~ Capítulo diecinueve ~

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- ¡¿QUÉ?! - bramó la chica, furiosa.
Toma eso puta.
Cállate.
¿Qué? Él nos escogi...
Cállate.
La guerra con mi suboconsciente me traía loca, y me regañé mentalmente por estar pensando que esto me hacia feliz.
¿Me hace feliz?
No.
Claro que si. ¿Entonces por que sonríes?
Modifiqué mi cara al ver que era cierto.
Cállate, Ivy.
¿Qué sentimientos me invaden?
Enojo. Mucho enojo.
Cierto.
- ¡¿ESTÁS ESCOGIENDO A ESA ZORRA EN LUGAR DE A MI?! - gritó de nuevo. Solamente queria callarla, no golpearla ni agredirla fisicamente...
- ¡ELLA ES UNA PUTA!
Bueno, tal vez después de todo, si.
Sin embargo si seguía gritando, despertaria a mi mejor amiga y eso, seria muy malo, por que yo explotaría.
- vete de aqui, Madison - le gruñó Ethan.
- ¡vete al demonio, Ethan! - le gritó de nuevo. Las cosas han dado un giro drástico en la ¿dirección equivocada? ¿en la correcta? no lo sé.
¿Qué estoy pensando?
¡En la dirección equivocada! Las cosas están mal, ¿cómo llegué a esto? ¿cómo es que concer a este chico sin camisa parado frente a mi, me hace tener tantos problemas?

El sonido de sus tacones se iba debilitando conforme se alejaba, supuse que no traía carro, sin embargo cuando escuché el motor destartalado y usado de un carro me dí cuenta de que había venido por su cuenta.
A domcilio, pensé sarcásticamente.
Cuando aseguró mi subconsciente que la puta ya se había ido, no dudé en mirar sobre mi hombro.

Ethan estaba parado mirando hacia la calle con las manos en los bolsillos y una sonrisa burlona en la cara, volteó a mirarme y, cuando sus ojos se posaron en mí, una media sonrisa perfecta se formó en sus labios.
El impulso para lo que cometí a continuación no fue excusa suficiente para esto.

Di la media vuelta, hecha una furia, caminé hacia él con pasos decididos.

¿Cuál es su problema? ¿Acaso cree que solamente con decir "a ella" todo estará bien?.
Esa sonrisa me sacaba de quicio, pero no podía descartar que se miraba realmente bien desde cualquier ángulo. Su cuerpo emanaba una energía que hacía querer besarlo y ...

¿QUÉ ESTOY PENSANDO?

Concéntrate, Ivy.

Cuando me quedé callada, se acercó -aún más a mí- y sonriendo con suficiencia dijo:

- ¿tienes algo que decirme, Ivy? - preguntó mirando mis labios y mordiendo el suyo.

Tragué saliva incapaz de articular palabra por el acto tan sencillo que estaba efectuando Ethan, ¿cómo es que esto me afecta?. He visto a muchos chicos morderese el labio, sin embargo, jamás me había afectado tanto como esto.

- si - contesté cortante - ¿por qué demonios hiciste eso? - pregunté, señalando a la calle.

Su ceño se frunció y esa mirada confundida tomó su lugar.
No entendía.
Claro, ¿por qué entenderlo? Ni siquiera yo lo comprendo.

- ¿qué? - pareció sorprendido por mi actitutd, y no dudé ni un segundo en usar su confusión a mi favor.

- ¿me crees estúpida, Ethan? por que eso fue lo que vi cuando....

- ¿estúpida? - susurró, interrumpiéndome. Levantó una ceja y me miró expectante- ella se fue.... y ¿tú estas enojada?

Su tono de voz aumentaba de tono conforme estabamos hablando, y eso solo significaba una cosa.
El pronto explotaría.
No egusta su actitud bipolar, por un momento está feliz, después confundido y ahora, enojado. Es una bolsa de emociones que son sacadas al azar, y eso no me agrada.

- ¡me hiciste ver como una tonta...! ¡yo... ni si quiera dijiste palabra....! - las palabras en mi garganta ardian como ácido hirviendo. Se acercó lo suficiente como para que pusiera ver sus pupilas hacerse pequeñas. Me miraba con intensidad, su cuerpo desnudo me provocaba de mil formas diferentes, ¿cómo competir contra eso?.

- ¿boba, eh? - preguntó tomándome con la guardia baja, y no dudó en darme una sonrisa burlona.
Pensé que diría algo, o que me diría que soy una bruja o algo parecido.

Una bolsa de sentimientos.

Posía sentir su aliento; mis piernas temblaban ligeramente, la cabeza me daba vueltas y sus ojos me hipnotizaban como siempre lo hacen.

- eh... yo... - tartamudeé - eres un idiota solo quieres provocarme, pero ¿sabes algo? - le pregunté - ganaré - le dije muy confiada. Me sentí como una tonta por el hecho de que en mi mente había creado una rara y extraña competencia invisible con él; sé que estoy loca, sé que suena como una estupidez, sin embargo yo sabia que el está en esto.

Levantó una ceja, y con un solo movimiento brusco y deliberado, se acercó a mi (aún más) sus ojos no dejaban de mirarme, desafiante y provocador.
¿Por qué no me alejo?
¿Por qué no lo golpeo?

Tal vez porque te verías debil.
Te verías intimidada.

No, Ivy O'Donell no es débil.

No.

Debes alejarte.

No.

Sus labios se acercaron lentamente a los mios.

Aléjate.

No.

Ahora.

Se seguían cercando.

¿Me va a besar?

TE VA A BESAR.

¿POR QUÉ NO TE ALEJAS?

Sus labios rozaron los mios.

- te escogí a ti, Ivy - susurró como si estuviera sin aliento. Me pareció una extraña reacción por su parte.

Sonrió y, aprovechando mi debilidad me dejó plasmada y sin aliento.
Miré su musculosa espalda hasta que escuché la puerta de su departamento cerrarse.

Ganó.
Él ganó este round.

*****Ivy en multimedia********

Bésame™ +16 [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora