Nuevos misterios

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Un nuevo día comenzaba en la Soul Society y al mismo tiempo un shinigami de cabello naranja terminaba de desayunar en la mansión Kuchiki

-Sin duda los desayunos en tu casa son los mejores- decía el pelinaranja a su compañera, para luego dirigirse a la primera división y así conocer la decisiones de Yamamoto-Sotaicho.

- No creas que Nii-sama te dejara estar de gorrón para siempre, deberías pensar en donde vas a vivir- le reprendió su compañera por su desfachatez.

- ¿Me estas echando de tu casa?- preguntó empezando a fruncir el ceño.

- No, solo te digo que Nii-sama lo hará en cuanto se entere de que dormiste en la mansión sin su permiso, es más, yo creo que ya lo sabe.

- Me preocupare de eso cuando pase- término la conversación enojado, el buen humor que tenía al despertar sin los golpes de su padre y por el exquisito desayuno se fue al demonio.

Al llegar al primer escuadrón, el sotaicho los esperaba aun rodeado por el resto de capitanes. Rukia como hizo al llegar el día anterior, se arrodilló, pero esta vez se llevó consigo a un malhumorado Ichigo.

-De pie- ordeno Yamamoto, haciendo que Ichigo le dirigiera una mirada asesina a la shinigami a su lado, lo había hecho arrodillarse por nada –Tras escuchar las opiniones de cada uno de los capitanes presentes, he tomado una decisión sobre la actual situación del ex shinigami sustituto Kurosaki Ichigo.

El mencionado rogaba por que el viejo no lo hiciera ir seis años a esa bendita academia, sin embargo algo lo distrajo de su plegaria, sentía los deseos asesinos de alguien en esa sala, solo que no sabía de quien.

-Kurosaki Ichigo- llamo su atención el anciano- ahora mismo te nombro miembro oficial del Gotei 13, desde hoy hasta el día de tu muerte servirás como un honorable soldado, con la misión de proteger las almas de los vivos y de mantener el equilibrio de los 3 mundos, juras cumplir con esta misión que te es encomendada?.

-...- eso fue inesperado, creía que el proceso sería un poco más lento pero aquello lo tomó por sorpresa- L-lo juro- fue su torpe respuesta.

­- Bien, espero grandes cosas de ti muchacho- le dijo Yamamoto sinceramente- ahora, serás asignado al escuadrón numero 13 bajo el mando del capitán Ukitake Juushiro, y la teniente Kuchiki Rukia, ella será tu guía y mentora hasta que te adaptes completamente al funcionamiento del Gotei, también deberás entrenar periódicamente para recuperar todas tus fuerzas, en cuanto al puesto que ocuparas en el escuadrón, eso será decidido por tu capitán o en dado caso por tu teniente.

Al final todo habría salido como lo esperaba, incluso la idea de tener a Rukia como maestra no le desagradaba del todo, lo único que quería era que no se le ocurriera explicarle las cosas con sus horribles dibujos del conejo endemoniado, pero había algo extraño, aquella energía negativa de deseos homicidas se intensificó y ahora no tenía duda de que se dirigían a su persona, al dirigir su vista a sus espaldas supo quién era quien quería matarlo, nada más ni nada menos que Kuchiki Byakuya, el noble le mira como si quisiera abrirle un hoyo en la cabeza, no entendía a que venía esa mirada, según el no había hecho nada que pudiera molestarlo, a no ser que se hubiera enterado que durmió en su casa sin permiso, ese era su pensamiento hasta que el viejo Yamamoto volvió a hablar.

-Y dado que la señorita Kuchiki será su tutora esta deberá estar con usted todo el día sin interrumpir sus deberes como teniente del escuadrón, intente aprender de ella todo lo posible, cuando ya se haya adaptado se le será aplicado un examen que definirá su nivel de capacidad para ocupar un puesto alto en el escuadrón. Eso es todo, debe integrarse a sus funciones de manera inmediata, doy por finalizada la reunión- dictamino el comandante con un golpe de su bastón, aquel que guardaba en su interior el enorme poder de Ryujin Jakka.

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