Capítulo 8

314 17 0
                                    

Capítulo Ocho.

Solar Blake.

Primer sueño: Tirarme en paracaídas mientras canto a todo pulmón Don't run away.

La mirada intensa de Xander me estaba poniendo muy nerviosa. Mis pies se mecian y mis manos jugaban al sentir su penetrante mirada analizándome.

Me encantaba que lo hiciera. Que me mirara con adoración, me hacía sentir especial y que si valía algo. Sus sonrisas y su toque sobre mi piel, derritiendome como un gran helado expuesto al sol. Su mirada penetrando y mirando mi cuerpo como si fuera la cosa más hermosa de este mundo, me hacía sentir bien, tan bien que me sonrojaba de la nada y mi mente maquina candentes escenarios que nunca creí llegar a tener.

Cuando las enfermeras vuelven abrir las cortinas que Megan cerró. Empiezan a revisar la herida de Xander y luego miran una tabla que una de las enfermeras tiene entre sus manos.

-Tiene que venir una vez a la semana a curación, hasta que le demos de alta-informa la hermosa chica de cabello tintado de rosado y un preciosa sonrisa amable. Ella se retira y queda la otra enfermera en la habitación. Me acomodo en la camilla, rozando el brazo de Xander y él deja de mirar la cortina y me observa enseguida cuando me muevo, mueve sus labios y sonríe de lado.

Sus ojos empiezan a recorrerme como siempre lo hace y pone una mano sobre mi muslo, justo en donde descansa mi mano y la toma entrelazando nuestros dedos con delicadeza. Sus dedos empiezan a recorrer mis manos con las yemas de sus dedos y sus caricias hacen que un leve gemido bajo salga de mis labios. Lo observo por debajo de mis pestañas, ruborizada y trato de ocultar la sonrisa que inevitablemente sale por si misma.

Aprete su mano y la subo un poco más, dejándola bajo mi camisa de tirante al sentirla fría. Él la deja ahí, mirándome intensamente, comunicándonos entre las miradas de anhelo y ternura.

Su mensaje en instagram me había sorprendido, no lo había leído realmente, ya que me empezaron a llegar millones de mensajes más y se perdió.

-¿Por qué siempre estás en el momento justo? Quiero decir, en el hospital...

Su voz ronca y varonil se filtra en mis oídos cautivando y erizado mi piel como si una rafaga de viento helado se tratara. La manera de mi cuerpo al actuar ante cualquier cosa que él haga es completamente fascinante.

Aclare mi garganta, quitando el nudo nervioso que se instaló ahí y miro de reojo a Kay, que está conversando con Megan y me mira de reojo de vez en cuando.

-Vivo en el edificio enfrente del hospital. Siempre tengo que pasar por aquí, así que Kay me fue a buscar para ir hacer unas cuantas cosas al estudio de grabación en donde trabajo y bueno, me encontré contigo. Te reconocí a los lejos. Es imposible olvidarte-digo tomando aire al sentirlo salir todo de mi cuerpo cuando termino de hablar. Inflo mi pecho y dejo escapar el aire para sentarme derecha y jugar con mi mano libre en mi regazo. Mis piernas se empezaron a mover de adelante y hacia atrás en la camilla y veo de reojo a Xander quedarse embobado mirándome de nuevo.

Kay observa eso y asiente soltando risas, Megan también parece darse cuenta porque saca su móvil y nos saca una foto, sonrío nerviosa.

-¿Por qué tú y ella no han actuado como dementes al saber quién soy y quién es Kay?-es una duda que me carcome al percatarme de la mirada de reconocimiento de Megan al principio, sin embargo ella solo lo evadió y siguió con su interrogatorio.

¿Será que no les gusta la música de mi banda? Sería una completa decepción.

-Porque nosotros no somos mucho de eso. La otra vez chocamos el carro de un famoso, tuvimos que mentirle diciendo que somos grandes fans de él para no recibir una multa... -comenta Megan, integrándose en la conversación—Pero siendo sincera, no nos interesa que seas una figura pública reconocida. Eres una persona normal de todas formas, puedes contar con qué no haremos nada que los haga sentir presionados o incómodos.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora