodas, tiene una jodida navaja atravesando su cráneo, ¡Por dios! Que alguien se asegure de que este muerto realmente...

Beso el cabello de mi rubia y acarició su nariz contra la mía, admirando sus brillantes ojos grises.

-Te amo-musitó acariciando mis mejillas.

Sonrío tontamente y me muerdo el labio inferior con una felicidad única recorriendo mi cuerpo completo.

Pero todo me estaba resultando tan fácil... y con el solo hecho de pensar en eso, el viejo Thom Roux se levanta a penas de suelo y todos nos ponemos tensos, este solo sonríe mostrando sus dientes llenos de sangre y apuntando con su arma en dirección a mi mujer, cuando la intentó ocultar en mi espalda es demasiado tarde, la boca de Solar de abre contra mi cuerpo cuando el sonido sordo del arma es disparada al cuerpo de mi hermosa mujer. El cuerpo de mi rubia comienza a desvanecerse contra mis brazos y caigo de rodillas con ella tocando sus mejillas y pidiendo que despierte.

Ya no soy consciente de lo que ocurre a mi alrededor, solo sé que los amigos de Solar se posicionan en un círculo e intentan despertar a Solar.

-¡Solar! Trezește-te, te rog. Mă sperii. Să nu te duci și tu...-mis manos pican al tocar su piel pálida y palmeo sus mejillas.

(Despierta, por favor. Me estás asustando. No te vayas tú también..)

No escuchó absolutamente nada a mi alrededor, solo me concentro en el cuerpo de Solar entre mis brazos, inerte y con poco pulso.

Dios mío, por favor. Solar, por favor...

Siento el dejá vu llenando el ambiente y esta vez solo me rompo de nuevo, dejando las lágrimas recorrer con una furia en mis mejillas temblando mientras la abrazo contra mi cuerpo.

No, no, no, no. Comienzo a negar con mi cabeza cuando me la intentan quitar de mis brazos y suelto un poco el agarre, dejándolos. Me siento en el suelo y oculto mi rostro entre mis rodillas sintiendo los brazos de alguien rodeando mi cuerpo.

Culpa, culpa. Soy culpable. Yo la asesine. Es mi culpa. Mi respiración comienza a ser cada vez más errática y alguien solo me grita a mi lado, pero lo único que oigo es el silencio. Mi mirada se encuentra con la de Jonh y Anson que intentan sacarme de mi aturdimiento. Las manos de alguien se sienten en mi cuello y siento el pinchazo de algo.

¿Qué me inyectaron? Pero lo que sea que me hayan inyectado, me hacen cerrar los ojos y caer en la inconsciencia, recordando por última vez sus labios sobre los míos y su voz diciendo que me amaba.

Y mientras miraba lo último que mis ojos enfocan, una lágrima se deslizó de mi ojo hasta caer en mi barbilla y mis ojos se cerraron finalmente.

Solar...

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora