Bésame™ +16 [PAUSADA TEMPORALMENTE]

~ Capítulo veinticinco ~

---- HOLA AÚN SIGO VIVA😂 lamento no haber actualizado prontoo😭 no me maten. Espero y este capitulito les guste muchoooo💕
Los quiero, Aída-----

*flashback*
- Mamá, iré con Christian al parque, ¿de acuerdo? - pregunto. Nunca he sabido porque siempre pido permiso, aunque ya se que me dejará ir con Jenn y Christian a cualquier parte sin contradecirme. Tal vez por cortesía.
- ¡Claro, hija! ¡Cuídate! - grita desde la cocina.
Salto de felicidad y agarro la patineta en que está alado de la puerta.
- ¡Vengo al anochecer! - anuncio.
...
- ¿Dónde estabas? - me cuestiona Christian. Sus ojos verdes me acusan con la mirada mientras come crema de maní, Jenn está toda manchada de la cara y es difícil sociabilizar con ella cuando cuando hay galletas oreo y esta crema tan deliciosa.
- Mi mamá estaba haciendo la comida y... No encontraba lo que buscaba - saco la navaja de mi bolsillo.
- Perfecto - dice Christian sonriente. - ¡Es hora, Jenn!. Recoge las cosas que están en el césped y se monta en su bicicleta.
Río.
- ¿Aún con miedo a las patinetas, Christian?
- Cállate, Ivy - reprime con una sonrisa; esa sonrisa de niño que me gusta tanto. - Estuve internado un mes por esa cosa del diablo - prosigue.
Jenn se monta en la patineta y sigue nuestros pasos mientras se relame los dedos para quitar el exceso de crema de maní. Amo mi vida.
Mi papá llegará de viaje mañana y dijo por teléfono que me traería una especie de dulces que tienen diferentes sabores según el color. Los adoro, desde que los vi en internet me obsesioné con ellos.
Pasamos por el parque que está enfrente de la casa de Christian, pero avanzamos unos cuantos kilometros a lo lejos mientras buscamos el árbol indicado.
- ¡Ahí es! - anuncia Jenn.
- ¿Cuál les gusta más? - pregunto mirando las hileras de árboles hermosos.
Los tres avanzamos y nos paramos inmediatamente en un extraño arbol con hojas de un color rosado... Ladeo la cabeza y sonrío.
- Encontramos el indicado, chicos - animo.
Christian saca la navaja y rmpieza a tallar en el árbol.
"LOST SOULS"
Sonríe cuando está listo.
- Este es nuestro árbol ahora... - Nos mira a ambas con una enorme sonrisa, su cabello rubio resplandece en el sol.
- Por siempre... - digo.
- ... y para siempre - completa Jenn.
*flashback*
- ¿Por eso la ropa? - me pregunta Ethan sacándome de mis dulces recuerdos que hacen que se acumulen lágrimas en los ojos; su mandíbula esta apretada y sus manos hechas puños.
- Eso no te incumbe, Ethan - le niego.
Baja la mirada para luego suspirar y sujetarse el puente de la nariz, controlando su temperamento.
Sacudo la cabeza. No me quedare viendo como el egoísta de Ethan se enoja simplemente porque salgo con alguien. ¡Que se vaya al infierno y se acueste con esas putas del bar que tanto ama!
- Vámonos, Brent. - hago una pausa y observo la mirada fija de Ethan - No hay nada que ver aqui - miento.
Mi cordura mental se fue a la basura por un instante ¿qué no hay nada que ver? acabo de hacer un milagro, literalmente... creo que rompí record, ¡dios! Ese cuerpo es algo que puedes ver TODO el día y jamás aburrirte, sin embargo, como (obviamente) es Ethan, no puedo hacer libremente eso, sin que me suelte algún comentario sarcástico o malpensado.
Salimos del departamento y sonrío cuando estamos atravesando el patio delantero sin ser detenidos, ni Brent ni yo decimos nada mientras estamos agarrados de la mano, tal vez porque pensamos en todo lo ocurrido, sin embargo miles de cosas se me ocurren decirle a Brent y miles de maldiciones a Ethan, ahora.
- ¡TYSON! - escucho seguido de un jalón por parte del chico.
- ¿Qué pas...? - la pregunta se queda en el aire porque un grito ahogado de sorpresa y enojo salen de mi boca.
Ethan golpea a Brent en la cara sin ninguna maldita razón...
¿Cuál es su problema? ¿No puede dejarme en paz?
Brent tarda en recuperarse pero no se queda atrás y devuleve el golpe; le abre la herida de la ceja a Ethan y esta no se tarda ni un segundo en sangrar.
Aveces pienso que a Ethan le gusta sufrir físicamente.
- ¡IMBÉCIL! - grita Brent escupiendo sangre en el césped. - ¡TENGO UNA CITA CON IVY, IDIOTA! - reclama
Lo que el chico dijo en dirección de Ethan surge el efecto que quiere porque inmediatamente el idiota se abalanza y empieza a golpear a Brent en la cara.
- ¡Eres un maldito COBARDE! - grita Ethan mientras da golpe tras golpe. - ¡NO SALDRÁS CON IVY! ¿¡ACASO NO TUVISTE SUFICIENTE LA VEZ PASADA?!
¿La vez pasada? ¿Qué significa eso? Ethan sigue lanzando golpes como el imbécil que es, las palabras que salen de la boca de Ethan me dejan petrificadas y sin aliento; su actitud posesiva me trae como loca y ya es suficiente.
- ¡ETHAN DETENTE! - grito sujetándolo del brazo. Lo matará si sigue a ese paso. No me hace caso, y sigue golpeando a Brente en la cara incontrolablemente. - ¡POR FAVOR ETHAN! - suplico - ¡LO VAS A MATAR! - grito desesperada. Su puño se queda en el aire y me mira frenéticamente, como si ... quisiera que siguiera diciéndole cosas.
- Suelta a Brent.... - Mira mi mano y después a mí. Sus ojos se vuelven de otro color más claro y eso me reconforta - Ethan, suéltalo - repito.
Hace lo que le pido y se levanta. No me quita la vista de encima mientras remueve la sangre de su boca con la mano.
- Largo de aquí - dice Brent. La mandíbula de Ethan se vuelve a cerrar con un golpe.
Demonios.
- Estás loco si crees que dejaré que Ivy vaya contigo - amenaza.
- ¿Disculpa? - digo.
- ¿Quién te da el maldito derecho de decirme que hacer, Ethan? - pregunta con voz cansada Brent, cuando en realidad YO debería de preguntar eso.
- ¿Qué acaso soy invisible? - pregunto. Las manos de Ethan se vuelven a hacer puños mientras se posiciona delante de mí, como si me estuviera protegiendo de algún peligro. ¿Qué demonios?
- El mensaje no te ha quedado muy claro, al parecer - susurra Ethan.
Mi cabeza da vueltas y por un momento veo a Christian delante de mis ojos... Está sonriendo, la misma sonrisa de siempre: confiado, relajado y siempre alegre; sus jeans negros característicos de él, su blusa tipo polo, sus ojos verdes animándome con la mirada a que diga algo y ese cabello rubio que resplandece con el sol.
- ... Tendré que partirte la...
- ¡CÁLLENSE! - grito, desesperada interrumpiendo a Ethan. Christian desaparece con el viento.
Ambos me miran sin saber que decir o como actuar. - No me han dejado hablar desde que pusiste un pie en la puerta Brent - regaño - Nadie, pero absolutamente NADIE - Salgo detrás de la espalda de Ethan y lo recrimino con la mirada. - NO me puedes decir que hacer; ni tu Ethan, ni tu Brent
- Tú no sabes nada, Ivy - susurra Ethan, enojado. Cuando veo su carácter posesivo y machista es cuando me hago a un lado y señalo su casa.
- Eres MI VECINOO, ¿entendido? No tienes ningún maldito derecho de decirme qué hacer y qué no hacer - reprimo hecha una furia.
- Pero... - dice Brent.
- ¡CÁLLENSE! los dos son unos idiotas
Ethan abre la boca para reclamar y (obviamente) soltar un estúpido comentario sin sentido cuando lo interrumpo:
- ¡No, Ethan! No puedes venir a mi maldito departamento todo borracho, meterte en mi baño y golpear a Brent sin ninguna maldita razón - Me importó muy poco que Brent escuchara lo de la ducha, al final de cuentas, ¿qué puede pasar? Él tiene muchas cosas que explicar.
- No puedes ir con él, es peligroso - susurra, calmado.
- Cállate Ethan, eres un maldito arrogante ... Bipolar, hace un maldito segundo estabas encima de Brent y lo estabas golpeando - Me masajeo la sien.
Miro a Brent que se calla al instante con mi mirada.
- Vaya, jamás pensé que serías tan ingenua como para salir con chicos de su tipo- me incrimina haciendo que todo el efecto de sus ojos me perforaran.
- ¿Ingenua? - Río sin humor. - ¿Y cuál es mi tipo, según tú?
Abre la boca pero se queda con las palabras en esta.
- Eso creí - susurro.
Le doy la espalda y me sujeta por el brazo.
- Por favor, no lo hagas. Es peligroso - suplica. Vi algo en sus ojos que me parece muy extraño en el, está pidiendo las cosas por favor.
Suspiro y lo miro por unos instantes.
- Me tengo que ir, Ethan - susurro zafándome de su agarre. ¿Peligroso? ¿Por qué habría de ser peligroso?

Brent abre la puerta de mi lado y la cierra cuando entro. Miro por la ventanilla y veo a Ethan demacrado, cansado y un tanto borracho en el frente de mi departamento.
Su mirada lo dice todo: cometí un error.
Me obligo a pensar que no es así, pero cuando Brent avanza, algo en mi interior se remueve, y ¿les digo algo? No es un sentimiento bueno.