Capítulo 28

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Capítulo Veintiocho.

Solar Blake

El concierto tenía un aire de despedida. Y era obvio que ya todos lo sabían. Metanoia se tomaba un descanso. Después de nueve años como banda, por fin nos tomamos un descanso como grupo. Todos nos íbamos a concentrar en nuestros trabajos.

Fue un concierto inexplicable. Todos coreaban y cantaban con nosotros. Movían sus manos como nosotros indicamos y también se reían y prendían las linternas de sus celulares dando un épico momento que nos hizo llorar de la emoción. Porque cuando me subí a este escenario, un estremecimiento me lleno todo el cuerpo. Me puse nerviosa y me equivoqué cantando, pero Anson me sonrió sabiendo que siempre me ponía nerviosa, pero ahora estaba nerviosa porque mi novio estaba mirándome detrás de la cortina y sonría.

Y me deje llevar por el momento. Baile. Reí. Cante. Y me mostré como siempre quería...yo misma. Movía mis caderas al unísono con sensualidad ante los toques de Raelynn y Kay. Mi corazón retumbaba contra mi pecho al sentir los tambores de la batería ser tocados. Me fui y canté como nunca lo había hecho, hasta me sorprendí cuando Raelynn se unió a mi nota alta y Anson se quitó la camisa y la arrojó al público, sonriendo.

Ese fue el último concierto que íbamos a tener por el momento. Y me sentí viva cuando todos empezaron a cantar y gritar cuando las luces se apagaron y nosotros ya nos teníamos que ir. Ellas clamaban por más y yo tenía una sonrisa tan grande y la felicidad no podía quitarla nadie de mi cuerpo. Solo que actúe por sí sola y corrí a los brazos abiertos de Xander y enrollé mis piernas alrededor de su estrecha cintura, tomé su rostro entre mis manos y lo besé.

Furiosamente, necesitando más de él y quedándome con su exquisito sabor en la punta de la lengua cuando nos hizo separarnos. Pero yo quería continuar con mi arrebato, no quería soltarlo. Me sentía atada a él de una manera que no podía explicar.

La respiración agitada se Xander me chocaba en la mejilla y me tomo en brazos con fuerza, se apoyó contra la pared dura del escenario y me tomo del cabello, jalando hacia atrás y mirarme con esos ojos mieles, explotando la última neurona que me quedaba. Y simplemente lo besé.

(...)

Las semanas pasaron extremadamente rápido, tanto que los chicos; Xander y Jonh, habían encontrado más información y me hacían preguntas si conocía la letra de algunas de las cartas que habían llegado en el transcurso de la semana. También me había despedido en el aeropuerto de Kay y Anson, ya que ellos iban a visitar a sus familias en Canadá. Kellam se fue donde su madre a un pequeño pueblo aquí en Venice y Raelynn se vino a quedar conmigo.

Un mes exactamente en donde le presente a Aria, la hija pequeña de Jonh. Las dos congeniaron tan bien, que me ignoraron rotundamente. Dulce estaba con nosotros ahora, ya que el Coronel de Xander estaba aquí y necesitaba que alguien la cuidara.

Su cabello olía exquisito. Mi mano se paseaba por su espalda y ella suspiraba en mi cuello, acurrucada contra mí. Beso su nariz y continuo mis caricias viendo a Raelynn jugar gallina ciega. Aria tenía un paño tapando sus ojos y sus manos estaban moviéndose por todas partes buscando el cuerpo de Raelynn. Ella sonríe cuando toca la almohada del sofá y grita que ahí está, pero Rae simplemente se ríe y continúa moviéndose, hasta que se rinde y se deja pillar por las manos de Aria.

Ver la sonrisa deslumbrante de Raelynn era la cosa más hermosa del mundo. Nunca la había visto tan feliz, después de todo lo que ocurrió en su pasado, ella se cerró completamente al afecto. Era dura de roer, pero me encantaba verla así, me sentía feliz al verla sonreír. Es mi mejor amiga, y un amigo siempre desea que el otro sea feliz.

-Me suda hasta la raya del culo, sistema solar-se expresa, tendiendo su cuerpo a mi costado soltando un gran suspiro de cansancio, al rato abre sus brazos y recibe a Aria en ellos, la deja reposar en su pecho y junta sus piernas en la mesa de café.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora