Capítulo 11

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Pov Dante

Estoy estacionado el auto en un apretado espacio que encontré, muchos otros vehículos mal estacionados obstruyen el paso, asi que tengo que caminar unos metros para llegar a la casa. La música suena por todo el lugar, parejas morreandose y haciendo otras cosas se encuentran por todos los alrededores de la casa

《¿tal vez ella también está así?》

Ni que me importara, solo vine a pasar un buen rato, nada más.

El olor a alcohol y vómito me saludan cuando entro por la puerta. Todo está oscuro pero las luces que decoran y dan luminosidad me dejan ver claramente las obscenidades que nos ofrece Irina con su super fiesta. Aunque debo de aceptar que estas cosas me ponen.

Paso sin mirar a nadie, en el camino puedo visualizar a Mateo restregandose con dos chicas, típico en el.

¿Dónde está? Solo quiero felicitarla, a todos nos gusta recibir felicitaciones en nuestros cumpleaños, ella no debe se ser la excepción. Choco con alguien mientras exquivo cuerpos borrachos, el chico estaba tan ebrio que ni lo notó pero yo si noté algo, y ¡Madre Mía! Irina no bromeaba cuando dijo que dejaría a una Anastasia irreconocible.

Ese traje de bailarina es lo más exótico que he visto, y verlo en ella es erotismo puro. Ella es la mezcla perfecta entre pureza y fuego, ese tutú rojo es un crimen para la imaginación de cualquier hombre. La veo reír tan angelical que me siento sucio por los pensamientos nada puros que estoy teniendo con ella justo ahora. ¿Que sucede Dante?

《no me gusta》

Es increíble el equilibrio que muestra entre su personalidad y sus movimientos, es esa mezcla que enloquece. Observo como la miran hombres hambrientos y mi sangre hierve, no quiero que la vean así, me molesta y nunca lo he tenido tan claro. Me acerco a ella sin pensarlo. Está bailando al ritmo de una sexy canción que suena y joder, ¿por qué lo hace tan bien?

Mientras más me acercoe percato de lo borracha que está, va a caer al suelo, me apresuro y la agarro de la cintura. Tocarla así hace estragos en mi, pero los ignoro,  es lo mejor. Ella no reacciona y se queda así por un tiempo, sus manos se aferran a mis brazos y el toque es electrizante, de repente su cuerpo se tensa, se enderasa y voltea.
Cuando nuestros ojos se encuentran no se decifrar que veo en sus azules pupilas, pero en gusta, me gusta lo que veo, es algo cálido que se esconde detrás de la sorpresa, pero me lo confirman sus labios que se curvan en una sonrisa.

《¡¡y qué sonrisa!!》

—¿Dante? — me mira como si no lo creyera. Ahora está riendo. —¿Qué, qué haces en mi humilde fiesta? — definitivamente tomó de más.

—Lo de siempre, salvarte. — lo digo sin pensar.

—Realmente quieres ser el héroe de todo el mundo. Me salvaste de los drogadictos en el bar la otra vez, me buscaste al aeropuerto y me pagaste comida, y ahora, evitas a que mi labio o cara terminara quebrados en el suelo. Felicidades señor héroe, la damisela está agradecida. — hace una reverencia y la suelto pero la sostengo rápidamente cuando se tambalea.

—Estás tan borracha. — medio río.

—Y tú estás tan lindo. — el aire abandona mis pulmones.

Nunca he sido un chico de sensaciones cuando de una chica se trata, pero, esta vez es diferente.

—Eres el único que no trae un ridículo traje de prostituto aquí — se ríe. Su sonrisa es tan hermosa, nunca la había visto reír con tantas ganas. — Si vienes por tus amigos te cuento que dos de ellos están follando en las habitaciones de la casa y... Mateo no tarda en hacerlo igual.

La nueva Anastasia Collins.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora