El Mundo Correcto

Familia

Llegó al escuadrón diez en cuestión de segundos e inmediatamente empezó a buscar el reiatsu de sus hermanas, con el tiempo había mejorado en ello.

Las percibió en los campos de entrenamiento, así que se encaminó a allí con paso ligero ignorando las miradas de extrañeza que le dirigían los shinigamis al verlo pasar.

Al llegar pudo ver a Yuzu sentada en el césped observando cómo Karin y Toshiro intercambiaban golpes con un par de Katanas de madera. La pequeña castaña advirtió su presencia y fue a saludarlo efusivamente.

- Onii-chan, ¿qué haces aquí? - preguntó en cuanto se separó luego de abrazarlo.

El la ignoró y fue al encuentro de su hermana pelinegra, no era su intención ser un patán con Yuzu, era solo que en ese momento solo tenía ojos para ver la escena que se desarrollaba unos pasos de él.

- Apuesto a que no lo dices en serio - escuchó decir a Karin, sonriéndole a ese enano, como le gustaba llamar a Toshiro, mientras este le devolvía la sonrisa, ese simple acto le hizo hervir la sangre, si bien el peliblanco no parecía tener una intención más allá de ser amable.

- ¿Que esta ocurriendo aquí? - preguntó en cuanto estuvo junto a ellos, un poco más hostil de lo normal.

- ¿Ichi-nii? - Karin parecía confundida de verlo allí, tanto que ni siquiera prestó atención a su pregunta.

- ¿Qué haces en mi escuadrón, Kurosaki? - preguntó el capitán con tono neutro desvaneciendo la sonrisa de su rostro.

- Yo pregunté primero - protestó - ahora díganme, ¿que se supone que están haciendo?

- Emm, ¿entrenar? - Karin preguntó como si fuera demasiado obvio, señalando la katana de madera que tenía en las manos.

Ichigo solo ignoró su respuesta y se acercó a Toshiro, más cerca de lo que se consideraría normal.

- ¿Qué intenciones tienes con mi hermana? - le preguntó en tono bajo pero amenazador. Era obvio, por su cara de sorpresa y confusión, que el peliblanco no se esperaba para nada esa pregunta.

- ¿Que acabas de...?- quiso preguntar Toshiro, pero antes de terminar de hablar, Karin lo interrumpió.

- ¡¿Que mierda dices?! - exclamó incrédula, tirando del cuello de su Kosode para alejarlo del capitán y hacer que la mirara - ¿Ahora qué te dijo esa cabra loca? - preguntó cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.

- ¡¿El viejo sabe sobre ustedes?! - dramatizó, ensanchando los ojos con sorpresa.

Karin pareció meditar sus palabras, para luego volverle a gritar al idiota de su hermano.

- ¿De qué carajo estás hablando?

- ¿TIENES ALGO CON ESE ENANO? - no era una pregunta, era una expresión de estupefacción, como si hubiera dado por hecho que la respuesta era un rotundo sí.

- ¿A QUIEN LLAMAS ENANO, KUROSAKI?

- ¡Claro que no!, ¡¿De dónde sacaste eso?! - preguntó de nuevo la Kurosaki, empezando a sentir la cara caliente, sin saber si era por el enojo o por la vergüenza.

- ¡Hola familia! - como si lo hubieran llamado, Isshin apareció de repente en el campo de entrenamiento.

- ¡TU! - la pelinegra lo señaló acusatoriamente - ¿Ahora que estupideces has estado diciendo por ahí?

- ¿Yo?

- ¡Es suficiente! - exclamó Ichigo - Creo que me merezco una explicación - sentenció cruzándose de brazos.

- ¡¿Explicación?! ¡Si ni siquiera sé de qué estás hablando! - le riñó su hermana.

- Oh, ya veo lo que pasa aquí - dijo Isshin con una mueca condescendiente - Es hora de una charla familiar - dijo como si aquella situación fuera lo más normal del mundo.