Una verdad que confesar

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Los capitanes se mantenían en su lugar, Rukia tuvo el impulso de ir a auxiliar a la exteniente, de cierta forma se sentía culpable por lo que estaba pasando, después de todo, ella estaba en ese estado por haberla salvado de aquella pesadilla. Sin embargo, no se movió de su sitio.

-Explícate, Nakamura - ordenó Byakuya dejando de lado lo que acababa de pasar - ¿Cómo es posible que Shizue sea también un vizard?

- ¿Acaso ustedes tuvieron contacto con Aizen?-preguntó Hirako aun con semblante de sorpresa y algo desconfiado ante la posibilidad de que hubieran colaborado con el excapitán.

-Esas respuestas solo se las puede dar Shizu - contestó levantando a la susodicha en brazos – cuando esté en condiciones óptimas para hablar se los haré saber, por ahora, nos retiramos, ella necesita descansar – sin decir más, salió del gran salón dejando a todos discutiendo entre ellos sobre lo que acababan de ver.

Ichigo y Rukia se miraron al mismo tiempo, ambos demandando una explicación.

- ¿Por qué me mentiste? - preguntó ella primero - ¡¿Por qué no me dijiste que fue ella la que me salvó?!

-Yo no te mentí, cuando yo llegué ella ya estaba saliendo de la mansión, ¡no tengo idea de que fue lo que hizo! - se justificó - mejor tu dime, ¡¿Por qué demonios no me dijiste que ella tenía poderes hollow?! Eso es algo que no se puede pasar por alto – espetó señalandola acusatoriamente.

- ¡Yo tampoco tenía idea, esta es la primera vez que la veo hacer eso! - le respondió alzando la voz y acercándose más a él en actitud desafiante.

- ¿Cómo pudo haberte ocultado algo así? ¿desde cuándo puede hacer eso?

- ¡¿Cómo se supone que sepa eso?!

- ¡Silencio todos! - alzó la voz Yamamoto – Ya habrá tiempo de preguntas al respecto, por el momento necesito que les comuniquen a sus escuadrones la información sobre los enemigos que recibimos hoy. Kurosaki, tú te quedas, los demás retírense - ordenó.

- ¡Hai! - afirmaron los capitanes y tenientes algo reticentes y comenzaron a salir del salón excepto chigo y Rukia. Ambos intercambiaron miradas sabiendo que aun tenían cosas de las que hablar.

-Cuando salga iré a buscarte - habló el shinigami – aún hay algo más que debo contarte...

Rukia no dijo nada, solo lo miró a los ojos preocupada para después tomar el mismo camino que su capitán.

Ichigo se quedó solo con el comandante, haciéndose una ligera idea de lo que le quería hablar.

-Acércate, muchacho – dijo el sotaicho, aunque parecía más una orden que una petición - Tu eres la clave en esta guerra, mocoso, tu podrías marcar la diferencia entre la victoria y la derrota del Gotei – lo miraba directamente a los ojos – Shizue me dijo que está segura de que tú nunca estarías dispuesto a colaborar con el enemigo, por más heredero de Yhwach que seas, demuestra que no se equivoca.

- ¿Por qué ella diría eso? - le cuestionó al comandante – Ni siquiera me conoce lo suficiente.

Ante eso el Sotaicho se reprendió internamente, maldita fuera la hora en la que Shizue decidió que quería quedarse como una traidora.

-Ella sabe el papel que has desempeñado en las grandes batallas del Gotei, espero que podamos contar contigo de nuevo, esta vez como uno más de nosotros - endureció su mirada.

-Hai...- fue lo único que dijo, había algo en todo aquello de Shizue y Haise que no terminaba de convencerlo del todo.

-Hay algo más...- continuó el sotaicho – aún no sabemos los detalles de las intenciones de los Quincys contigo, no podemos estar seguros de que solo tu puedas ayudarlos, si no es así, podrían fijar la vista en tus hermanas, te sugiero que mantengas eso en mente.

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