Capítulo 37

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18+

Capítulo Treinta y siete.

Xander James.

Unos días después.

Me aferraba a su cuerpo como si fuera una segunda piel. Aunque pusieran una maldita máquina para alejarme de su cuerpo, no lo iban a conseguir, estaba cien por ciento seguro que iba a volver a correr con todas mis fuerzas para envolverla en mis brazos y no dejarla ir nunca más.

Solar estaba conmocionada al tenerme pegado a su cuerpo, apretando mi cuerpo contra el suyo.

-Xander-susurra.

Percibí en su tono de voz un poco de dolor, así que me separo de su cuerpo y la subo sobre la camilla mientras abro sus piernas y se coló entre ellas, descansando mi barbilla entremedio de sus senos que ocultaba la bata de hospital. Solar suelta una risilla tierna y acaricia mi cabello con ternura que solo hace que mi corazón se siga encogiendo.

Mis ojos se humedecen al sentir de nuevo la pérdida. Sentí que la había perdido también, pero me llevé la sorpresa de verla al lado de mi camilla, sentada sobre una silla de ruedas tocando mi mano y mirándome dormir.

Abro mis ojos como rejillas y veo sus mejillas colorearse de un tono carmín como sus labios. Su cabello estaba ordenado en una coleta alta y su cara estaba sin maquillaje, como todos los días que estaba conmigo. Me gustaba mucho que me mostrara su rostro al natural. Colo mi mano bajó su bata y toco su muslo desnudo y asciendo hasta posar mi mano delicadamente contra su abdomen.

Luego de lo que sucedió hace unos días atrás, me durmieron y me dejaron descansando en la habitación siguiente de Solar. Ella al enterarse que estaba mal, se metió a esta habitación sin que nadie se diera cuenta.

La amaba. La amo.

-Pensé que te perdería... -las manos de Solar me hacen mirar hacia ella y se acerca para depositar un suave beso en mis labios.

Me sentía en paz con ella entre mis brazos.

Me separo un poco al sentir calor y me quito la camiseta, quedando con el torso desnudo. Sus ojos inmediatamente bajaron a mi abdomen y se sonrojó. Su pequeña mano cubre una parte de mi pecho y me empuja mientras hace un puchero lastimero.

-No me paso nada, estoy bien ahora...

Asentí dudoso.

Todavía se notaban las nuevas que trabaja de ocultarme cuando la acompañaba al baño. Ella forzá a una sonrisa mientras le dolió el costado de su cintura, aunque ya esté completamente sano, su herida sigue abierta.

(...)

De lo único que soy consciente, es que estamos besándonos escondidos en el baño que está en esta habitación. Solar está desnuda completamente, rozando su caliente cuerpo contra el mío. Sus manos se pasean como grandes escurridizas por mis biceps. Muerdo sus labios y gimo en su boca al sentir sus manos deslizarse por mis brazos y tocar mi abdomen con su delicada y suave piel. Aprieto su cintura y la atraigo cada vez más contra mi pecho.

Atrevido me arrodillo delante de ella y miro su vientre.

Hay leves líneas decorando debajo de su vientre, unas líneas que se posan sobre su exquisito triángulo de su monte en donde me acerco sediento de saborear. Dejo un beso debajo del vientre y la escuchó jadear y moverse para sostener su cuerpo contra la pared y el lavamanos.

-Xander... -susurra moviendo su manos para quitarme de donde me encuentro, en mi gloria.

-Seré suave... Sabes que jamás te haría daño.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora