Capítulo 34

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Capítulo Treinta y cuatro.

Solar Blake.

En el primer momento en que mis pies cubiertos por grandes tacones tocaron las calles de Venice, fue cuando sentí el escalofrío de malos presentimientos revolviendo mi estómago.

Las calles estaban llenas de personas que corrían y se movían apresuradamente a algún lugar en específico, ya que las fiestas de fin de año se estaban acercando y la gente estaba vuelta loca comprando todo tipo de regalos para sus hijos.

Notaba cierta diferencia en el ambiente. Sentía la mirada de alguien en mi nuca, acechando como si fuera una presa y me asusté cuando mi piel se erizo al sentir los brazos de alguien rozar contra la piel desnuda de mis brazos. Con nerviosismo bajé las mangas de mi cardigan y continué mi caminata a mi casa.

Me animaba a continuar caminando e ignorar la advertencia que me mandaban mis pensamientos. Sabía que alguien me estaba siguiendo, pero tenía la leve sospecha de que mi padrino tenía que ver. Veía a grandes hombres detenidos en los autos negros estacionados a cada lado en el que yo me movía y estaba nerviosa, nerviosa de que tal vez él esté planeando algo. Suelto un suspiro y levanto mi muñeca, tocando el brazalete que me regalo Xander ayer, un brazalete color plateado y una preciosa gema en medio de ella con destellos azules y negros.

Con solo pensar en Xander, un largo suspiro sale de mis labios y sonrío de manera inconsciente al recordar su sonrisa al despedirse de mí. Tenía unos asuntos que atender en su trabajo, por lo tanto no tenía tiempo de juntarse hoy conmigo, así que yo solo asentí y prometí verlo hoy en la noche.

Al llegar al edificio donde se encontraba mi departamento, saludo al de recepción y subo por el ascensor dejando entrar a un caballero que ocultaba su canoso cabello en un gorro y sus manos enguantadas en cuero negro.

-Es una linda mañana, señorita Blake... -saborea mi nombre entre sus labios arrugados y me tenso notablemente cuando se acerca a mi y me tomó de un brazo.

Cuando el ascensor anuncia que llegamos a mi piso, jalo mi brazo saliendo de su fuerte agarre y corro a mi departamento sacando la tarjeta con el código, abriendo de un rápido movimiento para entrar y cerrar la puerta, pero me fue imposible cuando el hombre patea la puerta y me empuja contra la pared, empuñando mi cabello en su puño.

¡Carajo! Enojada y llena de una furia que nunca creí que volvería a nacer en mi, golpee sus costillas con mis puños y lo aleje de mí, para volver a correr a la puerta y tomar mi móvil entre mis manos y marcar al número de Xander.

El hombre me detiene bruscamente al tomar mi cabello suelto y tirar de él para arrojarme al suelo para subirse encima de mí y darme un puñetazo en la nariz, me quejo escupiendo sangre y aprieto el móvil en mis manos.

Escucho la voz de Xander filtrarse en mis oídos, a través de los audífonos que cubre mi cabello e intentó hablar, pero la gran mano del hombre me aprieta el cuello, dejándome sin respiración.

¡Dios mío! Por favor, por favor. Xander, date cuenta.

Solar, ¿estás ahí? ¿Femeie frumoasă? Suelto un gemido.

Mierda...

Las manos del hombre comienzan a apretar su agarre contra mi cuello y levanto mis rodillas aprovechando que el hombre se puso horcajadas contra mis costillas, levanto mis piernas y con mi pie golpeó su nuca y lo dejó caer a mi costado quejándose.

Intentó regular mi respiración mientras me levanto del suelo y tomo un florero que estaba al alcance de mis manos y lo arrojo en dirección al hombre que ya estaba recuperado completamente, este esquiva el macetero de cerámica y se acerca a mí ya más furioso que antes, tanto que levanta un puño y me golpea la mejilla haciéndome escupir sangre en la alfombra blanca enfrente del sofá.

Los sueños de Solar Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora