Capítulo 7 | La huida

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FRANCESCA

Francesca Eastwood se sentía en su elemento en las fiestas de la realeza. No era la primera vez que acudía a una de ellas, pero sí la primera vez que lo hacía en La Glimera. Adoraba los vestidos de noche de gasa y satén. Adoraba las joyas, especialmente las que contenían diamantes. Adoraba los canapés y el champán francés que se servía en esas fiestas, junto con brebajes menos exquisitos como la absenta. Adoraba, sobre todo, el ambiente de misterio y lujuria que rodeaba reuniones como aquella, donde muchos miembros de la aristocracia ni siquiera podían reconocerse entre ellos por las máscaras. Y mucho menos reconocerla a ella.

Y es que Francesca Eastwood se sentía en su elemento porque aquel era su elemento natural. Podría haber sido la heredera de uno de los apellidos y fortunas más destacadas de aquel submundo. Podría...

—¿Señorita? —un submís realizó una breve reverencia, ofreciéndole una copa de Dom Pérignon Rosé Gold, el champán más caro del mundo.

Francesca cogió la copa de la bandeja de plata con una suave sonrisa y altiva continúo con su placentero paseo por los pasillos y salones superiores del ala sur de la mansión. Por los ventanales de esa zona del palacio se podían ver los cuidados jardines que se extendían por los recovecos exteriores de La Glimera. Eran magníficos, le recordaban a Versalles. Escuchó entonces el murmullo de voces y algunas risas cómplices en uno de los salones colindantes. Se acercó hasta el arco de mármol tallado con figuras ancestrales que dividía el pasillo principal de aquel salón y estudió con interés su interior.

Dentro se encontraba la realeza. Las cabezas de cada una de las casas reales que conformaban La Glimera mantenían distendidas conversaciones con otros miembros importantes de la aristocracia y consejeros de Estado. Junto al ventanal del fondo encontró a Madison y Darren Blackwood. Debía reconocer que su presencia imponía, tanto por la energía que transmitían como por la seguridad de cada uno de sus gestos. Ellos también estaban en su elemento, aunque Francesca sabía que esa vida de lujo la conocieron hacía relativamente poco. Madison Blackwood era la cabeza representante del mundo de las brujas en aquel conglomerado estatal. Su marido, Darren Blackwood, lo era de los licántropos. 

Algunas malas lenguas decían que ese cargo debía pertenecerle por poder y sangre a Evangeline Blackwood, la primogénita de la familia, aunque no era realmente la primogénita. Evangeline era sobrina directa de Darren Blackwood y fue adoptada por el matrimonio cuando era una niña. Los ojos de Francesca se movieron con avidez buscándola y la encontró rápidamente, situada a pocos metros de ella. Hablaba con quien supuso que sería Nicole Blackwood, por el parecido que tenía con su madre. La presencia de Nicole le transmitió calma, serenidad. Sin embargo, la de Evangeline le transmitía tormento.

Se aburrió de ese interludio y continúo con el exhaustivo análisis del salón. Junto a una de las esquinas, apoyada en la repisa de la chimenea, encontró a Kenzie Woodville. La reina y cabeza representante de todos los ángeles que pisaban la tierra. No ángeles caídos como ella, por supuesto. Escondió una sonrisa. Debía reconocer que era increíblemente bella y pese a las historias milenarias y turbulentas que precedían su nombre, parecía encontrarse en paz. En ese instante hablaba con quien supuso que sería su hija.

Solo que no eran sus hijos. La mirada de Francesca se avivó y sus ojos se oscurecieron al sentir que aquella joven, con el cabello oscuro hasta la cintura y ojos claros, era Valeria Lancaster, la mujer que desde hacía solo veinte años ocupaba el cargo de reina y soberana de seres antinaturales como ella. Esa era la mujer que gobernaba a todos los demonios que poblaban la tierra. Frannie casi sintió la bilis en su garganta al ver que ambas mujeres, que si fuera por ella estarían en guerra, parecían tener una relación materno filial. Jamás en su vida sintió tal insulto a su raza y tuvo que controlar sus impulsos.

Cuando fuiste mía (LA GLIMERA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora