~ Capítulo ocho ~

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Miles de pensamientos se me vinieron a la mente en cuando lo ví; molestia, alegría, enojo, sorpresa se acumulaban en mi cabeza como un tornado.
Puso una mano en el marco de la puerta, dándole un aspecto tan fresco y deliberado.
Mi cuerpo se sintió repentinamente caliente por su cercanía. Tragué saliva.
Relajado, era la palabra que lo describía perfectamente.
- hola, Ivy - me saludó seductivamente mirándome de arriba a abajo sin ningun rastro de vergüenza. Mi blusa con tirantes y mis pantalones cortos no eran lo que yo les llamaria "cubridores" en este momento.
No se percató de mi mano, ya que las tenía por detrás de mi espalda casualmente. La noche del antro me vino a la mente y el tercer rubor de toda mi vida se hizo presente ligeramente.
Casi me sorprendió su actitud egocéntrica. Casi.
Mi boca se abrió de par en par y bajé la mirada, donde mis ojos se desviaron y llegaron directamente hasta su musculoso pecho desnudo y la "v" que formaban sus huesos por debajo de sus pantalones... Oh dios... Tragué saliva de nuevo y levanté la vista. Me sentí inusualmente estúpida por sentirme de algún modo nerviosa por esto.
Una pregunta invadió mi subconsciente. ¿Él sabía donde vivía, y aún así aceptó la apuesta?
Cuando miré sus ojos y todas las respuestas que transmitían, supe que el definitivamente sabía.

- ¿está Mike? - pregunté bruscamente. Negó con la cabeza y me sonrió dándome a entender de que me habia cachado viéndole su six pack. Desvié rápidamente la mirada.
- ¿para qué lo necesitas? - preguntó guiñándome un ojo - tal vez pueda ayudarte...
Tenía tres opciones: volver y hacer que a Jenn le dé un infarto, esperarme a que cure por acto del espiritu santo o aceptar todo su questionario acerca de la cortada y probablemente las burlas.
Escuché unos silenciosos pasos a su espalda y mis cejas se levantaron de par en par en cuando ví a una chica semi-desnuda besándole la oreja y el cuello a Ethan. ¿Coqueteó conmigo, aún y cuando tenía novia? Mi indignación se elevó y con ello presidió mi enojo.
Mi boca se abrió para decirle que me largaba de aquí y que se fuera al demonio.
Pero algo me detuvo.
Jenn. No le puedo hacer eso. Ella no tiene la culpa.
- ¿tienes una venda? - pregunté aspirando hondo. Sus ojos se abrieron de par en par y me pareció percatar en sus increíblemente ojos verdes (con gris) un atisbo de preocupación, que descartó después de que parpadeé, por lo que lo tomé como una alucinación.
¿Por qué estaría preocupado?, me pregunté sarcásticamente.
La chica gimió y pareció percatarse de mi presencia por primera vez después de que carraspeé, hizo un gesto molesto y de inmediato le dí una mirada intimatoria, haciendole saber que no andaba de humor como para soportar a personas como ella. El idiota sonrió en mi dirección, miró a mi espalda, sonrió con malicia e ignorandome dejó la puerta abierta y se fué con la chica a encerrarse en una habitación.
Si, definitivamente la preocupación era irreal.
¿Qué demonios..?
- ¡Ivy!- escuché la voz de Mike. Me giré y lo ví con una encantadora sonrisa que te transmite amigabilidad y, al mirar la toalla curiosidad y preocupación inundó su rostro.
- ¿qué pasa? - preguntó por el contrario de Ethan, alarmado.
- ¿tienes una venda? - repetí la pregunta al momento en el que destapaba la herida. Sus ojos se abrieron y se apresuró a entrar. Entré sin preguntar sintiéndome miserable.
- ¿dondé está Jenn? - preguntó de pronto.
Me quede sorprendida y fruncí el ceño mientras me daba la espalda para apresurarse a buscar lo que necesitaba en el botiquín. ¿Sabe su nombre? ¿Cómo?
Ah... El antro de ayer, debió de haberle dicho el mío también, ¿cierto?
- se desmaya al ver sangre... - me encogí de hombros. Sonrió cariñosamente y se acercó a mi con un paquete y un frasco de alcohol.
- ¿está Ethan aquí? - preguntó con un tono de voz distinto, sin mirsrme a los ojos - digo... ¿Un chico? Ojos verdes... Alto... Cabello ...
- si, él me abrió la puerta... Está con una chica, creo... - le interrumpí sin importarme menos. Con una estúpida zorra, pensé molesta.
Me sorprendieron mis ofensivos insultos y me recriminé mentalmente. Si, obviamente que me había topado con alguna de ellas, sin embargo, por lo general siempre las ignoraba, nunca pensaba en ellas. Frunció el ceño y mientras sujetaba mi mano y ponía el alcohol (dolió mucho) me miró sobre sus pestañas.
-¿ya lo conocías? - questionó al ver mi reacción.
Torcí la boca - algo así... - le dije con el tono más normal, no preguntó nada, pero se percató de mi molestia, solamente asintió y se lo agradecí por ello.
- ¿con qué te cortaste?
- con una lata de atún - susurré.
Se rió ligeramente, y lo miré con desdén.
- lo siento - se disculpó sonriendo.
En ese momento salió el rey de Roma (debo de aclarar que solo) y se sirvió un trago y al ver lo que hacia Mike, frunció el ceño.
- ¿qué te pasó? - me preguntó
Me quedé callada.
- se cortó con un cuchillo, idiota - mintió Mike. Agradecí por ello. -un cuchillo grande ... - agregó guiñándome un ojo.
- ¿cuándo? - preguntó confundido mirando hacia la encimera de la cocina para verificar lo ocurrido.
Abrí la boca molesta y en ese momento para no contestarle una grosería la chica salió (ya vestida) y con aspecto somnoliento.
- Ethan... - gimió la chica seductoramente. - ¿volveremos a hacerlo algún dia? - preguntó. ¿Su novia le estaba preguntando eso? ¿Qué? ¿Se ha acostado con ella? La pregunta más importante, ¿por qué me sorprende?
El me recibió semidesnudo.
Esto no tiene sentido.
- no lo creo... - le respondió e hizo una pausa, pensando. Sin ponerle mucha atención a ella, sacó de la nevera una cerveza con aspecto deliberado.
- Gina - le recordó después de unos momentos. Asintió.
- ya puedes irte, Gina - le despidió cortante.
Me quedé con la boca abierta literalmente y miré a Mike que parecía poco sorprendido por su actitud, ya que en cambio de mi boca que rodaba por el suelo, el se limitó a rodar los ojos y seguir vendando mi mano.
Me sentía un poco incómoda en esta casa con el hecho de que Ethan no me quitaba la vista de encima después de que se fué la chica.
- ¿cómo te ha ido en mi departamento, Ivy? - preguntó.
Su compañero cerró los ojos y se negó a mirarme.
- ¿qué? - dije confundida.
Mike murmuró una maldición.
- si, me enteré de que se están quedando en mi departamento - dijo.

Recalcó la palabra MI. Observé a Mike mientras se levantaba y se enjuagaba las manos.
- pensé que era tú departamento - le dije, dirigiéndome a Michael. Mi pecho subía y bajaba con impetú.

Esto es el colmo. ¿Qué le pasa a la gente de aquí? Me levanté de la silla y furiosa atravesé el departamento. De reojo ví que Ethan tenía media sonrisa en la cara y me miraba con ojos neutrales. ¿Cuál, es su problema? ¿Por qué empezó a coquetear conmigo si me va a tratar así? Pero... ¿Qué estoy pensando? ¿Por qué me mintió Mike?
- ¡Ivy, espera! - me gritó Mike.
Bajé los escalones y antes de que atravesara su pequeño patio delantero, me detuvo del brazo. Me miró y sin saber que decir o ¿cómo actuar?
Levanté expectante una ceja cuando ví que no decia nada
- yo... Lo lamento... Sé que debí de haberte dicho que no era mi departamento, pero... Lo siento... - se disculpó.
Por alguna razón no lo golpeé como lo hubiera hecho con cualquier otra persona, ya que sus ojos mostraban sinceridad y arrepentimiento. Miré du mano, y enseguida me soltó.
- ¿por qué...?
Se petrificó lo que me dió a saber que entendió perfectamente mi pregunta, a pesar de que estaba incompleta.
- yo.... - empezó a decir - no...
Dí media vuelta y empecé a alejarme.
- quería impresionar a Jenn... - dijo derepente. Me detuve en seco y lo miré sorprendida, al ver que sus ojos brillaban me reí ligeramente y acto seguido se ruborizó.
- pensaste que la impresionarías... ¿Solamente por tener un departamento? - pregunté. Divisé a Ethan por mi visión periférica viniendo hacia nosotros. Me sorprendí a mi misma recriminando a esa playera que tapaba su pecho. Mi mal genio se trasmitió hacia otra persona.
- eso es cierto, Ivy - concordó el idiota. - a Mike le gusta tu amiga... Jenn
¿¡Cómo sabe su nombre?! ¿Ha hablado con él? ¿Sabía del trato? Me puse a la defensiva. Repentinamente sentí mariposas en mi estómago, en cuando recordé lo de la "cita". Supe que el pensó lo mismo, ya que me miró con una mirada significativa y sonrisa burlona.
- cállate, Ethan - le reprimió Mike. Sonreí por la forma en la que se refunfuña Romeo.
- ¿lo ves? - me señaló con su pulgar- hasta Ivy se rié de tí
Fruncí el ceño.
- ¿de dónde se conocen? - preguntó curioso Romeo.
Ethan levantó las cejas.
- oh... ¿De dónde nos conocemos? ¿Eh, Ivy?
- yo no lo conozco - dije cortante.

No se quedará esto así, decía su mirada.

Bésame™ +16 [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora