Luego de curar a la menor, Yuriko salió de la habitación para darles un momento de privacidad, Hiroko y sus dos hijos se quedaron junto a ella las dos horas que le tomó despertar.
-¿Ma...má?- su voz sonó débil y confundida.
- Shizu...- le sonrió para tranquilizarla, los mellizos, que se hallaban recostados boca abajo a cada lado de ella en el futón, levantaron la mirada en cuanto escucharon su voz.
- Sanemi... Asami... ¿están bien? - a pesar de su condición, no olvidaba la amenaza de su padre.
- ¡Nee-chan! - pronunciaron ambos comenzando a llorar de nuevo, la abrazaron con fuerza ocasionando que ella soltara un pequeño quejido de dolor- ¿ah? Lo... lo sentimos- se disculparon asustados.
- No... está bien- les sonrió, se incorporó con la ayuda de su madre y los abrazó acariciando sus cabezas. Ante esto los mellizos rompieron a llorar y correspondieron el abrazo.
- ¿Estas bien? ¿Te duele algo? - le preguntó su madre preocupada.
- No, estoy bien- mintió, la verdad era que le dolía todo, solo que no quería que sus hermanos se sintieran más culpables aún, los conocía a la perfección como para saber lo que pasaba por sus cabezas en ese momento.
Escucharon cómo alguien tocaba, pidiendo permiso para entrar.
-Adelante...
- Hiroko-sama- la joven Nagisa hizo una reverencia- mi madre me ha enviado por Sanemi-sama y por Asami-sama- explicó una vez se incorporó- Ryoma-sama ya se haya durmiendo en mi habitación, creo que ya es hora que los jovencitos también duerman.
-No queremos irnos- protestó Asami.
- ¡Queremos quedarnos con Nee-chan! - secundó su hermano.
- Tienen que dormir, apuesto a que están cansados- les dijo su hermana, esperando una oportunidad para hablar a solas con su madre.
-Pero...
- Vayan- ordenó la mujer- Shizu también necesita descansar.
Los niños obedecieron a regañadientes, no sin antes darle un último abrazo a su hermana.
Cuando se quedaron solas, Shizue agachó la mirada empezó a sollozar en silencio, su madre solo la abrazó esperando a que hablara.
-I-Iba a matarme...- susurró aterrorizada. Su madre solo atinó a abrazarla más fuerte con cuidado de no lastimarla.
- En verdad lo siento...- ahora ella también había empezado a derramar lágrimas- Perdóname...
- Quería lastimarlos, no lo entiendo... él es nuestro padre, se supone que debe amarnos ¿no?, ¿por qué nos odia? - preguntó alejándose un poco, mirándola a los ojos.
Ante su pregunta, la mujer no supo qué decir, solo la abrazó y sollozó con ella, esa no era la vida que había imaginado para ella el día que nació, recordaba ese día como si hubiese sido ayer.
...
Aquel era un día que quedaría grabado en la historia de todo el Seireitei, el día que nació la heredera de uno de los clanes más fuertes e importantes de la Soul Society.
Tsukehiro Hiroko se hallaba en su habitación siendo atendida por varias mucamas que se aseguraban de que el parto fuera sin ningún improvisto.
-Vamos, cariño... solo un poco más- un apuesto pelirrojo de ojos grises la alentaba mientras sostenía con fuerza su mano.
Un grito y un último esfuerzo después, el bebé nació.
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El Mundo Correcto
De Todo¿Que pasaría si un día te dijeran que toda tu vida no es como debería?. Si por una serie de eventos desafortunados encontraras el verdadero lugar donde perteneces. Una antigua leyenda, un nuevo enemigo y el llamado de tu destino. Ichigo deberá encon...