Capítulo 31

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Capítulo Treinta y uno.

Solar Blake.

-¿Tienes problemas cerebrales? -es lo único que sale de mi boca. Xander hace una mueca y posa una mano sobre su frente sudada.

Infla sus mejillas y se sonroja, deteniendo sus movimientos de cadera.

-Al parecer sí.

Cierro los ojos y me estremezco un poco cuando siento el aire frío moviendo mi cabello suelto. La caricia de unos dedos en mis hoyuelos me hacen abrir los ojos y observo a Xander su dedo delineando mi sonrisa y su mirada concentrada en ella.

-¡¿Por qué eres tan lindo?!-chillo, envolviendo mis brazos en su cintura. Miro hacia arriba y lo encuentro sonriendo sin abrir sus anchos labios.

-Deja de hacer eso, rubia. Me pones nervioso y no quiero eso...

Él baja su cabeza y me da un beso en los labios para tomarme en brazos y cargarme hasta subirme por la rampa del helicóptero que nos estaba esperando.

-¿Te pone nervioso que te diga que eres lindo?

Los que estaban sentados en la cabina, se rieron en silencio y Xander los fulminó con la mirada.

-Si.

Su semblante estaba serio, y sus lentes le daban ese toque de hombre frío, misterioso y calculador, si supieran que era todo una bolita de chocolate dulce, no tendrían ese pensamiento.

Suelto una risilla y me acerco a pasos lentos. No sé si me está mirando exactamente, ya que tiene los lentes oscuros ocultando sus ojos, así que continuo con mis paso y me cuelgo en su cuello dejando un suave beso en su barbilla.

-Eres muy lindo... -bajo su cabeza y beso sus labios, este me muerde el labios superior- Ahora, ¿que debemos hacer?

Xander que se tiene que afirmar de la pared del helicóptero.

Una semana había pasado, y en la semana, Xander no se separo de mí ni hasta para ir al baño. Ahora estábamos en el ejército aéreo y con él estábamos a punto de tirarnos por paracaídas de un helicóptero. Era lo más emocionante y espeluznante.

Luego de que unos hombres entrarán a la cabina, nos unieron a mi y a Xander, yo pegada a su pecho con un cinturón alrededor de nuestras cintura y una cuerda que tenía que tirar cuando estuviéramos un poco lejos del suelo.

-En este nivel, el salto es a partir de al menos cinco mil pies, son exactamente mil quinientos veinticuatro metros, y... ¿Cómo te llamas?-pregunta, interrumpiendo su explicación.

-Solar...

-Solar, debes de contar hasta 15 segundos antes de tirar la cuerda para que el paracaídas se abra y puedan aterrizar correctamente, ¿entiendes?-asiento.

-Tomen-nos da unos palillos para limpiar las orejas y unos pañuelos-Se limpian las narices...para evitar accidentes.

Xander vibra detrás de mí y sonrío mientras me limpio la nariz y de paso a estornudar por el polvo dentro del helicóptero.

-Te entrego mi vida a ti, mi rubia. Antes de que nos tiremos... te recuerdo que te quiero mucho.

Una sonrisa se desliza por mis labios y con alegría me recuesto contra su cuerpo, mientras extiendo una mano para sujetar mi cuerpo de las turbulencias.

-Esa confianza...

Xander suelta una risa ronca y me rodea con sus brazos, recargando su mentón en mi hombro.

-Ya sabes.

Sonrío y miro al chico que nos dio las indicaciones antes de abrir la puerta del helicóptero e indicarnos con las manos que nos acerquemos, lo hago arrastrando el pesado cuerpo de Xander a mis espaldas.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora