Baby's Crush 과즙 KOOKMIN

11

El omega había insistido en ayudar al alfa, quien por cierto era un experto en el arte gastronómica.

Pero bueno, no todo salía como esperaba.

Al parecer Jungkook no era de consumir mucha comida chatarra, por lo tanto le ofreció de cocinar espaguetis con salsa, lo cual había parecido una buena idea. Pero no pasaron ni diez minutos de la ayuda del omega que ya se encontraba cubierto de harina, masa en las manos y su delantal algo muy sucio, el alfa tratando de no reírse le sugirió que se quedara sentado hasta que el terminara de hervir los fideos, para evitar algo más grave que simple harina.

Ahora Jimin, ya con sus manos limpias, miraba al impecable de Jungkook hervir la masa de fideos, era lo último que faltaba. Era extraño, pero se sentía muy agusto con la presencia del alfa en su casa, aunque era algo gracioso como éste pedía permiso hasta para servirse agua.

— Y... hace mucho cocina? — preguntó el rubio mientras intentaba ordenar la mesa lo mejor que podía, ya que estaba seguro que sino lo haría Jungkook.

— Desde que no vivo con mis padres.

— Oh — exclama sorprendido parando con sus movimientos — Vive solo?.

Jungkook asintió y negó después.

— Pero... eres jóven — analizó el menor y se mantuvo callado ante la atenta mirada del alfa.

— Lo soy — asintió dejando los ultimos fideos en su recipiente, para luego acercarse a la mesa — Pero mis padres viven algo lejos de la universidad, por lo que decidieron mandarme aquí y ahora vivo con mi hermano menor.

— Hermano menor?.

— Exacto, su nombre es Yeonjun.

Antes de que el omega pudiera decir algo, el alfa había tomado un paño seco para acercarse al omega y pasarlo por sus mejillas. Tratando de no entrar en un colapso, el rubio giró su cuerpo en la silla alta, la cual lo hacía quedar a la altura de Jungkook, y acercó su rostro esperando que éste siguiera limpiando su rostro con harina.

Jungkook alzó una ceja, y aunque no hacía falta, tomó delicadamente al rubio de la nuca para seguir limpiando sus tiernas mejillas, las cuales no sabía si estaban rojas de tanto intentar quitar la harina o por los sonrojos del menor.

— Su hermano es pequeño?.

El alfa negó siguiendo con sus movimientos, corriendo el cabello de Jimin con sus dedos, ignorando lo mejor que podía los latidos acelerados del omega.

— Tiene un año menos que tú — detuvo sus movimientos y miró directamente los ojos avellana del rubio — Podría gustarte.

Ese pequeño momento se rompió cuando tuvo que reír ante la cara de asco que le regaló en omega.

— No, gracias.

— Por qué no? Es el típico chico malo y guapo, justo el estereotipo que llama la atención hoy en día.

Iba a separarse para empezar a comer, pero un destello celeste en los ojos de Jimin lo heló por unos segundos, sin dejarlo siquiera alejar las manos de la nuca de éste.

— Me gustan los chicos más grandes y buenos — admitió el omega sonriendo extensamente.

Y no era mentira, el rubio realmente no le veía sentido a estar con una persona que denominaban o se autodenominaba "mala", sus preferencias estéticas eran mayormente relacionadas con el alfa que estaba en su cocina, ya que estaba seguro que era el crush más fuerte que había tenido por alguien, pero ahora confirmaba que la actitud de Jeon no podía ser mejor, era todo un cabellero, cuidadoso al hablar, serio y inteligente, no parecía ser del tipo de chico que llenaban a sus parejas de absurdas inseguridades, sino más bien de esos que actuaban fielmente y sin necesidad de lastimar.