~ Capítulo veintitrés ~

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- ¡SALDRÁS CON BRENT!- grita mi mejor amiga con toda la emoción reflejada en la cara. Río y asiento.
- si - susurro. Mike aún sigue en la sala y, dudo que se vaya a ir en este preciso momento solo por el simple echo de que me estoy arreglando para salir con un chico que no lo agrada.
Mi atuendo es bastante simple: vestido de un color turquesa que me llega hasta el muslo, tacones color ocre... nada fuera de lo normal.
¿Por qué Mike odia a Brent? ¿Tiene algo que ver con Ethan?
- dice que me llevará a un restaurante costoso - agito la mano quitándole importancia.
Sigo enchinando mi cabello con la tenaza mientras Jenn me dá unos consejos sobre como ser una chica normal y no ... En conclusión ser, yo.
Sentarse de la forma correcta, caminar con tacones(apesar de que ya los se usar), usar los utensilios, ser cortés, no ser sarcástica, sonreír, divertirse... Bla, bla, bla.
Veo los labios de mi mejor amiga abrir y cerrarse mientras pienso en Ethan.
"Te escogí a ti, Ivy" susurra.
¿Qué? ¿Por qué?
¿Por qué me escogió a mí?
Esa pregunta es algo que jamás será contestada porque nunca le preguntaré.
- ... ¡Ivy! - la voz de mi mejor amiga me saca de mis pensamientos. Miro sus increíbles y abiertos ojos verdes mientras me observa preocupada y con el ceño fruncido. - ¿estás bien? - pregunta. Asiento sin convicción y añado rímel a mi maquillaje.
Mis citas nunca han sido lo mas... ¿Normales? Digamos que todas las que he tenido han sido excepcionalmente raras, la última vez que salí con alguien, involucró un tenedor clavado en el muslo del mesero. Debo aclarar que estuvo en el momento y tiempo menos indicado.
- estoy bien - miento. No quiero admitir que estoy nerviosa de pies a cabeza, sin embargo estoy nerviosa porque estoy feliz, ¿cierto? Mi subconsciente quiere pensar que si, ¿por qué no estaría feliz? Brent es tierno, educado, todo un caballero y no es un psicópata sexista como Ethan, ni un egoísta como Luke, ni un chico con una mirada perdida como la de Mike; puedo hacerlo, quiero hacerlo.
¿Recuerdan que dije que nos largaríamos de aquí mañana? Bien, los planes se alargaron por algo imprevisto... Al parecer mi padre quiere que...
- ¡IVY VEN AQUÍ! - grita Jenn desde algún punto del departamento. Dejo lo que estoy haciendo y me apresuro a correr milagrosamente para atravesar la habitación con tacones.
- ¿qué pasa? ¿Estás bien? - pregunto al instante cuando la veo parada en la puerta de su habitación con algo en sus manos.
- toma.. Usa esto... - me entrega un collar con una "I" en cursiva. Mis ojos se ponen llorosos por lo que significa... La reconozco muy bien como para dejarlo pasar.
Christian.
- ¿recuerdas esto? - señala el dije. Asiento frenéticamente mientras me seco las lágrimas, acto seguido niego porque siento que la pequeña parte de oro en la palma de mi mano me quema.
- no estoy lista para usarlo, Jenn - susurro.
- si lo estás - asegura - ya ha pasado un año - me recuerda.
Titubeo por un momento antes de cerrar la palma de mi mano.
- bien, puedo hacerlo - me doy ánimos, no se si miento, o estoy haciendo lo correcto, sin embargo los pensamientos alentadores nunca han sido verdaderas.
No para mí.
Miles y miles de recuerdos me invaden con esta pequeña cadena de oro; me la dió Christian, tierno, realista, responsable, e inocente Christian... Todo se fue con él. No me dejó nada; eso me derrumbó.
Jenn carraspea cuando vé que no digo nada.
- iré al baño - anuncia despacio. Escucho sus pasos hasta que la puerta se cierra detrás de ella, en cambio, yo sigo parada sin saber que hacer.
No me pondré la cadena.
No puedo.
No debo.
Él me la dió... Unos días antes de que...
- si, ya se idiota - reclama Mike en la sala, está susurrando, por lo que llama más mi curiosidad. Me quito los tacones y avanzo de puntitas por el piso frío - ¡sácalo de ahí! ¡Demonios! - maldice, frustrado el chico. - ¡tienes que sacarlo de ahí, ahora! No soportará más copas... - se queda con algunas palabras en la boca, ya que tartamudea. Incapaz de articular palabra por el enojo y la frustración, se masajéa la sien - ¡dile algo... Nose! ¡Güey, tienes que hacerlo reaccionar! ¡Destrozará el bar si no lo impides! Dile al barman que no le dé más tequila ... - se calla y escucha con atención lo que la otra persona le está diciendo - ¿qué demonios? ¿Mason..? ¿Mason? - su cara se transforma a sorpresa antes de colgar.
El sonido de la puerta del baño me hace saltar, asustada.
- ¿Ivy? ¿Estás bien? - pregunta Jenn. Asiento.
- si, eh... Yo.. Mm... - miro mis pies - ¿estos tacones están bien?
- ¡claro! ¡Son los indicados! - asegura. - ¿qué hora es?- pregunta con el ceño fruncido. Miro mi celular.
- 5:00 - respondo, hago una mueca porque me arreglé demasiado rápido. - dijo que pasaría por mi a las 7:00 - agrego
- mmm.. ¿Tienes hambre? - pregunta.
- no hay estufa, ¿recuerdas?
Levanta una ceja y me mira con malicia.
Dios. No.
...
- ¡estas hamburguesas son asombrosas, Mike! - dice Jenn con la boca llena. Río y asiento. Definitivamente son las hamburguesas más ricas que he probado en toda mi vida; es curioso, todo empezó con una estufa que no teníamos... Hasta una parrilla eléctrica generosamente donada por nuestroS vecinoS Mike y nuestro amable y nada egocéntrico vecino, Ethan.
No, él no ha vuelto. Sin embargo, Michael cada vez que mencionaba algo relacionado con las famosas hamburguesas decía: "Ethan la compró, yo solo aporté un poco" "Ethan es el de las recetas de hamburguesas" "Ethan es... " "Ethan es asombroso" "Quisiera ser como Ethan"
Bien, tal vez las últimas dos exageré, sin embargo, falta muy poco para eso.
- concuerdo con Jenn, son deliciosas, ¿dónde aprendiste a cocinar así? - cuestiono. Se encoge de hombros y se ruboriza un poco.
- eh... La mamá de E...E..than, dejó la receta.. Yo...,eh, bien... Hice algunos arreglos a la receta y ya - finaliza.
Frunzo el ceño y asiento.
Son las 5:30 y siento que la hamburguesa que me comí hace diez minutos quiere regresar por donde vino.
Milagrosamente sigo vestida y pulcramente peinada. Por supuesto que tuve que hacer unos retoques a mi maquillaje, sin embargo, nada fuera de lo normal.
- no puedo ir, Mike - le niega Jenn en un susurro al chico. Miro en su dirección y veo que Michael la mira con ojos de perrito. Dios, son taaan cursis.
- vamos, no te dirá nada... Solo un rato... Sé que te gusta mucho... - insiste.
- no quiero dejar sola a Ivy, Mike. Es... Complicado... - concluye con una simple palabra.
- ¿a dónde quieres llevar a mi mejor amiga, Mike? - grito desde el sillón. Ambos me miran sin saber que decir. Wow, parezco la mamá sobreprotectora, pero Ethan y Mike no pasan de ser extraños para mí.
- eh.. Yo.. A la playa, a encontrar estrellas de mar - dice.
Meneo la mano que señala hacia la puerta.
- ve, Jenn. No soy mamá protectora como para encerrarte en la casa sólo porque tendré una cita... - reclamo. Me mira con los ojos bien abiertos - Jenn Smith, si no sales por esa puerta en menos de cinco minutos con Michael, te arrepentirás - amenazo juguetonamente/cierto.
Suspira y mira al chico que le sigue suplicando con la mirada. Rueda los ojos y asiente.
- ¿segura? - pregunta una vez más en la puerta.
- tengo todo bajo control. - digo con un guiño. En sus ojos destella un brillo de diversión, deja la mano de Mike al aire y se apresura hacia donde yo estoy, se acerca lentamente a mi oído y dice: - te quiero virgen cuando vuelva - amenaza tiernamente. Río y asiento.
- ¿quién dice que lo soy? - bromeó. Ella sabe que solo le tomo el pelo, así que con una sonrisa de oreja a oreja sale del departamento dejándome sola. Estoy vestida, alborotada y con un horrible nerviosismo que aumenta con cada minuto que pasa.
6:30.
Terminé de ver un capítulo de "The Walking Dead" y llamo a mi madre.
- hola, hija - saluda - ¿qué tal todo?
- bien, yo.. Eh.. Bien... ¿Y tú?
- excelente, la florería ha estado teniendo un asombroso auge en estos momentos, ¿adivina qué? - pregunta con una emoción real.
Sonrío.
- ¿Maximus se comió las plantas de nuevo? - bromeo porque sé que no estaría emocionada de ser así.
- noo - dice a regañadientes - al hijo de Martha; John ya le llegaron las cartas de la Universidad de Washington y si lo aceptaron ¿no es asombroso?
- si, magnífico - miento. No soy egoísta, simplemente estoy celosa - ¿aún no han llegado? - pregunto, rendida.
- no, hija. Tampoco la de Jenn - agrega.
Un golpe fuerte en la puerta hace que me sobresalte.
- bien, eh.. Mamá me tengo que ir, adiós. Te amo.
- también te amo. ¡Me saludas a tu padre! - dice antes de que cuelgue.
Agh.
¿Cómo pudo perdonarlo?, pienso.
Tocan la puerta de nuevo, esta vez, más fuerte. Demonios, quien quiera que sea derrumbara la puerta si sigue tocando así.
- ¡ya voy! - grito. No es Brent. Él no tocaría la puerta de ese modo.
Abro la puerta y veo la cara de un Ethan con un ojos rojos, labio partido, ceja sangrando y mirada desesperada.
- Ivy... - dice cansado.

Bésame™ +16 [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora