~ Capítulo tres ~

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- ¿Ivy? ¿Ivy? - escuché.
Me tallé los ojos y la luz que provenía de la ventana del cuarto me cegó.
- ¿que? Yo... Estoy aquí, ¿que pasa? ¿Maximus rompió mis revistas de nuevo? - me alarmé e hice el intento fallido de pararme ya que algo fuerte me sujetó por la cintura. Miré y era un cinturón.
¡Estamos en un avión!
El mismo avión que abordé esta mañana con mi mejor amiga... Recordé. El que nos lleva a California.
- demonios... Estamos en un avión - maldije. Me estiré y me quité el cinturón. - ¿que pasa? ¿Por que no me despertaste?
Se encogió de hombros y ví que su cabello rubio estaba pulcramente acomodado y estaba algo maquillada. Fruncí el ceño.
- quiero verme bien con tu padre ... - me explicó. - hace años que no lo vemos y no quiero dar una mala impresión - se acomodó en el asiento - creo que deberías de hacer lo mismo, Ivy... Sabemos como es tu padre... Aparte estará su otra familia... - susurró. Asentí y el mal genio vino a mí.
Su estúpida familia, me obligué a tomar en cuenta eso, ¿a mi que me interesa su otra familia? ¿Quiere que le llame mamá? ¿Hermano? ¿Hermana? ¡Ni loca!
- mi padre solamente me quiere presumir a su perfecta familia, solamente porque no acepto el dinero que me envía cada mes, ¿lo recuerdas? No me interesa si es un estúpido y famoso doctor que se consiguió a una esposa que solo lo busca por su dinero... Solamente quiero que mi verdadera mamá este feliz conmigo y tener la conciencia limpia de que él esta feliz ¿entendido? Eso es todo, Jenn - le aclaré
Asintió.
El viaje en avión no duró mucho puesto que compartimos audífonos y escuchamos nuestras canciones preferidas mientras jugábamos Candy Crush o cualquier juego para niños. Cuando aterrizamos miles de personas estaban en el enorme aeropuerto, se abrazaban, besaban y mostraban su afecto con diferentes personas, mientras buscábamos un taxi para llegar a nuestro "destino".
- ¡ey! Mira... - me señaló Jenn un señor con traje que traía un letrero que decía "Ivy y Jenn" con letras femeninas así que supuse que eran de la susodicha, mi boca se abrió y negué con la cabeza. - no quiero su dinero, Jenn... - le susurré mientras agarraba su maleta y me dirigía a la salida a buscar un taxi
- no puedes hacer eso Ivy, lo tomará mal... Y es evidente que es por parte de ella - me reclamó.
- ¡no! - le grité y varias personas me miraron, de inmediato vieron mis ojos y con una mirada fulminante desviaron la mirada . - no quiero su dinero y jamás lo querré, ¿entendido?
Corrió hacia mi al ver que seguía mi camino. Avanzó de espaldas mientras hacia contacto visual conmigo.
- no tenemos tanto dinero, Ivy ... - lo dijo medio gritando ya que el ruido exterior era mucho mas ruidoso en cuanto las puertas se abrieron automáticamente - tu sabes eso mejor que nadie - me reprimió. Hice una mueca y me detuve. Di la vuelta y dejé mi estúpido orgullo detrás.
...
Toqué la puerta y mis manos sudaban. Por alguna razón me sentía nerviosa de lo que podría haber detrás de esas paredes y me importó muy poco la enorme casa y la limosina que se iba justo detrás de nosotras. La primera pregunta fué ¿cuantos hijos tiene? ¿Niñas? ¿Niños? ¿Plural? ¿Singular? ¿Su esposa? ¿Es bonita? ¿Ya tiene canas mi padre? La puerta se abrió dejándome ver lo menos esperado.
Un chico de nuestra edad.
Ya tengo la respuesta a una de mis preguntas. ¿Hijo o hija?.
Hijo. ¿Plural o singular? No lo sé, pero lo averiguaré.

Bésame™ +16 [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora