Después de terminar de llenar su parte de los odiosos reportes, Ichigo decidió entrenar un rato con su zampakuto en los campos de entrenamiento de su escuadrón, tenía que recuperar todo su reiatsu y entre más rápido mejor, al estar tan ocupado aprendiendo las cosas básicas del seireitei y soportando los regaños de la marimandona de su teniente no tuvo tiempo de practicar adecuadamente.
Se concentraba todo lo que podía, quería lograr despertar todo el poder y la habilidad de Zanguetsu, sin embargo, sentía que algo no iba bien, de cierta manera sentía a su espada más pesada que antes, y cada vez le costaba más esgrimir un movimiento que fuera preciso.
-¿Qué demonios?- preguntó enojado a nadie en particular, ahora podía sentir claramente como su zampakuto vibraba inquieta. Solo había una solución para ello, tenía que preguntarle al viejo Zanguetsu qué estaba pasando y para eso debía meditar, algo que nunca se le dio muy bien.
Se sentó en el suelo con sus piernas cruzadas y puso su espada en su regazo, tal y como había hecho cuando aprendió el saigo no getsuga tensho, cerró sus ojos y respiró profundamente, le estaba costando conectarse con el espíritu de Zanguetsu, 2, 3, 5 minutos y aún nada, estaba por rendirse cuando de repente dejó de sentir el suelo debajo de él y un fuerte mareo lo invadió, cuando abrió los ojos se encontraba en su mundo interior, estaba recostado en uno de los tantos edificios horizontales que había en su mundo pero era diferente a las otras veces que estuvo allí, se sentía pesado y algo débil, inmediatamente se levantó, pero con mucho esfuerzo cabe decir, quiso buscar al viejo Zanguetsu pero no fue necesario, este estaba justo frente a él.
-Ha pasado mucho tiempo, Ichigo- le hablo el pelinegro con su voz imponente que hacía eco en todo el lugar.
- Zanguetsu...
- Te estaba esperando- dijo con la mirada seria haciendo reaccionar a Ichigo.
- Zanguetsu, ¿que es lo que pasa con mi reiatsu? ¿Cómo es que no puedo ni siquiera acertar un solo golpe sin tambalearme?
- Tu alma ya no es la de un humano Ichigo, hay algo dentro de ti que te impide sincronizarte con tu nuevo estatus de shinigami.
- ¿Algo dentro de mí?- preguntó confundido
- Al morir, parece que tu alma por fin se ha liberado por completo, el verdadero problema es saber que tanto te perjudicará tu nuevo poder- el tono de su voz era tan serio como siempre, pero ahora Ichigo pudo notar cierto tinte de preocupación.
- ¿Perjudicarme? ¿Qué significa eso?
Zanguetsu estaba dispuesto a explicarle al chico a que se refería, sin embargo, fue interrumpido.
- Significa que alguien más está dispuesto a pelear por el trono del rey- resonó una voz a espaldas del shinigami, una voz que conocía muy bien, y que hasta ese momento agradeció no tener que volver a oír.
Giró su cuerpo de golpe y, efectivamente, pudo observar una vez más cómo su contraparte le dedicaba una sonrisa macabra junto con esos ojos vacíos que no dejaban ver otra cosa que la sed de sangre.
-¿¡TU!?
&O&
Después de soportar todos los gritos de euforia acompañadas de insinuaciones poco decentes de parte de su desvergonzada teniente, el capitán Hitsugaya por fin se había librado de todas las burlas surgidas de la vergonzosa situación en la que fueron encontrados él y su amiga pelinegra. Ahora se podía concentrar totalmente en la misión encomendada por el Sotaicho.
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El Mundo Correcto
Random¿Que pasaría si un día te dijeran que toda tu vida no es como debería?. Si por una serie de eventos desafortunados encontraras el verdadero lugar donde perteneces. Una antigua leyenda, un nuevo enemigo y el llamado de tu destino. Ichigo deberá encon...